¡Hola ciudadanos! Ya estoy de vuelta con una nueva reseña. Perdonad este atraso que tengo desde hace semanas con las reseñas, pero es que con este calor que está cayendo por el sur no puedo concentrarme, ni leer, ni hacer nada porque se me van todas las ganas. Aunque sea poco a poco, las páginas van pasando y, casi una semana después del comienzo, terminé el libro que vengo a reseñar en esta ocasión: Hacia el Azul perpetuo. No me malinterpretéis, no ha sido una lectura que se me haya puesto cuesta arriba, la he disfrutado como una enana. Pero, como ya os digo, vivir aquí en esta época es asfixiante. Aunque debería de mirar si he tardado más porque no quería despedirme ya de todo esto. El caso, pongo punto y final a otra trilogía, una que me ha ido conquistando poco a poco. Así que os dejo mi opinión de la última parte, la cual ha sido inolvidable.
AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers de los libros anteriores
Título original: Into the Still Blue
Trilogía/Saga: Sí
Autor: Veronica Rossi
Editorial: Ediciones B
Páginas: 400
Precio: 16€
ISBN: 9788415579908
SINOPSIS: Aria y Perry ya han superado muchas pruebas. Han demostrado que su amor es verdadero. Que son líderes capaces y con criterio. Pero ahora ha llegado el momento más complicado de sus vidas: deben unir a los residentes y los forasteros en un último y desesperado intento por traer el equilibrio a su mundo. Y encontrar aquello que siempre han estado buscando. Repleta de romance y peligro, lleva al lector a un clímax que se alcanza poco a poco y lo deja sin aliento. Hacia el azul perpetuo es una magistral novela para cerrar una trilogía inolvidable.Nunca pensé que iba a echar tanto de menos a estos personajes. Ya de por sí, cuando empecé mi aventura por esta historia, esperaba encontrar algo totalmente diferente a lo que realmente me topé y la sorpresa fue grande y grata. Me encantó y me pareció muy original el mundo que la autora nos iba presentado cachito a cachito, con tanto detalle y cuidado de por medio. En ese momento no sabía todavía lo que estos libros escondían realmente en su interior y fue en el segundo libro cuando empecé a verlo a lo lejos. A pesar de que la segunda parte me pareció la más lenta, la sensación de profundidad de la historia, de tener un rostro más serio y unos personajes más vivos, cada vez se iba haciendo más real delante de mis ojos. Y ha sido con Hacia el Azul Perpetuo donde ya he podido observar con gran satisfacción lo que se venía tejiendo desde el primer libro. Una ambientación difícil de entender, peligrosa, inquieta e impredecible; unos personajes llenos de valor, miedo, ambición y lealtad; una misión que deja una gran brecha en los corazones de todos; y una historia que me ha parecido atrevida, original, impactante y sumamente adictiva.
Tras descubrir los verdaderos poderes del pequeño Tizón, Kirra y sus soldados se lo han llevado hacia su tribu para que Visón pueda usarlo como llave para entrar en el Azul Perpetuo. Con las tormentas de éter cada vez más pronunciadas y fuertes, Perry ha tenido que trasladar a todos los Mareas a una cueva, refugiados y seguros por ahora del exterior. En una situación precaria, con unos recursos que cada día se van agotando, y la amenaza haciéndose patente en el horizonte, Perry y Aria llegan a la conclusión de que ellos no pueden quedarse atrás de ninguna manera e intentan, de alguna forma, empezar a demostrar que ambos son los líderes que la gente necesita para creer finalmente en el Azul perpetuo. La alianza entre Hess y Vison es poderosa, sin embargo, dos mentes tan opuestas no pueden convivir jutas mucho tiempo y un grupo formado por Perry, Aria, Rugido y tres individuos más pronto empezarán a causarles estragos que obligarán a crear un cambio de planes para conseguir esa vida que siempre han deseado. A pesar de que el enemigo es aquel que intenta robarles toda esperanza, un tumulto interior empieza a incendiarse. La muerte de Liv está todavía muy reciente y eso no hace más que enfrentar a Perry y Rugido, cada uno de ellos afrontándolo de una manera que no ven demasiado bien. Junto a eso, los celos que Perry sintió cuando Rugido y Aria regresaron abrieron una brecha más grande que la que pensaba. Cuando poco a poco se den cuenta de que lo que piensan hacer significa estar más unido que nunca, nuevos secretos les serán desvelados y las emociones estarán a flor de piel. Vison es un hombre despiadado que no tiene escrúpulos en traicionar a aquella gente que le proporciona una enorme ventaja, pero Perry no está dispuesto a someterse a su voluntad. Entrar en el Azul Perpetuo sacrificará muchas cosas, dejar atrás el único hogar que se conoce y despedirse para siempre de amigos, pero también supondrá el desafío final, donde solo uno de los líderes podrá ser aquél quien guíe y vuelva a construir una nueva sociedad.
