¡Hola ciudadanos/as! ¿Qué tal estáis? ¿Cómo lleváis esta mitad de semana? Espero que con el ánimo a tope y sin decaer. Sé que estos días se están haciendo un poco difíciles de llevar, pero si te acompaña un buen libro, todo se pasa más rápido y mejor. Al menos, si leéis este libro del que os vengo a hablar en esta ocasión. Lionheart es una de las últimas novedades de la editorial Nocturna, un libro que se anunció llamándome completamente la atención y que, sin dudarlo, quería leer en cuanto pudiera. Ya lo he hecho, he quedado enamorada totalmente y, si queréis descubrir una lectura para no olvidar, os animo a que sigáis leyendo esta reseña. ¡Al abordaje!
Título original: -
Trilogía/Saga: Sí. Bilogía
Autor/a: Ana Roux
Traductor/a: -Editorial: Nocturna
Páginas: 464
Precio: 16,50€
ISBN: 9788417834586
Océano Atlántico, 1805. A miles de metros sobre el agua, la flota aérea británica y la napoleónica se enfrentan por el control de Europa. Tras una dura batalla, el navío Lionheart del capitán Fellowes acaba aterrizando en una isla poblada por náufragos, entre los que se encuentra Ellen Fellowes, la hija del capitán, quien lejos de la civilización ha descubierto la libertad. Ambos grupos aceptan colaborar para superar sus disputas, sobrevivir a los ataques de piratas y volver a Inglaterra. Sin embargo, los cimientos de esa alianza se tambalean cuando se produce un extraño asesinato que lo cambia todo. Lionheart es el primer tomo de una trepidante bilogía enmarcada en un siglo XIX alternativo, donde los barcos se desplazan por el aire, la magia impregna cada capa de la sociedad y los secretos pueden poner en peligro mucho más que un imperio.
El capitán Samuel Fellowes siempre ha estado orgulloso de la Lionheart. No solo de ese barco de madera que surca los aires de manera elegante, sino también de toda su tripulación, su segunda familia. Pertenecer a la flota aérea británica, además, le ha dado la oportunidad de enfrentarse a grandes batallas, pero lo que no sabe es que está a punto de enfrentarse a la peor de todas. Intentando rebajar la ventaja de los franceses sobre la corona inglesa, la Lionheart se cuela en su camino para enfrentarse cara a cara con el barco que podría suponer la casi derrota del ejército enemigo. Sin embargo, cuando parece que todo está a su favor, un segundo barco desconocido aparece de la nada, persiguiéndolos hasta que una terrible tormenta hace zozobrar a la Lionheart hasta una misteriosa isla remota que no parece deshabitada. Luchando para repeler a aquellos que siguen apuntando sobre sus cabezas, el capitán Fellowes descubre, para su sorpresa, que entre la población está una persona que conoce y quiere con todo su corazón. Su hija Ellen. Víctima de otro naufragio, Ellen ha vivido en la isla desde hace meses, saboreando la libertad y ayudando en las tareas que la líder, Adelaide, lleva a cabo cada día para abastecer a este peculiar pueblo. La llegada de la Lionheart, sin embargo, va a causar más estragos de lo que se pensaban. No solo Ellie va a tener que enfrentarse a un padre sobreprotector que no para de recordarle su terrible maldición, sino que la isla pronto tendrá que hacer frente a todas las historias de fantasmas vengativos que han ido yendo de boca en boca cuando aparece el cadáver de alguien que ha sido misteriosamente asesinado. Intentando dar con el culpable, el capitán y su tripulación van a descubrir la terrible verdad que se esconde en la isla y, si pretenden que la corona inglesa gane la guerra, deberán de elegir si dejarse guiar por la lógica o por su corazón.
¡Leven anclas! ¡Izen las velas! ¡Viren a estribor! ¡Preparen cañones! ¡La aventura está a punto de empezar! ¿Quién se puede resistir a algo así? Cuando la editorial Nocturna comentó que iba a publicar un tal libro llamado Lionheart escrito por Ana Roux, autora que tampoco conocía de antes, y que iba a ser una historia ambientada en un siglo XIX alternativo donde los barcos navegan por los aires, la magia existe en cada rincón del mundo y estamos en plena batalla entre ingleses y franceses, entre Napoleón y el vicealmirante Nelson, en ningún momento se me ocurrió pensar que estaba ya delante de una de las que, seguramente, van a ser de mis mejores lecturas de este año. Tan claro lo tengo como el agua que esconde en su interior seres metálicos en este mundo. Deslumbrante, maravilloso, alucinante, poderoso, original... Todos los adjetivos buenos que se te ocurran, dáselos sin dudar a este libro. Todavía estoy procesando lo que he leído. Porque es que me ha parecido tan brutal que, de verdad, me explota la cabeza viendo la pedazo calidad que respira nuestro panorama literario. Es que hasta quiero llorar de la emoción. A quién me diga que en España no se sabe escribir, os juro que le estampo este libro en la cara. Mi religión a partir de ahora.
