¡Buenas tardes de este Lunes, 2 de Enero, ciudadanos! Empezamos el año con una nueva reseña, ¿os parece? Hoy os vengo a hablar de la tercera parte de Magisterium, La Llave de Bronce, una saga que espero con impaciencia seguir leyendo cada año. En las reseñas de los dos libros anteriores podéis ver lo que me llegaron a gustar y, esperando esta tercera parte, os puedo decir que, por ahora, es el libro más flojito de los que hay publicados actualmente. ¿Queréis conocer mejor lo que opino?
AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers de los libros anteriores
Autor: Cassandra Clare & Holly Black
Editorial: Destino
Páginas: 240
Precio: 14,95€
ISBN: 9788408162889
SINOPSIS: Se supone que los alumnos del Magisterium están en un lugar seguro. Bajo la mirada atenta de los profesores, aprenden a usar la magia para traer orden en un mundo caótico. Pero ahora el caos lucha por desatarse. Call, Tamara y Aaron deberían preocuparse de cosas como los exámenes sorpresa que tendrán y los retos de magia a los que se tendrán que presentar. Sin embargo, después de una inesperada muerte, deberán ir tras la pista de un siniestro asesino y arriesgar sus propias vidas.
Callum, Aaron y Tamara están a punto de entrar en su tercer año del Magisterium. Debido a los actos de valentía que realizaron el año anterior, los tres son llevados al Collegium, un lugar donde se les premiará por su servicio y lucha contra el mal. Pero lo que se suponía que iba a ser una ceremonia entre amigos y risas, acaba siendo el asesinato de alguien muy cercano a los tres. Callum sabe que guardar tal secreto hace que mucha gente quiera ir detrás de él, pero ne el Magisterium, rodeado de más alumnos y de profesores expertos, estará más seguro. O eso creía. Mientras el trío tiene que ir aprendiendo nuevas cosas sobre hechizos y la magia elemental y del caos, Callum, Aaron y Tamara tienen que ir descubriendo los entresijos que se esconde tras el asesinato inesperado que vivieron hace unos meses. Saben que alguien va a por Callum, y los accidentes que empiezan a ocurrir en el colegio no son nada inesperados. Callum sabe que estar cerca d sus amigos es lo que más le mantiene a salvo, pero lo que no se esperaba es que la traición legara desde muy cerca.
Siguiendo con la historia de Callum, Aaron, Tamara y el Magisterium, La llave de bronce nos vuelve a trasladar a ese mundo repleto de magia en la que la amistad, la unión y el amor vuelven a ser vistos como una fuerza que puede barrer cualquier problema que se ponga por delante. Después de que el libro anterior me pareciera algo flojo en algunos momentos, no sabía qué es lo que me iba a encontrar en esta continuación, pero si bien El Guante de Cobre finalizó con unos plot twist increíbles, La Llave de Bronce se queda como una tercera parte normalita que no se ha hecho tan de notar. Contado una vez más en tercera persona, Cassandra Clare y Holly Black consiguen que el libro empiece de manera bastante directa, con unos primeros capítulos y escenas llenas de peligro, acción, misterio y tensión, algo que seguirá apareciendo a lo largo del libro sin apenas descanso. Como os he dicho, el anterior libro se caracterizaba, sobre todo al principio, por ser una trama algo lenta en la que no sucedía demasiado salvo al final, pero aquí es todo lo contrario. Desde el primer momento nos vamos a ver envueltos en muchas preguntas que aún no tienen respuesta y que será lo que más nos tenga en ascuas durante toda la lectura, una que será mucho más ágil, menos enrevesada y menos hecha a las descripciones, sin entretenerse en explicar de nuevo el mundo mágico y yendo directamente a todo este asunto que se nos presenta. Se nota que en este tercer libro los protagonistas han crecido y, por ello, será aquí donde las autoras van a meter algo de esos primeros celos y esos primeros amores, tocándolos de manera superficial, pero dando así la base de temas que, posiblemente, se desarrollen mejor en un futuro.
La Llave de Bronce es un libro que se lee sin ninguna dificultad, que desde el minuto uno empieza con bastante fuerza, con una acción ininterrumpida que conseguirá enganchar al lector y con algún que otro giro argumental en los primeros capítulos. Pero, sin embargo, también es una continuación que flojea en algunos asuntos. No voy a decir nombres porque si no os revelaría el gran misterio de este libro, pero no he entendido para nada el cambio de dirección y de destino que le han dado Clare y Black a uno de los personajes para resolver lo que estaba pasando. Ha sido incoherente, me ha parecido la vía más fácil que han encontrado y la única manera de pasar del paso, y no me ha convencido para nada. Además, ese personaje no tiene ni peso en todo el libro y, de repente, PUM, es el culpable de todo. Vuelvo a decirlo, no lo he entendido para nada, es extraño, no queda bien y es, eso, incomprensible.
