viernes, 14 de diciembre de 2018

Reseña 'El príncipe cruel' de Holly Black

¡Hola ciudadanos! ¿Qué tal? ¿Cómo habéis llevado la semana y este viernes? Regreso hoy por aquí para traeros la reseña del que ha sido el último libro que he leído, El príncipe cruel de Holly Black, una de las novedades más esperadas de cara a finales de año y que he tenido la suerte de poder leer gracias a la editorial que lo ha traído a España, Hidra. Siendo el comienzo de una nueva trilogía de fantasía, este mundo de fae ha venido  para quedarse con fuerza, una primera parte que, ya os digo, me ha gustado mucho. ¡Vamos a ello!

Título: El príncipe cruel
Título original: The Cruel Prince
Trilogía/Saga: Sí
Autor/a: Holly Black
Editorial: Hidra
Páginas: 464
Precio: 17,50€
ISBN: 9788417390617
SINOPSIS: 
Jude tenía siete años cuando sus padres fueron asesinados y, junto con sus dos hermanas, fue trasladada a la traicionera Corte Suprema del Reino Feérico. Diez años más tarde, lo único que Jude desea, a pesar de ser una mera mortal, es sentir que pertenece a ese lugar. Pero muchos de los habitantes desprecian a los humanos. Especialmente el Príncipe Cardan, el hijo más joven y perverso del Alto Rey. Para hacerse un hueco en la Corte, Jude deberá enfrentarse a él. Y afrontar las consecuencias. Como resultado, se verá envuelta en las intrigas y engaños del palacio, además de descubrir su propia habilidad para el derramamiento de sangre. Al tiempo que la guerra civil amenaza con arrasar las Cortes Feéricas, Jude se verá obligada a poner en riesgo su propia vida con una peligrosa alianza.

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La vida de Jude cambió cuando el mundo fae chocó con el suyo. Una pelea, gritos, una espada y, después, la sangre derramada. Sus padres, muertos, sus hermanas, vivas pero asustadas. EL asesino de sus padres, su nuevo tutor. El mundo fae, aquel en el que crecerá. Jude y su hermana gemela Taryn nunca han sido bien tratadas entre los fae más allá de las cuatro paredes de su casa. Atormentadas diariamente por Cardan, el príncipe menor del rey, y sus amigos, Jude ha tenido que hacer frente a un sin fín de pruebas malvadas: comida estropeada, hechizos con malas intenciones, amenazas, golpes... pero Jude sabe que, si se rinde, si hace lo que su hermana le dice, que se mantenga alejada y agachada, nunca terminará. Porque su sueño es pertenecer a este mundo, ser tratada igual. Aunque Cardan y su séquito se empeñen con gran esfuerzo a conseguir lo contrario. Sin embargo, para Jude puede haber aún una esperanza de ser reconocida, respetada. Es posible que convertirse en caballero no llegue a darle todo lo que realmente necesita conseguir, y meterse en los entresijos de palacio, servir como espía, conseguir altos secretos, podría suponerle la consecución de sus objetivos. Pero nada es como parece. Una gran amenaza se alza entre la corona, algo que podría cambiar el mundo que conoce para siempre, y Jude sea, posiblemente, la única capaz de impedir que algo así ocurra... aunque tenga que aliarse con alguien a quien siempre ha despreciado, a quien siempre ha visto como un enemigo. Cardan.

El príncipe cruel es de esos libros que, por su sinopsis y su mundo, os puede recordar o sonar a la famosa saga de Sarah J. Maas, ACOTAR. Pero no tienen nada que ver, ni ninguna semejanza. Bajo un mundo subterráneo que, se sabe, comparte universo con los libros de Cassandra Clare, Holly Black nos presenta un inicio de fantasía interesante y sorprendente, un libro que, si eres fan de este tipo de historias, tienes que leer sí o sí. Bajo una narración en primera persona a través de nuestra protagonista, Jude, el libro se encuentra dividido, a su vez, en dos partes denominadas primer libro y segundo libro. El libro primero esconde esa introducción tan característica de los libros que empiezan una trilogía o saga, unos primeros capítulos ambientados en el pasado, siendo Jude una niña y viviendo felizmente en el mundo humano, para contarnos esos acontecimientos que le cambiaron la vida, el asesinato de sus padres y cómo fue llevada, bajo protección, al reino de los fae. Tras un salto de diez años, nos situaremos en una lectura que acompañará a Jude y su hermana en su día a día, siendo esta parte una bastante lineal en la que, en la mayor parte de las páginas, no va a suceder gran cosa salvo sobrevivir de los maltratos a los que son sometidas diariamente con palabras, provocaciones y enfrentamientos cara a cara. Será en estos momentos cuando la ambientación se empieza a desarrollar, unos datos que mantienen el interés activo, que consiguen tenerte dentro del libro a pesar de ser una lectura que, en esos momentos, carece de acción o situaciones extremas de tensión y peligro, conociendo los juegos de este mundo, algunos de los personajes secundarios, su forma de ser, actuar y de interaccionar con el espacio tan mágico que se nos abre alrededor. Todo esto se seguirá teniendo, pero llegados a un punto, empiezan a aparecer algunos toques que le dan a esta trama que, hasta entonces, había sido bastante lineal, un elemento nuevo con el que vuelve a captar nuestro interés, consiguiendo con ello Black no desengancharte ni darte la sensación de pesadez. Poco a poco la historia se vuelve algo más temerosa, Jude empieza a meterse en situaciones de peligros y será entonces cuando se empiece a desarrollar todo lo que va a suceder en la segunda mitad del libro. Porque vaya segunda mitad. Todo se revuelve, cambia, empiezan a suceder cosas emocionantes. Hay giros argumentales, la trama se vuelve más adictiva, más explosiva. Los secretos guardados empiezan a abrirse, las estrategias empiezan a funcionar y todo ese principio que se veía como primera toma de contacto a algo mucho más grande evoluciona para meterse de lleno en todo un alboroto que me ha dejado, a cada página, con la boca abierta, juntándose cada una de esas piezas para desembocar en un final que vuelve a sorprender, que no esperabas venir en ningún momento y que deja la historia con una tensión no resuelta, dejándote con demasiadas ganas de leer la continuación.