Para poner punto y final a la historia de Aria y Perry, Rossi nos encomienda una misión importante y peligrosa que nos llevará a nuevos rincones para descubrir la fuerza real de este éter que sigue consumiendo la Tierra y que nos demuestra su forma de ejercer en los demás, dotando a los personajes de diferentes metas, con un ansía de poder que deja vidas atrás, un amor entre dos personas que rompe con las diferencias para mostrar que, seas como seas y vengas de donde vengas, pueden aceptarte tal y como eres y con ello llegar a vencer y lograr aquellos que te propones. Sin dejar atrás la narración a dos voces, Hacia el Azul Perpetuo también será contado por Aria y Perry, aunque esta vez no van a estar tan separados como el libro anterior, aunque sí que vivirán escenas y conversaciones muy diferentes. Empezando poco después de lo que pasó al final del segundo libro, no tardaremos en meternos directamente en el inicio de un plan cuya finalidad es encontrar, finalmente, el Azul Perpetuo. Al ser un libro que termina con la historia, la autora ya no necesita meter nuevas cosas o presentar a nuevos personajes, por lo que esa lentitud que quizás se sentía al iniciar los primeros capítulos aquí desaparece, tan solo habiendo preparaciones de aquello que vendrá después. Y es que después de este comienzo empieza lo fuerte, con unas escenas ágiles y llenas de peligros y acción que no harán sino otorgarle una rapidez muy beneficiosa a a lectura, la cual se vuelve más que entretenida. Aquí es cuando se empezarán a mover las primeras fichas de este elaborado e intenso ataque, siguiendo con la acción que no parará en casi ninguna ocasión. Tras esto, si que se va a estar más pausado, tiempo para descansar de lo vivido anteriormente, pero la trama se concentrará en algo diferente que sigue dejando un buen sabor de boca. Esa alianza creada entre residentes y la tribu de los Cuernos cobrará más protagonismo y veremos su parte, su forma de trabajar y de pensar además de encontrarnos con un miedo generalizado que convierte sus actos en despiadados que seguirán causándoles estragos a nuestros protagonistas. Estos capítulos siguen conservando esa rapidez de lectura tan fresca y original que caracteriza la trilogía en general, pero sobre todo habrá lugar para las primeras sorpresas y promesas, que ayudarán a que el libro tenga algunos giros argumentales que no podíamos pronosticar.
Hacia el Azul Perpetuo explota esa retención que tenían los dos libros anteriores en cuanto a tener un ritmo constante y que no decae, muy dinámico y con pocos altibajos que te mantienen enganchada y muy atenta en todo momento. Porque no ha sido solo el comienzo lo que entra con mucha fuerza, el resto del libro será igual, ya sea por la mitad o el final. Porque lo que tiene esta tercera parte no es rapidez para zanjar todas las cosas sino que la autora ha querido dosificar cada aspecto o cada subtrama dentro de la principal de una manera que ni llega a aburrir ni llega a ser precipitado. Cuando estaba antes las últimas cien páginas os aseguro que no sabía muy bien que es lo que se iba a contar en ellas ya que prácticamente estaba todo resuelto y Rossi vuelve a resurgir personajes, sentimientos y contradicciones para empezar a darle ese broche final con el que ha conseguido que, desde el principio, esta sea una lectura compacta y más que capaz de engancharte y no soltarte.
