¡Hola ciudadanos/as! ¿Qué tal estáis? ¿Os va bien este sábado? Hoy regreso por aquí para dejar una nueva reseña, que me estoy atrasando un montón con todo esto y eso que tenemos más tiempo que nunca para estar al día... En fin. Para esta ocasión vengo con la opinión de El Vacío, la conclusión de la bilogía El Archivo escrita por Victoria Schwab. Ya os lo dije en la reseña del libro anterior y aquí lo vuelvo a mencionar, pero han sido unos libros que han mostrado muy bien que fueron de los primeros que escribió la autora, aunque finalmente he logrado disfrutarlos. ¿Queréis conocer mejor qué me ha parecido este final? Seguid leyendo a continuación, pero antes...
AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers del PRIMER LIBRO
Título: El VacíoTítulo original: The Unbound
Trilogía/Saga: Sí. Bilogía.
Autor/a: Victoria Schwab
Traductor/a: Julieta María GorleroEditorial: Minotauro
Páginas: 368
Precio: 17,95€
ISBN: 9788445008072
En El Vacío, la continuación de la primera novela de la saga El Archivo, V. E. Schwab nos vuelve a sorprender con una prosa increíble y una combinación estremecedora de acción, romance y horror. El Vacío nos sumerge en un rico y alucinante mundo imaginario, donde no hay decisión fácil de tomar y el amor y las pérdidas se perciben como las caras de una misma moneda. Imagina un lugar donde los muertos descansan como libros en bibliotecas. Cada cuerpo tiene una historia que contar, una vida en imágenes que solo los Bibliotecarios pueden leer. Los muertos reciben el nombre de Historias. Y el vasto reino en el que descansan es el Archivo.
Cada cuerpo tiene una historia que contar, una vida vista en imágenes que solo los bibliotecarios pueden leer. Los muertos se llaman Historias, y el vasto reino en el que descansan es el Archivo. El verano pasado, Mackenzie Bishop, una encargada de evitar que las Historias violentas escapen del Archivo, casi pierde la vida. Ahora, cuando comienza su tercer año en la Escuela Hyde, está luchando por recuperar su anterior vida. Pero seguir adelante no es fácil, no cuando sus sueños están obsesionados por lo que sucedió. Ella sabe que el pasado es el pasado, sabe que no puede hacerle más daño, pero todo lo que empieza a suceder se siente muy real. Cuando sus pesadillas comienzan a arrastrarse en sus horas de vigilia, Mac comienza a preguntarse si realmente está a salvo. Mientras tanto, algunas personas de su alrededor están empezando a desaparecer de manera misteriosa, y lo único que parecen tener en común es la propia Mackenzie. Está segura de que el Archivo sabe más de lo que están revelando pero, antes de que pueda comprobarlo, se convierte en la principal sospechosa. A menos que Mac pueda localizar al verdadero culpable, lo perderá todo: no solo su papel de Guardián, sino también sus recuerdos, e incluso su vida. ¿Puede Mackenzie desenredar el misterio antes de que ella misma se pierda para siempre?
El pasado enero fue cuando volví a retomar la pluma de la autora al leer el inicio de esta bilogía, El Archivo. Después de disfrutar enormemente de Victoria Schwab a lo largo del año anterior, El Archivo fue un libro que llegó a mis manos con mucha expectación y ganas, siendo una historia que había visto desde hacía años por muchos lugares, leyendo opiniones de lectores y lectoras de todo el mundo, siendo, por fin, el momento en el que iba a descubrir realmente qué es lo que se traía esta historia en su interior. Sé que es algo que no debería de hacer, pero tengo aún muy presente en mente una de las mejores trilogías que leí en 2019 como es la de Una magia más oscura, así que, de manera muy pero que muy inconsciente, buscaba de alguna manera esa calidad de historia que tanto me encantó. Fue un error por mi parte porque fue el principal motivo por el que El Archivo no consiguió estar a la altura de lo esperado, pero no quería dejar la bilogía incompleta. Por ello me animé a leer esta conclusión, y la verdad es que me ha alegrado darle la oportunidad a El Vacío ya que, aunque siguen siendo para mí dos libros que no llegan a explorarse del todo, este libro me ha gustado más que el anterior.
