¡Hola ciudadanos! ¿Qué tal estáis? Espero que mejor que yo, que de nuevo he pasado por una infección de garganta, ¡maldita sea! En estos días he podido leer poco, principalmente porque los trabajos y estudios de clase han sido lo primero que he puesto por delante, pero sí que he sacado tiempo para leer, así que os puedo traer nueva reseña. En el día de hoy os voy a hablar de
Cress, esa tercera parte de
Las Crónicas Lunares que ya pensábamos perdido en nuestro país pero que regresa para alegrarnos el año. Era un libro muy esperado por todos los que nos hemos leído
Cinder y
Scarlet, un libro que pintaba de maravilla y que, en efecto, ha sido una lectura genial. ¿Os gustaría saber más?
AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers de los libros anteriores
Título: Cress
Título original: Cress
Trilogía/Saga: Sí
Editorial: Montena
Páginas: 576
Precio: 18,95€
ISBN: 9788490437117
SINOPSIS: Cress es una chica de dieciséis años que ha vivido toda su vida encerrada en un satélite, sin más compañía que las pantallas que la rodean. Atrapada en esta prisión se ha convertido en una hacker estupenda, pero sus captores la fuerzan a emplear sus habilidades para ayudar a la malvada reina Levana a encontrar a Cinder y entregarla a su majestad. Sin embargo, cuando Cress da con Cinder y su acompañante, el Capitán Thorne, los fugitivos le ofrecen una alternativa que no puede rechazar: si ella les ayuda a boicotear los planes de Levana para casarse con el emperador Kai, Cinder y Thorne (juntamente con Scarlett y Wolf), rescatarán a Cress de su confinamiento. Ahora bien, tras el fallido intento de rescate, el grupo se divide: Cress consigue su libertad, pero a cambio de un precio mucho más alto de lo que había previsto.
Cinder sigue siendo la fugitiva más buscada de todos los tiempos. Acompañada por Thorne, otro prisionero que escapó para ayudarla, Scarlet, una chica que se ha visto envuelta en un asunto turbio después de que su abuela fuera secuestrada, y Wolf, un chico que lleva sobre sus hombros algo peligrosos y antinatural, los cuatro tienen que conseguir que la Reina Levana no logre sus planes. Para ello, parece que la única que puede ayudarle en este asunto de luchar contra la persona que podría asesinarlos a todos es Cress, una chica con la que Cinder ya había mantenido contacto anteriormente y que se encuentra presa en un satélite, lejos de la civilización y del contacto humano. Como
hacker que es, Levana la tiene apresada con la intención de recibir noticias y vigilar la Tierra, siempre con el objetivo de hacerse con el poder en su mente. Su misión, encontrar a Cinder para poder entregársela a Levana, pero Cress sabe que, si se la entrega, no solo supondrá la muerte de la chica y la única esperanza que tiene la Tierra de sobrevivir a los poderes de la reina Levana, sino que también significaría la muerte del hombre al que ama con todo su corazón, Thorne. Traicionar a sus sentimientos hace de Cress una aliada indispensable, por lo que rescatarla de su cautiverio es lo primero que se ha de realizar. Pero la boda entre Kai y Levana está cada día más cerca y, si Cinder no se da prisa, todo esfuerzo que haga no servirá para nada, menos si Kai es asesinado por la reina lunar.