En estos momentos, mientras hago esta reseña, estoy mirando al libro, que lo tengo a mi lado, y es que no puedo más que pensar que todo lo que diga de él aquí no le va a hacer justicia, señor, dime por qué me pones por delante estos obstáculos tan complicados, AAAAHH. Buah, es que seguramente estaréis flipando ahora mismo con la reseña y pensando que se me ha ido la pinza completamente, pero es que a ver cómo hago yo la reseña de un libro que me ha ENCANTADO. En fin, vamos a intentarlo.
Lionheart es el inicio de una bilogía de aventuras trepidante. Usando una narración en tercera persona, sin tener a ningún personaje en concreto como principal, sino cambiando de perspectiva de manera muy fluida y a lo largo de todos los capítulos, el libro empieza ya de manera directa y sin rodeos, en plena batalla naval por el cielo y entre las nubes, a bordo de uno de los barcos más asombrosos en los que he tenido el placer de viajar. Disparos por un lado y por otro, la pólvora de los cañones que no paran de usarse creando su propia atmósfera, tácticas y planes para ganar la lucha, órdenes para virar el barco de manera inimaginable cada dos por tres, una persecución muy tensa que no solo empezaba la lectura con muchísima potencia y enganchándome sin darme cuenta nada más leer la primera frase, sino que también deja un torbellino de diferentes situaciones en las que va a estar pasando de todo, mires donde mires. Algunos enfrentándose cara a cara con los enemigos, muertes a la izquierda, el caos por la derecha, ha sido un inicio explosivo y espectacular. Los pequeños giros argumentales que ya nos empieza a dejar la autora... De verdad, ha sido uno de los comienzos más increíbles que he leído desde hace mucho. Las páginas volaban, cuando quise enterarme prácticamente me había comido las cien primeras, disfrutando como una niña pequeña de todas las escenas que empezaban a nacer, a complicarse y a terminar de una manera sorprendente que me pillaba desprevenida cada dos por tres. Lionheart ha sido un libro que me ha zarandeado, me ha agarrado sin poder soltarme y que ha hecho conmigo lo que le ha dado la gana, llevándome a través de una ambientación super original que, pronto, va a desembocar en algo que, de nuevo, es totalmente inesperado.
Aunque la historia que se va a desarrollar a partir de ahora siga con la estela de batallas, fuegos por todos lados y sablazos mortales, una vez que dejamos todo eso atrás nos vamos a sumergir en una trama que se pausa poco a poco para coger ese aire que nos falta desde que hemos empezado a leer para, además, servir un escenario distinto que empieza a tocar otras subtramas donde la evolución, presentación y profundidad de los diferentes personajes con los que vamos a vivir es fundamental para crear, justificar y dar sentido a todo lo que la autora tiene preparado para nosotros y nosotras en el futuro. Quizás estos han sido los momentos más lentos que he sentido en todo el libro, pero igualmente no ha provocado que me desinteresara de la historia, ya que me gustaba también adentrarme en los pensamientos y en las historias personales de las nuevas figuras que vamos a tener, para entender mejor sus relaciones, y empezar a ver el juego de sus acciones y comportamientos que, de manera inevitable, van a afectar el transcurso de la trama y de la lectura, con detalles que parece que no son muy importantes pero que, más adelante, descubres que realmente tiene un peso bestial en la historia. Para mí, tener unos personajes bien montados es fundamental para que un libro funcione, y Ana Roux consigue, de manera estelar, darnos un elenco de nombres y figuras fantásticamente elaboradas. Estos capítulos pueden sonar algo más monótonos, pero que no os engañen. Cada rincón va a estar escondiendo cosas que van a hacer saltar las cosas por los aires. Porque es posible que ya no caminemos a través del viendo, sino que caminemos sobre la tierra, una isla que esconde sus propios secretos y que tampoco va a tener nada que envidiarle a la acción que se vive en el cielo. Una isla que plagará la lectura de muchas incógnitas, de intentar descubrir qué está pasando realmente, cuál es el papel real de cada uno de los personajes y, por encima de todo, una isla que volverá a dar un giro tremendo dentro de la lectura que nos meterá de lleno en un asesinato misterioso que tendremos que resolver lo más rápido que podamos para seguir sobreviviendo.
