¡Hola ciudadanos! Al fin es Viernes y pronto podremos disfrutar de ese fin de semana. ¿Cómo ha sido vuestra vuelta a clase? A mí todavía me quedan unos cuantos días de libertad, así que estoy a tope con mis lecturas pendientes. Para esta ocasión os traigo mi opinión de un libro que leí hace unas dos semanas ya que le tenía muchas ganas, El Beso del Infierno, el cual pude obtener en formato digital. Es el nuevo libro de Jennifer L. Armentrout que llega a nuestras librerías, un libro que vuelve a ofrecer una mezcla entre mundo real y el mundo sobrenatural que, sin embargo, me ha decepcionado profundamente. ¿Queréis saber más? Pues seguid leyendo mi reseña:
Título original: White Hot Kiss
Trilogía/Saga: Sí
Autor: Jennifer L. Armentrout
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 408
Precio: 17,90€
ISBN: 9788416620982
SINOPSIS: Layla, de diecisiete años, solo quiere ser normal. Pero con un beso que mata a cualquiera que tenga alma, ella es cualquier cosa menos normal. Mitad demonio, mitad gárgola, Layla tiene habilidades que nadie más posee. Criada entre los Guardianes –una raza de gárgolas que tiene la misión de cazar demonios y mantener a la humanidad a salvo–, Layla intenta encontrar su lugar, pero eso significa esconder su lado oscuro de aquellos que más ama. Especialmente del atractivo Zayne, un Guardián de quien ha estado enamorada desde siempre. Cuando menos se lo espera, Layla conoce a Roth, un demonio sexy y tatuado que dice saber todos sus secretos. Layla es consciente de que debería permanecer lejos de ese chico, pero hay algo que se lo impide… especialmente cuando se percata de que con él sus besos no son mortales, ya que Roth no tiene alma. Pero en el momento en que Layla descubre que ella es la razón del violento levantamiento demoniaco, confiar en Roth no solo puede arruinar su oportunidad con Zayne… Podría convertirla en una traidora para su familia. Peor aún, podría llevarla a un viaje sin retorno al fin del mundo.
La vida de Layla siempre ha sido diferente. Mitad demonio, mitad guardián, siempre ha vivido con estos últimos, gente con poderes celestiales que la ven marcada por una maldición. Para ellos, Layla no pertenece a su raza y el único poder que les puede servir para localizar y destruir a los demonios que andan por las calles de las ciudades es el de marcarles. Cuando Layla toca la piel de un demonio, este se ilumina a ojos de los celestiales. En cambio, la parte demoníaca que vive con ella hace que, en cuanto bese a alguien, su alma será absorbida. Para Layla es una vida solitaria aunque tenga a su amigo Zayne. Guapo, amable, deslumbrante, Layla siempre ha estado loca por él. Pero la condición en la que viven les impide totalmente tener algún tipo de relación, por mucho que ambos se sientan atraídos. La vida de Layla dará un vuelco cuando aparezca en su vida Roth, lo opuesto a Zayne. De pelo oscuro y ojos negros, la saca de quicio ante cualquier situación. A pesar de ello, un magnetismo extraño lo hace acercarse cada vez más y pronto descubrirá el placer de rendirse a él. Sin embargo, los misteriosos ataques de demonios hacia Layla hace despertar una profecía dicha hace mucho tiempo, una profecía que ve el fin de la vida humana. Y Layla tendrá que jugar un papel importante si quiere salvarse a sí misma, a los suyos y a la humanidad. Aunque el precio sea la traición.
Tengo una peculiar relación con esta autora. Cuando leí la Saga Lux me enamoró completamente, su forma tan juvenil de narrar, tan fresca y cercana, como creaba a unos personajes increíbles que me encantaban. Y luego tuve otra grata experiencia con su saga Covenant, con una historia diferente que me atrapó totalmente, aunque de vez en cuando empezaba a atisbar el mismo esquema que había usado. Cuando comencé a leer este libro, pensaba que El Beso del Infierno se iba a tirar hacia otro tipo de narración y, después de ver que había gustado bastante, creía que me iba a unir a ese séquito. Pero se vuelve a repetir lo mismo: historia introductoria con bastantes tópicos acerca de cómo una chica tiene que sobrevivir con sus poderes incomprensibles, mientras un tipo arrogante que ya cansa y con muchos estereotipos aparece para conducir algo su vida, a la vez que ni ella misma sabe de dónde procede y empieza a suspirar por dos chicos diferentes. Por todo ello, El Beso del Infierno ha sido mi primera decepción con la autora, la cual veo que siempre escribe lo mismo, algo que ya me aburre y que hasta pierde la gracia ya que sabes como va a acabar cada cosa. Igualmente, creo que es conveniente hablar del ritmo de esta lectura, así que deciros que los primeros capítulos son bastante introductorios, se nos presenta a Layla, sus poderes y su vida, como tiene que vivir bajo los ojos acusadores de los Guardianes solo por ser algo que ni siquiera ella ha elegido. De vez en cuando hay algo de peligro y acción, aunque la trama en realidad es bastante floja. El resto del libro es más o menos igual, quizás tiene un punto más emocionante y chispeante debido a Roth y a su relación con Layla, que nos vuelve locas hasta a nosotras, pero llega un punto en el que volvemos a lo de siempre, escenas creadas para el desarrollo de los personajes y, de vez en cuando, la aparición de nuevos ataques y demonios para darle rapidez al asunto. Tengo que reconocer que sí, me he enganchado al libro, solo para saber las respuestas a los secretos que hay alrededor de los personajes, el único incentivo que tenía para seguir leyendo y no tirar la tablet por la ventana. Lo mejor lo tiene las últimas páginas, cuando hay un giro muy bueno de los acontecimientos y empieza a desvelarse la verdad, algunas de esas respuestas sorprendentes, y el propósito de todo lo que ha ocurrido hasta ahora, el porqué de esos ataques y el papel que tiene Layla en todo esto.