No estoy por destacar ningunos puntos específicos de este libro, ya que todo el tiempo me ha parecido que se seguía muy acorde con los libros anteriores, los cuales ya tienen en su poder lo que más me gusto, algo que más o menos se vuelve a repetir aquí también, una visión más generalizada de este mundo exterior además de esa tecnología tan superior que tenían los residentes. Sin embargo, si que quiero hablar de algo muy positivo para la historia y es que siempre que solemos leer una historia donde hay que salvar al mundo de la extinción o algo parecido, esa función la tienen alguno de los personaje principales, o bien él o bien ella. Y, sin embargo, el que se de verdad se tiene que arriesgar en todo momento es un personaje muy dulce que tiene el poder de cambiarlo todo en sus manos, cosa que me ha gustado. Y me explico: ya desde el principio se ve como a la autora le gusta crear, innovar dentro del género y hacer de sus personajes unos que no se vena siempre por todos lados y, hasta el final, ha seguido manteniendo esa línea creando a un personaje secundario como el que realmente es el principal de la historia y me ha encantado.
Lo que sí puedo concluir ahora que me he leído los tres libros es que me ha quedado un pequeño vacío por rellenar y me surge una pregunta: ¿qué pasa con el resto de tribus? Ya se ha mencionado que, a parte de los Mareas, existen otras tribus circundantes, con diferentes Señores de la Sangre y habitantes, los cuales supongo tendrán los mismos problemas con el éter que el que se muestra en los Mareas. No sé si me he perdido algo por el camino, pero no recuerdo nada de que hubieran desaparecido, así que es como que se han dejado de lado y realmente pensaba que todos iban a adentrarse en el Azul Perpetuo, sin dejarse a nadie atrás. Y, si fuera que esas tribus han desaparecido por culpa de un ataque de éter, dudo mucho que no hubiera más. Aunque bueno, eso son cosas que se quedan en mi mente y que he querido exponer, nada más.
Tal y como dije en las reseñas anteriores, la pluma de Veronica Rossi se ha colado entre mis preferidas. Magistral, detallista, original, atrevida, son algunos de los adjetivos que podría darle a estas alturas. Me ha parecido una autora muy lista, que ha ido conectando cada pieza sin problemas desde el principio. Como siempre, las escenas son ricas, las conversaciones no se quedan planas, sino que tienen un mensaje, el ambiente lo recrea a la perfección sin estar demasiado concentrada en lo que se quiere reproducir. Lo ha medido todo maravillosamente, llevando cada cabo suelto a su sitio a su debido tiempo, sin carreras de ningún tipo para que todo quede perfectamente sellado.
De los personajes, creo que no hablaré en esta ocasión de los principales, sino que quiero destacar a esos secundarios que más me han sorprendido. ¿Quién iba a pensar que Soren, tras ver lo que ocurre en el primer libro, iba a colarse tanto en mi corazón? Lo adoro y mucho. Es un chico con un humor sarcástico con el que me he reído en numerosas ocasiones, lo dice todo de manera muy directa, cosa que me encanta. Y, aunque parezca que primero mirará por él, luego demuestra que sus amigos son más importantes. No esperaba este cambio tan brusco del personaje, pero me ha encantado; Tizón siempre ha sido un personaje muy dulce y aquí también vemos la predisposición que tiene ante la situación, arriesgando su propia vida para el bienestar de todos, incluso para aquellos que, en un pasado, se portaron al con él. Perdona y ve de otra manera aquello que lo hace especial, siendo un niño que ha sufrido mucho y que lo quiere dar todo; Loran es un personaje que será muy importante en esta tercera parte y me ha acabad agradando más de lo que esperaba Se muestra como el fiel soldado de Vison, pero tiene bien claro cuales son sus ideales, siendo muy leal así mismo. Es un hombre que no se deja mostrar demasiado pero que se nota tiene una bondad inmensa.