Este libro ha sido una auténtica montaña rusa de emociones. Ese inicio tan impresionante, viendo como los capítulos siempre intentaban meter más tensión a todo, en especial al terminarlos, dejándote con esas ganas de seguir leyendo sin querer soltar el libro. De estar corriendo de un lado para otro, de enfrentarte a nuevos enemigos, tanto esperados como inesperados, descubriendo las primeras verdades que te dejan con la boca abierta, es que llega un punto en el que parece que las cosas no se pueden complicar más. ¿Y sabéis qué? SE COMPLICAN MUCHO MÁS. Porque, de cara al final, no os podéis ni imaginar lo que se va a vivir. Por Dios santo, querida Ana Roux, como puedes tener tanta imaginación y tenerlo todo tan planeado, es que casi me matas mientras leía el libro porque no sabía ya donde meterme para no perderme nada. De verdad, los momentos finales son tan fascinantes, tan fantásticos, un cañón más dentro de la Lionheart que no para de dispararse. Unas decisiones finales que van a ir encajando todo lo que se ha venido explicando y enseñando de antes, quedándose algunos asuntos abiertos de cara al siguiente libro, y soltando la bomba final para que encimas sufras por la espera de esta conclusión que todavía tiene que publicarse.
En estos momentos, mientras hago esta reseña, estoy mirando al libro, que lo tengo a mi lado, y es que no puedo más que pensar que todo lo que diga de él aquí no le va a hacer justicia, señor, dime por qué me pones por delante estos obstáculos tan complicados, AAAAHH. Buah, es que seguramente estaréis flipando ahora mismo con la reseña y pensando que se me ha ido la pinza completamente, pero es que a ver cómo hago yo la reseña de un libro que me ha ENCANTADO. En fin, vamos a intentarlo.
Lionheart es el inicio de una bilogía de aventuras trepidante. Usando una narración en tercera persona, sin tener a ningún personaje en concreto como principal, sino cambiando de perspectiva de manera muy fluida y a lo largo de todos los capítulos, el libro empieza ya de manera directa y sin rodeos, en plena batalla naval por el cielo y entre las nubes, a bordo de uno de los barcos más asombrosos en los que he tenido el placer de viajar. Disparos por un lado y por otro, la pólvora de los cañones que no paran de usarse creando su propia atmósfera, tácticas y planes para ganar la lucha, órdenes para virar el barco de manera inimaginable cada dos por tres, una persecución muy tensa que no solo empezaba la lectura con muchísima potencia y enganchándome sin darme cuenta nada más leer la primera frase, sino que también deja un torbellino de diferentes situaciones en las que va a estar pasando de todo, mires donde mires. Algunos enfrentándose cara a cara con los enemigos, muertes a la izquierda, el caos por la derecha, ha sido un inicio explosivo y espectacular. Los pequeños giros argumentales que ya nos empieza a dejar la autora... De verdad, ha sido uno de los comienzos más increíbles que he leído desde hace mucho. Las páginas volaban, cuando quise enterarme prácticamente me había comido las cien primeras, disfrutando como una niña pequeña de todas las escenas que empezaban a nacer, a complicarse y a terminar de una manera sorprendente que me pillaba desprevenida cada dos por tres. Lionheart ha sido un libro que me ha zarandeado, me ha agarrado sin poder soltarme y que ha hecho conmigo lo que le ha dado la gana, llevándome a través de una ambientación super original que, pronto, va a desembocar en algo que, de nuevo, es totalmente inesperado.
Este libro ha sido una auténtica montaña rusa de emociones. Ese inicio tan impresionante, viendo como los capítulos siempre intentaban meter más tensión a todo, en especial al terminarlos, dejándote con esas ganas de seguir leyendo sin querer soltar el libro. De estar corriendo de un lado para otro, de enfrentarte a nuevos enemigos, tanto esperados como inesperados, descubriendo las primeras verdades que te dejan con la boca abierta, es que llega un punto en el que parece que las cosas no se pueden complicar más. ¿Y sabéis qué? SE COMPLICAN MUCHO MÁS. Porque, de cara al final, no os podéis ni imaginar lo que se va a vivir. Por Dios santo, querida Ana Roux, como puedes tener tanta imaginación y tenerlo todo tan planeado, es que casi me matas mientras leía el libro porque no sabía ya donde meterme para no perderme nada. De verdad, los momentos finales son tan fascinantes, tan fantásticos, un cañón más dentro de la Lionheart que no para de dispararse. Unas decisiones finales que van a ir encajando todo lo que se ha venido explicando y enseñando de antes, quedándose algunos asuntos abiertos de cara al siguiente libro, y soltando la bomba final para que encimas sufras por la espera de esta conclusión que todavía tiene que publicarse.