Partiendo unas semanas más tarde desde los últimos acontecimientos de El Archivo, El Vacío vuelve a ocupar una narración en primera persona desde la perspectiva de Mac, nuestra protagonista, para mostrarnos las consecuencias que se han instalado en su vida después de la dura batalla contra Owen, en la que casi pierde la vida, y salvar al Archivo de una catástrofe por la que a punto ha estado de desaparecer con todas las historias de los muertos de las que también fuimos testigos y conocimos. Son muchos los cambios que se han producido a raíz de ello, y justamente eso es lo que Victoria Schwab intenta transmitirnos y plasmarnos en las primeras páginas y primeros capítulos del libro, siendo conscientes de la lucha interior que está viviendo Mac, intentando dejar atrás los dolorosos recuerdos y el trauma que le ha ocasionado ver como la vida de Wesley casi se perdía poco a poco entre sus brazos. Con un ritmo que comienza con lentitud, en estos compases del libro no vamos a ver más allá del día a día de Mac siguiendo con su rutina de recuperar historias y, a su vez, teniendo por delante un nuevo desafío que volverá la historia algo más mundana y que le dará a esta segunda parte un tono muy diferente al que, hasta ahora, habíamos estado viviendo con estos libros. La entrada de Mac al instituto recupera esas escenas de pasillos repletos de alumnos, cuchicheos estudiantiles y grupos de amigos que rozan los tópicos de este tipo de ambientes en la literatura, estando más en clase que en otro lugar. Poniendo el mundo del Archivo y de los Estrechos a un nivel más secundario, entrando en ellos en contadas ocasiones, la sensación de estar en un lugar frío, incómodo, de desconfianza y oscuro se trasladará, sin embargo, justo a estas escenas en las que nos topamos, quizá, con detalles muy mascados o manidos, consiguiendo Victoria Schwab que, de alguna manera, sigamos completamente inmersos en la emoción y en el peligro que siguen cogiéndole la mano a la doble vida de Mac.
Es posible que estos capítulos no resulten nada del otro mundo, pero algo que sabe hacer muy bien la autora es desarrollar desde las sombras una subtrama que, cuando aparece, lo cambia completamente todo. Una de las cosas que más van a tener importancia en este segundo libro es la evolución de Mac, pero sobre ella empezarán a pasar cosas raras y bastante misteriosas que, sin dudarlo, han conseguido que sea uno de los grandes motivos por el que la lectura se me ha hecho mucho más fluida y amena que en el libro anterior. Si bien es cierto que te hueles desde el principio lo que está pasando, creo que Schwab guía muy bien la esencia de la historia hacia recovecos inesperados, borrando del mapa sorpresas muy grandes pero manteniendo las pequeñas al pie del cañón. La lectura se hace cada vez más interesante a medida que la trama del misterio va creciendo, con desapariciones extrañas que apuntan únicamente a una sola dirección, haciendo con ello que el camino de Mac, y el nuestro, se complique muchísimo más. Cada vez hay más peligro, incluso donde menos te lo esperas, recibiendo golpes inesperados que añaden una prueba más a superar, dándote cuenta de repente de que estás muy enganchada a una historia donde las batallas físicas y mentales están a punto de llegar, a la vez que intentas investigar los diferentes casos de desapariciones que tenemos, un empujón más que me dejaba con muchas ganas de ver qué es lo que iba a ocurrir después. Es por ello que, de cara a los momentos finales, va a ver una explosión de un sin fin de acontecimientos. Mentiras, las completas dosis de acción, que ya han venido salpicadas desde hace un rato en las páginas anteriores, las primeras revelaciones y el descubrimiento de lo que se encuentra realmente detrás de toda la subtrama de la que hemos sido testigos, va a ser una conclusión algo precipitada y sencilla para mi gusto, pero muy cargada de elementos que no dejará indiferente a nadie, giros pequeños que pueden desbaratar todo lo que se ha construido, planes maquiavélicos y momentos de infarto en los que no vas a saber dónde mirar a continuación por el montón de cosas que van a suceder hasta desembocar a unas últimas páginas que cierran, de manera emocionante y algo acertada, una historia que, finalmente, ha conseguido sobrevivir y dejarme con un buen sabor de boca.