Cress es la tercera parte de Las Crónicas Lunares, una saga que empezó con Cinder y Scarlet, un retelling de varios cuentos populares que me sigue sorprendiendo, agradando y enganchado, gracias a su originalidad y a la fuerza que le da la autora a cada una de sus historias, creando personajes fuertes y decididos que le dan mucha vida a la trama. Tal y como viene sucediendo en los libros anteriores. Cress está narrado en tercera persona a través de las diversas perspectivas que nos dan nuestros personajes, con la incorporación de la propia Cress y un personaje que no revelaré, pudiendo viajar de manera más extensa por el universo que Meyer nos presenta y, así, poder conocer más todo lo que está sucediendo. Cuando recibí el libro me asusté un poco por su volumen, en serio. Cuando leí los dos libros anteriores lo hice de una sentada y eran más o menos la mitad de lo que es Cress y no sabía si me iba a durar demasiado esta lectura pero, salvo por algo que os comentaré más abajo, desde ya os digo que se me ha pasado volando y que, una vez más, esta historia me ha enganchado hasta el punto de no querer soltar el libro en ningún momento. El libro empieza a pasos cortos, al tener un personaje nuevo hay que tener tiempo para conocerlo y los primeros capítulos son un recordatorio de lo que hay hasta ahora y poder ponernos de nuevo en situación más que otra cosa. Hay nuevos detalles, nueva información sobre esos mundos que ya hemos podido conocer con anterioridad y, poco a poco, va saliendo la base sobre la que Cress y su historia se va a asentar. Creo que el ir cambiando cada dos por tres de perspectiva hace que la trama no decaiga en ningún momento y deje de lado el posible cansancio de estar siempre con el mismo personaje, las mismas situaciones y las mismas escenas, y, en parte, ha sido gracias a eso por lo que este libro no se me ha hecho tan denso ni pesado como podría haber pasado perfectamente. La autora ha sabido combinar a la perfección esos momentos de peligros, de acción y de emoción de manera soberbia, tampoco sin dejar de lado esos momentos necesarios para seguir desarrollando a sus personajes, pensamientos y sentimientos. La verdad es que ha sido una tercera parte que lo ha tenido todo, ha sido intensa en muchas ocasiones, en otras había momentos de descanso donde apenas pasaba nada y daba rienda suelta al romance, pero igualmente ha sabido mantener la compostura y el ritmo, sin decaer ni flojear, algo que me ha parecido magnífico. Además, Marissa Meyer conjuga bien el tema de esos cuentos que conocemos desde que somos chicos con este mundo futurístico tan maravillosamente que siempre hay algo por lo que estar atento. Si a todo esto le sumamos esas sorpresas finales, los cambios inesperados en el argumento que te deja con la boca abierta y los momentos de infarto que vamos a vivir, esta tercera parte es de esos libros que leerías una y otra vez.
Sin embargo, el libro no ha sido totalmente perfecto. Como he mencionado, la autora ha dejado momentos para explorar los sentimientos de los personajes y el romance que hay entre Cress y Thorne ha sido algo extenso para mi gusto. Ya os he dicho en muchas ocasiones que no soy una persona romántica y me han sobrado algunas de sus escenas. Para mi hubiera sido mejor haberlo aparcado en un punto y no seguir, porque es lo único que se me ha hecho más lento. No obstante, he de decir que no son momentos insoportables, hay alguna que otra risa de por medio, pero sí que me hubiera gustando tener menos de ese aspecto.
Por su parte, Marissa Meyer me sigue gustando bastante como escritora. Sabe mantener la originalidad y la frescura en sus historias, siendo bastante fiel en muchas ocasiones a los cuentos en los que se basa, dándoles su toque y su gracia, creando algo que te gusta sí o sí. La manera que ha tenido de llevar las cosas es de aplaudirle, pocos autores pueden mantener el ritmo en un libro gordito, pero ella ha sabido ir con la cabeza alta y, menos por eso del romance, ha sabido escribir una tercera parte muy pero que muy aceptable.
En cuanto a los personajes, no os podéis ni imaginar lo de menos que he echado a Cinder. De verdad, ese personaje me encanta, como se mantiene fiel a sí misma, como lo intenta todo para salvar a los suyos, poniéndose por delante de los demás, protegiéndolos y haciendo todo lo mejor para que ellos no resulten dañados. Thorne es otro personaje genial. Es la chispa de la trama, el que saca carcajadas y alegra cada momento en el que está. No me puedo reír más con este personaje, en serio, y me encanta que pueda sacar tan fácilmente una sonrisa. Pero si hay que hablar de un personaje aquí, esa sería Cress. Al principio he tenido algún que otro problema, la he visto como muy infantil, demasiado soñadora para la posición que tiene y el papel que debe desempeñar. No la veía muy lista y se me hacía poco entendible, pero luego ha ido abriendo los ojos y, al final, he podido conectar en algo con ella. Y luego está Levana, vaya mala malísima está hecha. Como lo tiene todo pensado y preparado, como mueve sus hilos. Da escalofríos.
En definitiva,
Cress ha sido una tercera parte que ha sabido seguir con la estela de los dos libros que le preceden. Con una historia que sigue combinando la originalidad y la frescura de los retelling con una acción de infarto y varios giros argumentales sorprendentes, es un libro que te consigue enganchar desde casi la primera página a pesar de esos momentos de romance que me han sobrado, una tercera parte que se lee sin ningún problema y que consigue dejarte con las ganas de correr e ir a por la cuarta parte nada más finalizar.
¡Muchas gracias a Montena por el envío del ejemplar!
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