miércoles, 30 de septiembre de 2015

Reseña 'Medio Mundo' de Joe Abercrombie

¡Hola ciudadanos! Sí, lo sé, estamos a mitad de semana y es ahora cuando os dejo una nueva reseña. Decir que el ciclo me tiene bien entretenida es quedarme corta, porque apenas tengo tiempo para hacer lo que siempre he hecho hasta ahora cuando tenía muchísimo tiempo libre. Peor bueno, que llegar, llego, así que aquí estamos. La reseña de hoy es la segunda parte del libro que estuve leyendo anteriormente, Medio Rey, un libro que probé principalmente por el autor y sus buenas críticas y el cual me gustó mucho a pesar de sus fallos. Pues bien, Medio Mundo se ha publicado aquí en España hace una semana, más o menos, y si todavía no os habéis hecho con él...¡hacedlo! En serio, menuda segunda parte que me he encontrado, fantástica, impresionante e inmejorable. Esta trilogía no me está decepcionando en absoluto y me encanta. Así que si queréis saber más sobre mi opinión, aquí os la dejo:


AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers del libro anterior
Medio mundoTítulo: Medio Mundo
Título original: Half the King
Trilogía/Saga: Sí
Autor: Joe Abercrombie
Editorial: Fantascy
Páginas: 448
Precio: 18,90€
ISBN: 9788415831631
FICHA TÉCNICA
SINOPSIS: Espina Bathu es una de las pocas chicas de Gettlandia que ha recibido el don de la Madre Guerra. Desesperada por vengar la muerte de su padre, vive para la lucha. Pero tras un trágico accidente en el cuadrado de entrenamiento, su propio instructor la tacha de asesina y se convierte en una proscrita. Zafándose del destino, la joven queda atrapada en una conspiración cuando se embarca en la nave del padre Yarvi, un clérigo tremendamente astuto. Junto con el resto de la tripulación, Espina surcará medio mundo en busca de aliados para luchar contra el despiadado Alto Rey, y aprenderá lecciones muy duras a base de engaños y sangre. La acompaña en este viaje el joven Brand, un guerrero que odia matar. Aunque en una sociedad tan bélica como esta se le considera un fracasado, el periplo por el mar Quebrado le ofrecerá una oportunidad inesperada para redimirse a los ojos de todos.
Le tenía algo de miedo a esta segunda parte y no porque pensara que me iba a decepcionar o algo por el estilo. De eso nada. Gran parte de mi mente sabía que este libro me iba a gustar tanto como el anterior, pero siempre queda esa duda sobre si se resolverían o no esos conflictos que encontré en Medio Rey que hicieron que su puntuación bajase. Y tenía ese pequeño miedo por esa razón, no quería encontrarme con las mismas características, sino con algo más cambiado, más maduro o más evolucionado, una de las historias propias del autor que llegan a tener todo lo que un lector espera de él. ¿He encontrado lo que esperaba? Mucho más que eso. Medio Mundo es una segunda parte que, partiendo de la misma ambientación, ha dado un cambio muy grande a la hora de enfocar la historia y de tratar a los personajes, mucho más completa, que sigue conservando ese espíritu imparable e insaciable y que consigue demostrar que es capaz de seguir hacia adelante, mostrando cosas nuevas que te dejan muy satisfecha.

Desde que era una niña y debido a las historias de guerra y combates que su padre le contaba, Espina Bathu ha soñado con poder pasar la dura prueba de convertirse en guerrera y servir al rey protegiendo Gettlandia. Ser un hombre significa una accesibilidad al puesto más directa y rápida, pero ser mujer le provoca miradas de desaprobación y dificultades que obstaculizan su meta. Y es en una de esas ocasiones cuando parece que todo por lo que Espina había luchado se desmorona. Tachada de asesina, su futuro es una muerte segura, pero el padre Yarvi parece que tiene otros planes para ella y que su destino está más lejos de quedarse allí para morir. Brand, por otro lado, nunca ha sido el valiente guerrero que tendría que ser. Cuando Espina comente un error fatal, algo hace que una culpabilidad se instale en él y decide calmarla haciendo algo impensable para alguien de su posición. Traicionar a los suyos significa dejar atrás sueños, que empiezan a romperse desde que su defensa a Espina se hace presente. Yarvi, antiguo ocupante de la Silla Negra, posterior esclavo y ahora clérigo, renunciando a todos sus derechos, ve a lo lejos como una guerra entre continentes y países está a punto de llegar. El rey Uthil, amante del acero y la lucha, ansía poder blandir su espada y derramar sangre, pero Gettlandia está sola y obtener aliados será fundamental para poder tener opciones a al victoria. Con una nueva tripulación, el padre Yarvi, junto a Espina y el recién adquirido Brand, se embarcan en un viaje a través del mar Quebrado para intentar hacer nuevos amigos. Pero las relaciones diplomáticas serán complicadas de deshacer para volverlas a crear cuando el Alto Rey infunde temor ante aquellos que osan ponerse en su contra. Espina tiene que dejar atrás su niñez y empezar a convertirse en una mujer, siendo entrenada para convertirse en alguien letal y de vital importancia. Para Brand, será la oportunidad de hacerse valer y demostrar que puede hacer grandes cosas. Y mientras Espina y Brand comprenden que el viaje podría darles más de los que esperaban, la muerte sigue acercándose a pasos lentos.