Si hay algo que hay que destacar de El Vacío es la profundización que se toma con respecto a los personajes principales, especialmente Mac. En el primer libro me quedé con ganas de haber conocido mejor a todos los protagonistas de esta historia y aquí Victoria Schwab me ha dado más de lo que andaba pidiendo. Me ha gustado mucho la manera en la que ha manejado al perfil de Mac, jugando con su mente y con la nuestra, sin saber muy bien si lo que está ocurriendo es real o todo fruto de la imaginación de su mente, atravesando más recuerdos del pasado con su abuelo y pasando por diferentes fases de pensamientos que harán que Mac esté en cambio constante. Me ha parecido un personaje más real, mejor dibujado, con el que he sabido empatizar un poco más. Aunque creo que la gran sorpresa ha sido, sin dudarlo, Wesley. En El Archivo, el personaje me supo a poco, pero aquí me ha gustado muchísimo. Quizás ha sido por ver la otra cara de la moneda y, aunque sigue habiendo aspectos de él que se han quedado escondidos y que jamás vamos a poder conocer mucho mejor, me ha agradado la relación que tiene con Mac y cómo esta se afianzaba, el respeto y amor que le demuestra, dejando algunas frases ingeniosas con las que, incluso, me he reído o con las que he podido sacar alguna que otra sonrisa.
Sin embargo, creo que el resto de personajes, tanto los ya conocidos como secundarios, como los nuevos que nacen en este segundo libro, vuelven a pecar en la superficialidad con la que se muestran. Creo que Schwab tenía por delante personajes muy interesantes que no ha sabido explotar del todo, algunos quedándose con poco sentido al final, meros justificantes para moldear y dar contenido a algunas escenas, y estando ahí más por presión del guión que otra cosa. Aunque, si tenemos que hablar de fata de profundidad, lo que más rabia me ha dado ha sido no tener más del mundo del Archivo, porque de ahí si que se hubiera sacad algo alucinante y super original. Ya de por sí la idea que presenta Schwab es bastante novedosa y muy llamativa, pero creía que en esta continuación se iba a explorar mejor el sistema sobre el que funciona el Archivo. Creo que la parte de los Guardianes, los encargados de llevar a las Historias a su lugar, está más que cerrado siendo Mac una de ellas, viendo perfectamente cómo se trabaja en los Estrechos, pero en esta ambientación también se habla de Brigadas, de inspectores, de evaluadores. Tengo que decir que algo de todo ello se menciona y se muestra, interactuando de vez en cuando con Mac, pero me he quedado con las ganas de conocerlo todo mucho mejor, tenerlo más visible y comprender exactamente la vida del Archivo, quedándome con algunas preguntas de las que no he recibido respuesta.
El pasado enero fue cuando volví a retomar la pluma de la autora al leer el inicio de esta bilogía, El Archivo. Después de disfrutar enormemente de Victoria Schwab a lo largo del año anterior, El Archivo fue un libro que llegó a mis manos con mucha expectación y ganas, siendo una historia que había visto desde hacía años por muchos lugares, leyendo opiniones de lectores y lectoras de todo el mundo, siendo, por fin, el momento en el que iba a descubrir realmente qué es lo que se traía esta historia en su interior. Sé que es algo que no debería de hacer, pero tengo aún muy presente en mente una de las mejores trilogías que leí en 2019 como es la de Una magia más oscura, así que, de manera muy pero que muy inconsciente, buscaba de alguna manera esa calidad de historia que tanto me encantó. Fue un error por mi parte porque fue el principal motivo por el que El Archivo no consiguió estar a la altura de lo esperado, pero no quería dejar la bilogía incompleta. Por ello me animé a leer esta conclusión, y la verdad es que me ha alegrado darle la oportunidad a El Vacío ya que, aunque siguen siendo para mí dos libros que no llegan a explorarse del todo, este libro me ha gustado más que el anterior.
