¡Hola ciudadanos! Muchos de vosotros empezáis de nuevo las clases, ¿verdad? ¡Pues mucho ánimo! A mí todavía me quedan un par de días de libertad, así que los voy a aprovechar al máximo. Hoy vengo con una nueva reseña, que creo que la semana pasada no os dejé ninguna y eso no podía ser. Así que, viendo que ya he terminado un nuevo libro y una nueva lectura, os invito a conocer mi opinión sobre un libro que se pone hoy mismo a al venta, Títeres de la Magia. Si no has oído hablar de las autoras es porque vives en otro mundo, pero el caso es que regresan con fuerza a nuestras librerías para dejarnos una segunda parte de Sueños de Piedra muy reconfortante. Me ha gustado mucho el libro pero también le he encontrado cosas que se me han quedado algo flojas, pero todo eso os lo sigo a continuación. ¡Vamos allá!
CUIDADO: Si sigues leyendo encontrarás algún que otro spoiler del libro anterior
Autor: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Editorial: Nocturna
Páginas: 521
Precio: 16€
ISBN: 9788494527739
SINOPSIS: Los nigromantes de la Torre de Idyll no son como dicen los cuentos. Allí nadie sacrifica doncellas ni juega con la muerte, sólo se estudia entre libros y hechizos. Clarence, que siempre ha vivido ahí, adora esa calma. Hazan, que conoce el mundo exterior, comienza a cansarse de ella. Sin embargo, cuando unos venenos letales empiezan a comercializarse por toda Marabilia, ambos deben abandonar esa paz. Alguien tiene que encontrar un antídoto con urgencia... aun si el precio a cambio es uno mismo.
Han pasado varios años desde que Hazan se embarcó en una aventura inolvidable junto a Lynne y Arthmael. Ahora, ella es una mercader muy conocida que surca todos los mares para vender sus preciados productos. Él, por otro lado, es el rey de Silfos. Hazan ha crecido desde entonces y ha dejado su magia atrás. Ahora es estudiante de nigromancia en la torre de Idyll, acompañado de su profesor Clarence, que siempre le pone más y más deberes. Clarence es el sobrino de los maestros de la torre, la persona que, en un futuro, se hará también con ella. Cuando llegue a sus oídos unos accidentes que no parecen fortuitos, Clarence se ve en la obligación de dejar atrás el único hogar que ha conocido para enfrentarse al mundo exterior. Lynne, que también ha oído acerca de unos venenos que está matando a la gente con tan solo tocar, decide acompañarle con la intención de ayudar a Clarence a buscar un remedio que haga desaparecer para siempre ese veneno. Con su ayuda, la de Arthmael, Hazan y su mejor amiga, Ariadne, Clarence empieza a ver que el mundo que hay más allá de la torre no es como él se imaginaba. Un mundo cruel, terrorífico, lleno de asesinatos y de gente egoísta, Hazan es el único que parece poder mantenerlo a flote. Entre los dos empieza a crearse una relación muy estrecha y, cuando Clarence se sienta engañado, furioso y decepcionado, comprenderá que su mundo no es uno lleno de perfección y conocerá un secreto que podría cambiar sus vidas, tanto la de él como las de todos aquellos que aman la magia.