¿Cómo despedirme definitivamente de esta trilogía y personajes? No lo sé, para que engañaros. Ha sido un viaje extraordinario que me ha dejado boquiabierta en todo momento gracias a la inmensidad de esta historia, que me ha dado la oportunidad de conocer algo totalmente nuevo, de los personajes, que ya forman parte de mi vida lectora, y de la pluma de esta autora, la cual espero poder probar de nuevo. Fascinante, única y brillante.
Para poner punto y final a la historia de Aria y Perry, Rossi nos encomienda una misión importante y peligrosa que nos llevará a nuevos rincones para descubrir la fuerza real de este éter que sigue consumiendo la Tierra y que nos demuestra su forma de ejercer en los demás, dotando a los personajes de diferentes metas, con un ansía de poder que deja vidas atrás, un amor entre dos personas que rompe con las diferencias para mostrar que, seas como seas y vengas de donde vengas, pueden aceptarte tal y como eres y con ello llegar a vencer y lograr aquellos que te propones. Sin dejar atrás la narración a dos voces, Hacia el Azul Perpetuo también será contado por Aria y Perry, aunque esta vez no van a estar tan separados como el libro anterior, aunque sí que vivirán escenas y conversaciones muy diferentes. Empezando poco después de lo que pasó al final del segundo libro, no tardaremos en meternos directamente en el inicio de un plan cuya finalidad es encontrar, finalmente, el Azul Perpetuo. Al ser un libro que termina con la historia, la autora ya no necesita meter nuevas cosas o presentar a nuevos personajes, por lo que esa lentitud que quizás se sentía al iniciar los primeros capítulos aquí desaparece, tan solo habiendo preparaciones de aquello que vendrá después. Y es que después de este comienzo empieza lo fuerte, con unas escenas ágiles y llenas de peligros y acción que no harán sino otorgarle una rapidez muy beneficiosa a a lectura, la cual se vuelve más que entretenida. Aquí es cuando se empezarán a mover las primeras fichas de este elaborado e intenso ataque, siguiendo con la acción que no parará en casi ninguna ocasión. Tras esto, si que se va a estar más pausado, tiempo para descansar de lo vivido anteriormente, pero la trama se concentrará en algo diferente que sigue dejando un buen sabor de boca. Esa alianza creada entre residentes y la tribu de los Cuernos cobrará más protagonismo y veremos su parte, su forma de trabajar y de pensar además de encontrarnos con un miedo generalizado que convierte sus actos en despiadados que seguirán causándoles estragos a nuestros protagonistas. Estos capítulos siguen conservando esa rapidez de lectura tan fresca y original que caracteriza la trilogía en general, pero sobre todo habrá lugar para las primeras sorpresas y promesas, que ayudarán a que el libro tenga algunos giros argumentales que no podíamos pronosticar.
Hacia el Azul Perpetuo explota esa retención que tenían los dos libros anteriores en cuanto a tener un ritmo constante y que no decae, muy dinámico y con pocos altibajos que te mantienen enganchada y muy atenta en todo momento. Porque no ha sido solo el comienzo lo que entra con mucha fuerza, el resto del libro será igual, ya sea por la mitad o el final. Porque lo que tiene esta tercera parte no es rapidez para zanjar todas las cosas sino que la autora ha querido dosificar cada aspecto o cada subtrama dentro de la principal de una manera que ni llega a aburrir ni llega a ser precipitado. Cuando estaba antes las últimas cien páginas os aseguro que no sabía muy bien que es lo que se iba a contar en ellas ya que prácticamente estaba todo resuelto y Rossi vuelve a resurgir personajes, sentimientos y contradicciones para empezar a darle ese broche final con el que ha conseguido que, desde el principio, esta sea una lectura compacta y más que capaz de engancharte y no soltarte.