Partiendo unas semanas más tarde desde los últimos acontecimientos de El Archivo, El Vacío vuelve a ocupar una narración en primera persona desde la perspectiva de Mac, nuestra protagonista, para mostrarnos las consecuencias que se han instalado en su vida después de la dura batalla contra Owen, en la que casi pierde la vida, y salvar al Archivo de una catástrofe por la que a punto ha estado de desaparecer con todas las historias de los muertos de las que también fuimos testigos y conocimos. Son muchos los cambios que se han producido a raíz de ello, y justamente eso es lo que Victoria Schwab intenta transmitirnos y plasmarnos en las primeras páginas y primeros capítulos del libro, siendo conscientes de la lucha interior que está viviendo Mac, intentando dejar atrás los dolorosos recuerdos y el trauma que le ha ocasionado ver como la vida de Wesley casi se perdía poco a poco entre sus brazos. Con un ritmo que comienza con lentitud, en estos compases del libro no vamos a ver más allá del día a día de Mac siguiendo con su rutina de recuperar historias y, a su vez, teniendo por delante un nuevo desafío que volverá la historia algo más mundana y que le dará a esta segunda parte un tono muy diferente al que, hasta ahora, habíamos estado viviendo con estos libros. La entrada de Mac al instituto recupera esas escenas de pasillos repletos de alumnos, cuchicheos estudiantiles y grupos de amigos que rozan los tópicos de este tipo de ambientes en la literatura, estando más en clase que en otro lugar. Poniendo el mundo del Archivo y de los Estrechos a un nivel más secundario, entrando en ellos en contadas ocasiones, la sensación de estar en un lugar frío, incómodo, de desconfianza y oscuro se trasladará, sin embargo, justo a estas escenas en las que nos topamos, quizá, con detalles muy mascados o manidos, consiguiendo Victoria Schwab que, de alguna manera, sigamos completamente inmersos en la emoción y en el peligro que siguen cogiéndole la mano a la doble vida de Mac.
Es posible que estos capítulos no resulten nada del otro mundo, pero algo que sabe hacer muy bien la autora es desarrollar desde las sombras una subtrama que, cuando aparece, lo cambia completamente todo. Una de las cosas que más van a tener importancia en este segundo libro es la evolución de Mac, pero sobre ella empezarán a pasar cosas raras y bastante misteriosas que, sin dudarlo, han conseguido que sea uno de los grandes motivos por el que la lectura se me ha hecho mucho más fluida y amena que en el libro anterior. Si bien es cierto que te hueles desde el principio lo que está pasando, creo que Schwab guía muy bien la esencia de la historia hacia recovecos inesperados, borrando del mapa sorpresas muy grandes pero manteniendo las pequeñas al pie del cañón. La lectura se hace cada vez más interesante a medida que la trama del misterio va creciendo, con desapariciones extrañas que apuntan únicamente a una sola dirección, haciendo con ello que el camino de Mac, y el nuestro, se complique muchísimo más. Cada vez hay más peligro, incluso donde menos te lo esperas, recibiendo golpes inesperados que añaden una prueba más a superar, dándote cuenta de repente de que estás muy enganchada a una historia donde las batallas físicas y mentales están a punto de llegar, a la vez que intentas investigar los diferentes casos de desapariciones que tenemos, un empujón más que me dejaba con muchas ganas de ver qué es lo que iba a ocurrir después. Es por ello que, de cara a los momentos finales, va a ver una explosión de un sin fin de acontecimientos. Mentiras, las completas dosis de acción, que ya han venido salpicadas desde hace un rato en las páginas anteriores, las primeras revelaciones y el descubrimiento de lo que se encuentra realmente detrás de toda la subtrama de la que hemos sido testigos, va a ser una conclusión algo precipitada y sencilla para mi gusto, pero muy cargada de elementos que no dejará indiferente a nadie, giros pequeños que pueden desbaratar todo lo que se ha construido, planes maquiavélicos y momentos de infarto en los que no vas a saber dónde mirar a continuación por el montón de cosas que van a suceder hasta desembocar a unas últimas páginas que cierran, de manera emocionante y algo acertada, una historia que, finalmente, ha conseguido sobrevivir y dejarme con un buen sabor de boca.