Sin embargo, el primer fallo que le he encontrado al libro es el mundo de los celestiales, que son gárgolas, y los demonios, que se ha quedado muy superficial. Me esperaba muchísimo más, conocer mejor ambas dimensiones, la historia que hay detrás de ellos, cual es su sistema, como trabajan. Pero Armentrout lo explica de manera precipitada, sin oportunidad de poder anclarte a algo que te muestre más. Lo he visto como excusa para darle ese toque sobrenatural tan característico de sus historias, pero no me ha convencido. Luego está el tema de los personajes, que no me han dicho nada. Con Daemon me conquistó, pero a mi no me vale que Roth sea una copia idéntica de él, simplemente porque ya lo he disfrutado con Daemon y no me impresiona Roth. Predecible, cansino en algunas ocasiones, se repite demasiado. Ya no me vuelve loca esa arrogancia que tiene, es más, me han entrado ganas de darle una torta en más de una ocasión.
Tercer problema, el romance. Más de lo mismo. Otro triángulo más sin sentido, que no sabe ni él por donde va a tirar. Porque la protagonista vaya tela, que infantil, egoísta, celosa e idiota es. Estaba cada dos por tres pensando en el otro, haciendo cosas a escondidas y jugándose el pellejo. Pero claro, lo hacen los demás y se enfada porque ella no se ha enterado y empieza así su rabieta de niña chica. Para colmo, y este es el último fallo que le he encontrado al libro, es el papel que la mujer tiene en todo momento. Para los celestiales, ellas son las débiles que sirven para casarse y tener hijos. Y son tan débiles que incluso pueden morir dando a luz. ¿Hola? Es más, para ellos las mujeres no se tienen porqué inmiscuir en sus asuntos, no entran dentro de los planes ni aportan sus ideas porque, para ellos, solo son los hombres los que tienen que decidir eso. Y que impotencia cuando Layla tiene que aguantar soberbias y egocentrismos por parte de los machos alfas, como es coaccionada a hacer cosas que no quiere y como la tratan con inferioridad. Lo siento señorita Armentrout, pero no, no y no.
Mira que me gusta su pluma, porque sigue siendo muy adictiva, rápida, cómoda, juvenil y cercana. Pero no entiendo qué es lo que ha hecho la autora con este libro. Sé que quería darle el toque se su serie preferida, Sobrenatural, y en serio, me ha gustado la idea de mezclar el mundo de los demonios y los guardianes/gárgolas/celestiales con el de los humanos. Pero ha cojeado en demasiadas partes, en el argumento en sí y en los personajes.
Resumiendo, El Beso del Infierno es el primer libro de una trilogía que no pienso seguir. Unos personajes insulsos, una trama muy introductoria que te deja cosas pero que, en realidad, no las llegas a apreciar ni a saborear, y una narración que deja mucho que desear, hacen que sea mi decepción del año. Cuando lo terminé le iba a dar una puntuación, pero ahora que he visto realmente la sensación que me ha dejado, tengo que ponerle otra muy diferente.