El segundo punto negativo que le saco al libro quizás os choque un poco, pero ha sido el ritmo en sí. Vale, desde el principio el libro ha sido un torbellino de cosas y un sin parar por todos lados, pero eso ha hecho que, en realidad, las cosas pasaran de una manera que no se llegan a saborear. Es posible que no me esté explicando bien, pero lo voy a intentar. No digo que el rimo me ha parecido malo, como os he comentado, me ha parecido el adecuado para no cansar y seguir enganchando a la persona que está leyendo el libro entre sus páginas. El problema ha estado en el desarrollo de esas mismas cosas, han aparecido muchos elementos y se han dejado en el aire, tocándolos solo de manera superficial. No se a ahondado demasiado, solo se ha descrito lo suficiente como para seguir dando camino a la historia para seguir avanzando. Me han faltado más páginas, avivar lo que estaba ocurriendo, marcar bien lo que se quería decir, dejarnos con la boca abierta y meter algún que otro giro en el argumento. Pero es que la única sorpresa que ha habido es la que os he contado arriba y, eso, encima ni me ha gustado como ha quedado. Ha sido más bien un libro de transición, en el que cada personaje ya está contado, la magia tiene poco más que dar y los malos están escondidos para empezar a atacar más adelante. Y, para mí, ese ha sido el fallo, el dar un tercer libro más calmado en el que la única misión que tenemos es descubrir que está pasando, y no ha sido suficiente.
La pluma de ambas autoras siguen la línea que han ido mantendiendo hasta ahora. Se nota mucho su originalidad y se ve que quieren dar en los siguientes libros una trama más madura, oscura y sorprendente. Pero, aunque siguen con esa originalidad que me gustó en el primero libro de esta saga, aquí las he visto algo más flojas, como perdidas, sin saber muy bien lo que querían contarnos en este libro, dejando una trama que podría haber dado mucho más.
En cuanto a los personajes, lo que he comentado también ya. Siguen iguales, sin demasiados cambios, supongo que por la misma razón que le he notado o visto a la trama de La Llave de Bronce, esperando a avanzar hacia unos acontecimientos con mucha más potencia. Callum sigue siendo ese chico con miedo a recaer en su otro yo, intentando con todas sus fuerzas dejar atrás ese alma, haciendo cosas buenas por él y por sus amigos, demostrándose a sí mismo que no es como Constantine Madden, Sigue demostrando quién es ahora, sus virtudes, sus miedos, sus sueños y su lealtad; Aaron es otro personaje que no ha cambiado mucho, estando una vez más bajo la sombra de ser el makaris, protegiendo a sus seres queridos con todo lo que haga falta, demostrando ser un más que buen amigo; y Tamara, la más perspicaz, la que pronto se da cuenta de las cosas. Sí que la he visto algo más atrevida, mucho más decidida. Me ha gustado eso de que tuviera algo más de liderazgo, no le ha venido nada mal.
El segundo punto negativo que le saco al libro quizás os choque un poco, pero ha sido el ritmo en sí. Vale, desde el principio el libro ha sido un torbellino de cosas y un sin parar por todos lados, pero eso ha hecho que, en realidad, las cosas pasaran de una manera que no se llegan a saborear. Es posible que no me esté explicando bien, pero lo voy a intentar. No digo que el rimo me ha parecido malo, como os he comentado, me ha parecido el adecuado para no cansar y seguir enganchando a la persona que está leyendo el libro entre sus páginas. El problema ha estado en el desarrollo de esas mismas cosas, han aparecido muchos elementos y se han dejado en el aire, tocándolos solo de manera superficial. No se a ahondado demasiado, solo se ha descrito lo suficiente como para seguir dando camino a la historia para seguir avanzando. Me han faltado más páginas, avivar lo que estaba ocurriendo, marcar bien lo que se quería decir, dejarnos con la boca abierta y meter algún que otro giro en el argumento. Pero es que la única sorpresa que ha habido es la que os he contado arriba y, eso, encima ni me ha gustado como ha quedado. Ha sido más bien un libro de transición, en el que cada personaje ya está contado, la magia tiene poco más que dar y los malos están escondidos para empezar a atacar más adelante. Y, para mí, ese ha sido el fallo, el dar un tercer libro más calmado en el que la única misión que tenemos es descubrir que está pasando, y no ha sido suficiente.
La pluma de ambas autoras siguen la línea que han ido mantendiendo hasta ahora. Se nota mucho su originalidad y se ve que quieren dar en los siguientes libros una trama más madura, oscura y sorprendente. Pero, aunque siguen con esa originalidad que me gustó en el primero libro de esta saga, aquí las he visto algo más flojas, como perdidas, sin saber muy bien lo que querían contarnos en este libro, dejando una trama que podría haber dado mucho más.
En cuanto a los personajes, lo que he comentado también ya. Siguen iguales, sin demasiados cambios, supongo que por la misma razón que le he notado o visto a la trama de La Llave de Bronce, esperando a avanzar hacia unos acontecimientos con mucha más potencia. Callum sigue siendo ese chico con miedo a recaer en su otro yo, intentando con todas sus fuerzas dejar atrás ese alma, haciendo cosas buenas por él y por sus amigos, demostrándose a sí mismo que no es como Constantine Madden, Sigue demostrando quién es ahora, sus virtudes, sus miedos, sus sueños y su lealtad; Aaron es otro personaje que no ha cambiado mucho, estando una vez más bajo la sombra de ser el makaris, protegiendo a sus seres queridos con todo lo que haga falta, demostrando ser un más que buen amigo; y Tamara, la más perspicaz, la que pronto se da cuenta de las cosas. Sí que la he visto algo más atrevida, mucho más decidida. Me ha gustado eso de que tuviera algo más de liderazgo, no le ha venido nada mal.
En definitiva, La Llave de Bronce es una tercera parte entretenida, rápida y con misterio, que sirve para seguir contando la historia del Magisterium pero que, a mis ojos, ha sido más un libro de transición con cosas interesantes y que consiguen mantener al lector pegado a sus páginas, pero nada más. Estoy deseando seguir con esta saga porque, estoy segura, quedan muchas cosas por venir.
¡Muchas gracias a loqueleo por el envío del ejemplar!
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