Con Títeres de la Magia, Iria G. Parente y Selene M. Pascual vuelven a dejarnos una historia maravillosamente narrada, con unos personajes fuertes, reales e increíbles, y una trama que, si bien es cierto que esperaba encontrar algo más de aventura, me ha hecho volver con gran alegría a Marabilia. Al contrario que en Sueños de Piedra, Títeres de la Magia está narrado por Hazan y Clarence, un personaje que ya pudimos conocer y amar en el libro anterior, y otro nuevo que llega dispuesto a conquistar nuestros corazones. He de decir que es un libro que he querido saborear con delicadeza, tomándome mi tiempo para ello, aunque también es verdad que las primeras ciento cincuenta páginas han sido un vicio puro. El inicio de un misterio a resolver, los primeros contratiempos de nuestros héroes, el regreso de personajes anteriores o el simple hecho de ir conociendo a Clarence y a este nuevo Hazan es lo que hace que la lectura de estos primeros compases sea tan amena, ágil y dinámica. Prácticamente te encuentras a mitad del libro sin apenas darte cuenta, leyendo las páginas con mucha comodidad, con un entretenimiento puto y unas ganas increíbles. Sin embargo, el ritmo se va pausando poco a poco y, lo que venia siendo la trama central, se va reduciendo para dar paso a las inseguridades, pensamientos y sentimientos de los dos narradores. Es característico de ambas autoras tomarse su tiempo en moldear y seguir con el crecimiento de sus personajes, pero llegué a un punto en el que se me alargaba mucho esa narración y esas partes, hasta el punto de que me resultaron algo repetitivas. Echaba mucho de menos la acción, la aventura y la emoción de enfrentarnos a nuevos retos y criaturas extraordinarias y me saturaba el estar constantemente en una mente que sufría muchos cambios, maduraba, abría los ojos y comprendía la realidad. Por un lado lo he visto muy comprensible y me ha gustado para poder acercarme más a los personajes, hay ciertas escenas que he adorado porque, oh my god, menudas escenas, pero todo lo que pensaba que iba a salir en esa aventura se ha visto en un segundo plano.
Títeres de Magia lo que ofrece es una historia sobre la amistad, las segundas oportunidades, de reflexión sobre nuestros actos, de las cosas que se nos ponen en nuestro camino de la vida, y una historia sobre encontrarse a uno mismo en un huracán de caos y novedades que asustan. Y, por ese lado, es un libro fantástico, merecedor de todos los post-it del mundo. Y, sí, tengo que decir que el argumento se anima hacia el final, las autoras empiezan a entrever los verdaderos planes que se encuentran detrás de esos venenos y, dios, que sufrimiento hacia el final y que hermoso ha sido a la vez. Pero, para esas alturas, mi visión de aventura hacía tiempo que se había marchitado.
Desde mi punto de vista, ese ha sido el fallo que le he encontrado a Títeres de la Magia y me pasó lo mismo con Sueños de Piedra, aunque este último sí que me dejó con más cosas. El caso es que, al principio, las escenas de peligro las devoraba y las disfrutaba porque eso era lo que yo esperaba ver. Pero entre que ese tipo de elemento va menguando y que cuando parece que se va a retomar de alguna manera se queda en poco, sí que me he sentido algo decepcionada porque esperaba algo más épico. Entiendo que las autoras hayan querido centrarse más en los personajes, todas las historias que he leído hasta ahora de ambas se han centrado más en ellos que en la trama central, aunque tampoco la han olvidado. Y me ha encantado conocer a Clarence y a Hazan, muchísimo, son personajes super completos con los que he disfrutado enormemente, pero para mí esto no compensa lo flojo que he visto el espíritu de una buena aventura y es lo que echado en falta.