Tengo una peculiar relación con esta autora. Cuando leí la Saga Lux me enamoró completamente, su forma tan juvenil de narrar, tan fresca y cercana, como creaba a unos personajes increíbles que me encantaban. Y luego tuve otra grata experiencia con su saga Covenant, con una historia diferente que me atrapó totalmente, aunque de vez en cuando empezaba a atisbar el mismo esquema que había usado. Cuando comencé a leer este libro, pensaba que El Beso del Infierno se iba a tirar hacia otro tipo de narración y, después de ver que había gustado bastante, creía que me iba a unir a ese séquito. Pero se vuelve a repetir lo mismo: historia introductoria con bastantes tópicos acerca de cómo una chica tiene que sobrevivir con sus poderes incomprensibles, mientras un tipo arrogante que ya cansa y con muchos estereotipos aparece para conducir algo su vida, a la vez que ni ella misma sabe de dónde procede y empieza a suspirar por dos chicos diferentes. Por todo ello, El Beso del Infierno ha sido mi primera decepción con la autora, la cual veo que siempre escribe lo mismo, algo que ya me aburre y que hasta pierde la gracia ya que sabes como va a acabar cada cosa. Igualmente, creo que es conveniente hablar del ritmo de esta lectura, así que deciros que los primeros capítulos son bastante introductorios, se nos presenta a Layla, sus poderes y su vida, como tiene que vivir bajo los ojos acusadores de los Guardianes solo por ser algo que ni siquiera ella ha elegido. De vez en cuando hay algo de peligro y acción, aunque la trama en realidad es bastante floja. El resto del libro es más o menos igual, quizás tiene un punto más emocionante y chispeante debido a Roth y a su relación con Layla, que nos vuelve locas hasta a nosotras, pero llega un punto en el que volvemos a lo de siempre, escenas creadas para el desarrollo de los personajes y, de vez en cuando, la aparición de nuevos ataques y demonios para darle rapidez al asunto. Tengo que reconocer que sí, me he enganchado al libro, solo para saber las respuestas a los secretos que hay alrededor de los personajes, el único incentivo que tenía para seguir leyendo y no tirar la tablet por la ventana. Lo mejor lo tiene las últimas páginas, cuando hay un giro muy bueno de los acontecimientos y empieza a desvelarse la verdad, algunas de esas respuestas sorprendentes, y el propósito de todo lo que ha ocurrido hasta ahora, el porqué de esos ataques y el papel que tiene Layla en todo esto.
Sin embargo, el primer fallo que le he encontrado al libro es el mundo de los celestiales, que son gárgolas, y los demonios, que se ha quedado muy superficial. Me esperaba muchísimo más, conocer mejor ambas dimensiones, la historia que hay detrás de ellos, cual es su sistema, como trabajan. Pero Armentrout lo explica de manera precipitada, sin oportunidad de poder anclarte a algo que te muestre más. Lo he visto como excusa para darle ese toque sobrenatural tan característico de sus historias, pero no me ha convencido. Luego está el tema de los personajes, que no me han dicho nada. Con Daemon me conquistó, pero a mi no me vale que Roth sea una copia idéntica de él, simplemente porque ya lo he disfrutado con Daemon y no me impresiona Roth. Predecible, cansino en algunas ocasiones, se repite demasiado. Ya no me vuelve loca esa arrogancia que tiene, es más, me han entrado ganas de darle una torta en más de una ocasión.
Tercer problema, el romance. Más de lo mismo. Otro triángulo más sin sentido, que no sabe ni él por donde va a tirar. Porque la protagonista vaya tela, que infantil, egoísta, celosa e idiota es. Estaba cada dos por tres pensando en el otro, haciendo cosas a escondidas y jugándose el pellejo. Pero claro, lo hacen los demás y se enfada porque ella no se ha enterado y empieza así su rabieta de niña chica. Para colmo, y este es el último fallo que le he encontrado al libro, es el papel que la mujer tiene en todo momento. Para los celestiales, ellas son las débiles que sirven para casarse y tener hijos. Y son tan débiles que incluso pueden morir dando a luz. ¿Hola? Es más, para ellos las mujeres no se tienen porqué inmiscuir en sus asuntos, no entran dentro de los planes ni aportan sus ideas porque, para ellos, solo son los hombres los que tienen que decidir eso. Y que impotencia cuando Layla tiene que aguantar soberbias y egocentrismos por parte de los machos alfas, como es coaccionada a hacer cosas que no quiere y como la tratan con inferioridad. Lo siento señorita Armentrout, pero no, no y no.
Mira que me gusta su pluma, porque sigue siendo muy adictiva, rápida, cómoda, juvenil y cercana. Pero no entiendo qué es lo que ha hecho la autora con este libro. Sé que quería darle el toque se su serie preferida, Sobrenatural, y en serio, me ha gustado la idea de mezclar el mundo de los demonios y los guardianes/gárgolas/celestiales con el de los humanos. Pero ha cojeado en demasiadas partes, en el argumento en sí y en los personajes.
Resumiendo, El Beso del Infierno es el primer libro de una trilogía que no pienso seguir. Unos personajes insulsos, una trama muy introductoria que te deja cosas pero que, en realidad, no las llegas a apreciar ni a saborear, y una narración que deja mucho que desear, hacen que sea mi decepción del año. Cuando lo terminé le iba a dar una puntuación, pero ahora que he visto realmente la sensación que me ha dejado, tengo que ponerle otra muy diferente.
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