No estoy por destacar ningunos puntos específicos de este libro, ya que todo el tiempo me ha parecido que se seguía muy acorde con los libros anteriores, los cuales ya tienen en su poder lo que más me gusto, algo que más o menos se vuelve a repetir aquí también, una visión más generalizada de este mundo exterior además de esa tecnología tan superior que tenían los residentes. Sin embargo, si que quiero hablar de algo muy positivo para la historia y es que siempre que solemos leer una historia donde hay que salvar al mundo de la extinción o algo parecido, esa función la tienen alguno de los personaje principales, o bien él o bien ella. Y, sin embargo, el que se de verdad se tiene que arriesgar en todo momento es un personaje muy dulce que tiene el poder de cambiarlo todo en sus manos, cosa que me ha gustado. Y me explico: ya desde el principio se ve como a la autora le gusta crear, innovar dentro del género y hacer de sus personajes unos que no se vena siempre por todos lados y, hasta el final, ha seguido manteniendo esa línea creando a un personaje secundario como el que realmente es el principal de la historia y me ha encantado.
Lo que sí puedo concluir ahora que me he leído los tres libros es que me ha quedado un pequeño vacío por rellenar y me surge una pregunta: ¿qué pasa con el resto de tribus? Ya se ha mencionado que, a parte de los Mareas, existen otras tribus circundantes, con diferentes Señores de la Sangre y habitantes, los cuales supongo tendrán los mismos problemas con el éter que el que se muestra en los Mareas. No sé si me he perdido algo por el camino, pero no recuerdo nada de que hubieran desaparecido, así que es como que se han dejado de lado y realmente pensaba que todos iban a adentrarse en el Azul Perpetuo, sin dejarse a nadie atrás. Y, si fuera que esas tribus han desaparecido por culpa de un ataque de éter, dudo mucho que no hubiera más. Aunque bueno, eso son cosas que se quedan en mi mente y que he querido exponer, nada más.
Tal y como dije en las reseñas anteriores, la pluma de Veronica Rossi se ha colado entre mis preferidas. Magistral, detallista, original, atrevida, son algunos de los adjetivos que podría darle a estas alturas. Me ha parecido una autora muy lista, que ha ido conectando cada pieza sin problemas desde el principio. Como siempre, las escenas son ricas, las conversaciones no se quedan planas, sino que tienen un mensaje, el ambiente lo recrea a la perfección sin estar demasiado concentrada en lo que se quiere reproducir. Lo ha medido todo maravillosamente, llevando cada cabo suelto a su sitio a su debido tiempo, sin carreras de ningún tipo para que todo quede perfectamente sellado.
De los personajes, creo que no hablaré en esta ocasión de los principales, sino que quiero destacar a esos secundarios que más me han sorprendido. ¿Quién iba a pensar que Soren, tras ver lo que ocurre en el primer libro, iba a colarse tanto en mi corazón? Lo adoro y mucho. Es un chico con un humor sarcástico con el que me he reído en numerosas ocasiones, lo dice todo de manera muy directa, cosa que me encanta. Y, aunque parezca que primero mirará por él, luego demuestra que sus amigos son más importantes. No esperaba este cambio tan brusco del personaje, pero me ha encantado; Tizón siempre ha sido un personaje muy dulce y aquí también vemos la predisposición que tiene ante la situación, arriesgando su propia vida para el bienestar de todos, incluso para aquellos que, en un pasado, se portaron al con él. Perdona y ve de otra manera aquello que lo hace especial, siendo un niño que ha sufrido mucho y que lo quiere dar todo; Loran es un personaje que será muy importante en esta tercera parte y me ha acabad agradando más de lo que esperaba Se muestra como el fiel soldado de Vison, pero tiene bien claro cuales son sus ideales, siendo muy leal así mismo. Es un hombre que no se deja mostrar demasiado pero que se nota tiene una bondad inmensa.
¿Cómo despedirme definitivamente de esta trilogía y personajes? No lo sé, para que engañaros. Ha sido un viaje extraordinario que me ha dejado boquiabierta en todo momento gracias a la inmensidad de esta historia, que me ha dado la oportunidad de conocer algo totalmente nuevo, de los personajes, que ya forman parte de mi vida lectora, y de la pluma de esta autora, la cual espero poder probar de nuevo. Fascinante, única y brillante.
¡Muchas gracias a Ediciones B por el envío del ejemplar!
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