Lo único que tengo que mencionar como algo que me ha dado mucha rabia no encontrar de manera más cercana o profunda, y que ha hecho que el libro no se lleve el pleno en la puntuación, es parte de la ambientación. Ya he dicho que el libro ha sido alucinante y que me ha gustado un montón, pero me hubiera encantado haber podido conocer de manera mucho más visible y profunda este mundo y esta Europa del siglo XIX tan diferente a la a nuestra. Históricamente no, porque sé que eso es igual, o que tiene pocos cambios, pero el que se presente en este libro un mundo donde la magia existe, los alquimistas son sumamente importantes por el trabajo que hacen, y los barcos vuelan, pues quizás hubiera agradecido tener más información de todo ello. Me he quedado con esa espinita, pero viendo la manera en la que ha terminado el libro, me reservo el medio punto que le he quitado a Lionheart para devolverlo cuando lea su continuación, ya que pienso y siento que es el libro que realmente me va a dar esta visión que he echado en falta de vez en cuando y que pido.
Pero también os digo, creo que la autora tenía muy en cuenta lo que quería contar y transmitir en esta primera parte y, bajo mi punto de vista, pienso que lo ha logrado. Además, se nota mucho que este primer libro iba a ir enfocado, sobre todo, a los personajes, ya que son los que realmente le van a dar argumento al segundo libro con algunas puertas abiertas que se han dejado. Y, me vuelvo a repetir: los protagonistas han estado super bien, se hacen muy reales, muy naturales y es un lujazo conocerlos. Personalmente, me quedo con Ellie, creo que es de los personajes más complicados y más sorprendentes que vamos a tener en esta historia, he adorado su propio misterio, su valentía y lo que representa a través de la libertad. Creo que es una luchadora indiscutible, super fiel a los suyos y con las ideas muy claras, capaz incluso de cambiar sin problemas los esquemas de una sociedad que repite los mismos roles de género para lanzar mensajes positivos de no rendirse jamás aunque parezca que las cosas no pueden cambiar y están en tu contra. Lucha por lo que quieres ser y demostrar, hazte un hueco sea como sea, es lo más importante que nos vamos a llevar. Y, en relación a los demás, he disfrutado con sus personalidades, sus miedos, sus demonios personales e incluso con los diferentes romances que van a tener cabida también en este libro.
Pero también os digo, creo que la autora tenía muy en cuenta lo que quería contar y transmitir en esta primera parte y, bajo mi punto de vista, pienso que lo ha logrado. Además, se nota mucho que este primer libro iba a ir enfocado, sobre todo, a los personajes, ya que son los que realmente le van a dar argumento al segundo libro con algunas puertas abiertas que se han dejado. Y, me vuelvo a repetir: los protagonistas han estado super bien, se hacen muy reales, muy naturales y es un lujazo conocerlos. Personalmente, me quedo con Ellie, creo que es de los personajes más complicados y más sorprendentes que vamos a tener en esta historia, he adorado su propio misterio, su valentía y lo que representa a través de la libertad. Creo que es una luchadora indiscutible, super fiel a los suyos y con las ideas muy claras, capaz incluso de cambiar sin problemas los esquemas de una sociedad que repite los mismos roles de género para lanzar mensajes positivos de no rendirse jamás aunque parezca que las cosas no pueden cambiar y están en tu contra. Lucha por lo que quieres ser y demostrar, hazte un hueco sea como sea, es lo más importante que nos vamos a llevar. Y, en relación a los demás, he disfrutado con sus personalidades, sus miedos, sus demonios personales e incluso con los diferentes romances que van a tener cabida también en este libro.
En definitiva, Lionheart ha sido un libro inesperado que, sin dudarlo, me ha dado ganas de seguir soñando y de volar muy alto. Unos personajes sublimes, una historia maravillosa e impresionante que guarda muchos secretos y que no va a parar en ningún momento, ojalá todos los libros que lea a partir de ahora sean tan buenos como lo ha sido Lionheart. Una historia que ha estado a la altura de todas las expectativas.
¡Mil gracias a Nocturna por el envío del ejemplar!
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