No obstante, Iria y Selene me siguen enamorando como escritoras. Que gustazo leerlas, todas las conversaciones que crean, que te sacan más de una carcajada. Lo cuidadosas que son con cada cosa que crean, la forma tan real de describir el ambiente, uno que se puede visualizar sin ningún tipo de problemas. Las lecciones de vida que nos dan con sus personajes, con una pluma tan suya que pocas hay como esa. En serio, el género de la fantasía cobra otro sentido con ellas y gracias, gracias, gracias, porque son capaces de dar una visión diferente, independientemente de si gusta más o menos, pero eso hay que reconocerlo. Y sus personajes, bueno, ya os he dicho que, como siempre, son fantásticos pero, ¿qué os parece acercarnos un poco más a ellos? Empiezo por Hazan, que ya es un viejo conocido. Aquí se ve mucho más maduro y más centrado y me ha parecido tan sensible y cuqui y mono y de todo, que quiero adoptarlo y abrazarle a todas horas. Me ha gustado su determinación, su cabezonería, su manera de anclar a las personas en la tierra, la forma que tiene de aconsejar, de animar, de dar fuerzas a los suyos. Y Clarence, oh mi querido Clarence, ya es difícil crear un personaje prácticamente de la nada y que te conquiste en solo un libro. Esa es la magia de las autoras, crear personajes como Clarence, tan humildes, puros, realistas, con inseguridades y tan llenos de fuerza que es capaz de ganarte en un solo libro mientras que otros, si acaso, necesitan los tres para ello. Aparecen más personajes, como Ariadne, una chica de armas tomar con un pasado triste que todavía sigue soportando pero que también me ha gustado. Yyyyy.... otros muchos más, pero esos os los dejo para que los descubráis vosotros mismos.
En definitiva, Títeres de la Magia ha sido una gran continuación. Las autoras, en los agradecimientos, han dejado los ingredientes que han usado para crear el libro, pero yo también os dejo aquellos que tiene: unos personajes que dan vida a la historia, una pizca de aventura que, si bien es lo que menos he visto y más he necesitado en cuanto a acción, sí que la hay pero de una manera más personal para los personajes; un poquito de melancolía gracias a la aparición de antiguos conocidos y, por último, unos cuantos polvos de delicadeza y magia que han conseguido que este libro sea de esos que tienes que leer sí o sí.
No obstante, Iria y Selene me siguen enamorando como escritoras. Que gustazo leerlas, todas las conversaciones que crean, que te sacan más de una carcajada. Lo cuidadosas que son con cada cosa que crean, la forma tan real de describir el ambiente, uno que se puede visualizar sin ningún tipo de problemas. Las lecciones de vida que nos dan con sus personajes, con una pluma tan suya que pocas hay como esa. En serio, el género de la fantasía cobra otro sentido con ellas y gracias, gracias, gracias, porque son capaces de dar una visión diferente, independientemente de si gusta más o menos, pero eso hay que reconocerlo. Y sus personajes, bueno, ya os he dicho que, como siempre, son fantásticos pero, ¿qué os parece acercarnos un poco más a ellos? Empiezo por Hazan, que ya es un viejo conocido. Aquí se ve mucho más maduro y más centrado y me ha parecido tan sensible y cuqui y mono y de todo, que quiero adoptarlo y abrazarle a todas horas. Me ha gustado su determinación, su cabezonería, su manera de anclar a las personas en la tierra, la forma que tiene de aconsejar, de animar, de dar fuerzas a los suyos. Y Clarence, oh mi querido Clarence, ya es difícil crear un personaje prácticamente de la nada y que te conquiste en solo un libro. Esa es la magia de las autoras, crear personajes como Clarence, tan humildes, puros, realistas, con inseguridades y tan llenos de fuerza que es capaz de ganarte en un solo libro mientras que otros, si acaso, necesitan los tres para ello. Aparecen más personajes, como Ariadne, una chica de armas tomar con un pasado triste que todavía sigue soportando pero que también me ha gustado. Yyyyy.... otros muchos más, pero esos os los dejo para que los descubráis vosotros mismos.
En definitiva, Títeres de la Magia ha sido una gran continuación. Las autoras, en los agradecimientos, han dejado los ingredientes que han usado para crear el libro, pero yo también os dejo aquellos que tiene: unos personajes que dan vida a la historia, una pizca de aventura que, si bien es lo que menos he visto y más he necesitado en cuanto a acción, sí que la hay pero de una manera más personal para los personajes; un poquito de melancolía gracias a la aparición de antiguos conocidos y, por último, unos cuantos polvos de delicadeza y magia que han conseguido que este libro sea de esos que tienes que leer sí o sí.
¡Muchas gracias a Nocturna por el envío del ejemplar!
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