Creo que, para esta reseña, voy a comenzar por las cosas que menos me han gustado del libro. Y creo que lo que menos me ha gustado ha estado justamente en esa primera parte de la lectura. Me ha chirriado mucho el comportamiento de los personajes. Se supone que tienen entre diecisiete y diecinueve años, pero todo lo que hacían era muy infantil, inmaduro. La manera de acosar, de meterse con Jude y su hermana. Parecían niñatos y niñatas en lugar de personas más adultas. Cuando estaba leyendo esa parte me daba la sensación de que estaba leyendo más una historia sobre bullying que otra cosa, porque ese mundo fae se pierde un poco. Además, al no tener nada más que sobresaliera con respecto a eso, se me hacía algo monótono que todo el tiempo fueran las mismas situaciones. Menos mal que luego todo cambia y la trama da un giro impresionante que le ha venido genial, era lo que necesitaba. Junto a esto está la ambientación, que ya he mencionado que, a causa de tener a unos personajes peleándose constantemente, se queda algo agazapada. Pero tampoco es una ambientación a destacar. Sí que es cierto que tenemos lo básico: mitos, fábulas, acciones históricas, nombres de leyendas; Se mencionan algo las demás cortes, tenemos un poco del funcionamiento de este reino... pero no es una ambientación desarrollada con mucha profundidad y detalles. Había momentos en los que no sabía donde estaba, me he confundido con las zonas, no sabía si estaba en un punto u otro cuando Jude se movía. Es como que todo eso no ha tenido importancia para la autora y se ha quedado mencionado de manera superficial y ya. Lo mismo me ha pasado con algunos personajes, incluso con la propia Jude al principio. Me costaba congeniar con ellos, con ella. Me gustaba su carácter luchador, es algo que siempre ha mantenido y, a  medida que avanza el libro, demuestra más cosas con las que me ha conquistado completamente. Pero la mayoría se han quedado en la sombra, no he conseguido tener grandes detalles ni de Cardan, ni de Locke, ni de Vivi, ni de muchos más. Eso sí, cada uno tiene su papel, algunos más importantes que otros, y estoy segura de que en los siguientes libros eso se va a desarrollar a algo más, que tendrán más peso. Pero salvo Jude, algo de Cardan y pocos más, no me han dicho demasiado.
¿Qué cosas sí me han gustado? Hay una cosa menor y otra principal. La menor es el romance. ¡No hay romance! No hay una historia de romance propiamente dicha. Es más política, supervivencia, lucha que otra cosa. Y creo que, si la autora hubiera puesto a Jude dentro de un romance, ésta hubiera perdido mucho. Creo que ha sido un punto a favor porque, al principio, sí tenía esa sensación de toparme con alguna subtrama así, pero luego he visto que no, que este libro es impredecible. Y eso me encanta. Que nunca sepas qué va a pasar, es lo mejor. Así que no, no hay romance y lo he agradecido enormemente. Creo que no usarlo como recurso ha venido bien para cuajar el final del libro, ha venido bien para que Holly haga lo que ha hecho porque, de otra manera, no hubiera funcionado. No crear ninguna conexión sentimental en Jude le ha dado ese toque independiente, frío y calculador que tiene, lo que ha hecho que actuase de esa manera buscando siempre su propio bienestar. Y eso es lo que más me ha alucinado. Cómo Holly, en esa segunda mitad del libro, lo cambia todo. Da vida, mucho juego, nuevos toques. Se convierte todo en algo inestable, todo puede pasar y, de verdad, pasan muchas cosa que me han dejado KO. Nunca te lo esperas, siempre hay sorpresas y se abre un juego mental y táctico impresionante. Todo ese mundo fae se convierte, de pronto, en un tablero de ajedrez, donde los peones se mueven lentamente para dejar que la reina haga jaque mate. Lo he recibido todo tan bien, me lo he pasado pipa a pesar del sufrimiento que se vive, todo se desarrollaba de manera vertiginosa, Jude ha estado magistral y, dios, DIOS, el papel de Cardan. Es que me muero por leer el siguiente libro porque se ha quedado la cosa que madre mía, y necesito tener y ver qué va a pasar ahora con todo. 

Así que, en resumen, tenéis que leer este libro sólo para quedaros ojipláticos con el final. Jude como protagonista es un soplo de aire fresco, la historia de El príncipe cruel va evolucionando a medida que la historia va avanzando, y pasamos de un inicio lento y monótono donde no podéis caer en el engaño de que siempre será así, donde quizás los personajes no dicen mucho, a una trama arrolladora en la que va a pasar absolutamente de todo, y donde esos mismos personajes empiezan a tener algo más de peso y protagonismo. 

¡Muchas gracias a Hidra por el envío del ejemplar!




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