Si hay algo que hay que destacar de El Vacío es la profundización que se toma con respecto a los personajes principales, especialmente Mac. En el primer libro me quedé con ganas de haber conocido mejor a todos los protagonistas de esta historia y aquí Victoria Schwab me ha dado más de lo que andaba pidiendo. Me ha gustado mucho la manera en la que ha manejado al perfil de Mac, jugando con su mente y con la nuestra, sin saber muy bien si lo que está ocurriendo es real o todo fruto de la imaginación de su mente, atravesando más recuerdos del pasado con su abuelo y pasando por diferentes fases de pensamientos que harán que Mac esté en cambio constante. Me ha parecido un personaje más real, mejor dibujado, con el que he sabido empatizar un poco más. Aunque creo que la gran sorpresa ha sido, sin dudarlo, Wesley. En El Archivo, el personaje me supo a poco, pero aquí me ha gustado muchísimo. Quizás ha sido por ver la otra cara de la moneda y, aunque sigue habiendo aspectos de él que se han quedado escondidos y que jamás vamos a poder conocer mucho mejor, me ha agradado la relación que tiene con Mac y cómo esta se afianzaba, el respeto y amor que le demuestra, dejando algunas frases ingeniosas con las que, incluso, me he reído o con las que he podido sacar alguna que otra sonrisa.Sin embargo, creo que el resto de personajes, tanto los ya conocidos como secundarios, como los nuevos que nacen en este segundo libro, vuelven a pecar en la superficialidad con la que se muestran. Creo que Schwab tenía por delante personajes muy interesantes que no ha sabido explotar del todo, algunos quedándose con poco sentido al final, meros justificantes para moldear y dar contenido a algunas escenas, y estando ahí más por presión del guión que otra cosa. Aunque, si tenemos que hablar de fata de profundidad, lo que más rabia me ha dado ha sido no tener más del mundo del Archivo, porque de ahí si que se hubiera sacad algo alucinante y super original. Ya de por sí la idea que presenta Schwab es bastante novedosa y muy llamativa, pero creía que en esta continuación se iba a explorar mejor el sistema sobre el que funciona el Archivo. Creo que la parte de los Guardianes, los encargados de llevar a las Historias a su lugar, está más que cerrado siendo Mac una de ellas, viendo perfectamente cómo se trabaja en los Estrechos, pero en esta ambientación también se habla de Brigadas, de inspectores, de evaluadores. Tengo que decir que algo de todo ello se menciona y se muestra, interactuando de vez en cuando con Mac, pero me he quedado con las ganas de conocerlo todo mucho mejor, tenerlo más visible y comprender exactamente la vida del Archivo, quedándome con algunas preguntas de las que no he recibido respuesta.
Así que, en resumen, El Vacío pone punto y final a una historia que, aunque no ha llegado a ser del todo lo que esperaba, finalmente ha conseguido ser una lectura agradable y entretenida, presentando un mundo original que, si bien no se ha explotado del todo, el juego y mezcla de la fantasía con la trama misteriosa ha sido suficiente para mantenerme enganchada sin problemas.
¡Mil gracias a Minotauro por el envío del ejemplar!
from Ciudad de los Libros https://ift.tt/39LO1xU
via IFTTT
No hay comentarios.:
Publicar un comentario