Si en Medio Rey, Joe Abercrombie nos dejaba a Yarvi para hacernos ver que, a pesar de tus propias dificultades, puedes llegar a conseguir todo lo que te propones teniendo esperanza y fuerza, en Medio Mundo nos mostrará una historia de coraje y venganza, de miedos y decisiones, de cambios y dificultades que pondrán al límite a cada uno de los nuevos personajes, para hacerles ver que nada se pone en bandeja para que lo agarres acercando la mano, sino que, sea cual sea el propósito, existe algo que está dispuesto a hacerte retroceder y sacar tus garras para vencer lo que te separa de tus sueños. A diferencia de lo que se pudo ver en el libro anterior, Medio Mundo trae algo nuevo en su narración y es el baile entre perspectivas, ya que ahora serán dos personajes los que nos darán su visión y su pensamiento, consiguiendo que algunos de los sucesos que perdían detalles vuelvan a recuperarlos al añadir la perspectiva del otro. Siendo ese el único cambio a simple vista, esta segunda parte se fragmenta en partes, algo característico de los dos libros, que sigue dejando partes con ritmo diferente. Así pues, el comienzo es algo parecido aunque también algo diferente ya que, al tener que contar una historia diferente a lo que se vio en el primer libro, vuelve a haber una introducción que no es tan rápida como la de Medio Rey, sino que esta es más extensa y larga, sin repercutir en el ritmo, ya que no existe lentitud alguna que haga que ese inicio sea pesado. Al tener ahora dos personajes principales, no es lo mismo centrarse en uno solo que en dos, explicándonos su manera de ser, las cosa que les pasan o como viven, por lo que es normal que vaya dando pasos cortos al comenzar. Pero, sinceramente, es un libro capaz de engancharte desde el principio gracias a su fuerza y a sus personajes, que te llaman la atención desde el principio, por lo que pronto te encontrarás sumergida en esos momentos cargados de emoción, acción e inteligencia que tanto van a enganchar. Aquí va a pasar como en Medio Rey, una trama que puede dejar escenas rápidas, dinámicas, muy entretenidas y absorbentes, para luego descansar unos segundos y volver con fuerza a retomar eso que había dejado por poco rato. 

Para mí, esta segunda parte ha sido arrolladora, inagotable y con más energía, jugando muy bien con todos los elementos que se ponían por delante, dejando una lectura divertida en algunos momentos, llena de tensión en otros, con peligros acechando desde todas partes, con traiciones que dan pequeños giros a la trama. Y así es como definiría casi todo el centro del libro, lo que más he disfrutado y lo que realmente ha conseguido mantenerme enganchada sin soltarme ni un segundo. Digo esto porque llega un punto en el que parece que todo está resuelto, que el tema principal ha terminado de andar para convertir la lectura en un punto y aparte que se usa para desarrollar a los personajes, algo que ha sabido entrar justo cuando era el momento para no perder el hilo de la concentración, para desembocar en unos capítulos finales de infarto, con nuevas sorpresas para dejarte una vez más la boca abierta, con una lucha furiosa y dura que te deja embobada leyendo de todo lo que algo así de simple te puede dar. Medio Mundo es una segunda parte que sigue el estilo de Medio Rey, un libro que empieza algo lento al principio pero que se va agrandando a medida que se avanza, una trama que tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de esos libros que se te meten dentro y que son difíciles de expulsar.

Si sois de los que os leísteis mi reseña del libro anterior, sabréis que dije que tenía cosas negativas que fueron provocadas por una ligereza a la hora de narrar que se dejaba atrás explicaciones sobre el ambiente o detalles que me hubieran gustado conocer. Pues bien, Medio Mundo ha cubierto cada uno de esos fallos para levantarse con esos huecos rellenos. Aquí sí he podido disfrutar más de todo este mundo imaginado por el autor, conociendo nuevos poblados y ciudades, diferentes culturas, reinos lejanos, lugares peligrosos o llenos de mitos espeluznantes. He podido involucrarme mucho con su naturaleza, con sus tradiciones, palpar su forma de ver la religión, lo tan importante que es para la vida que se extiende a través de este continente. Me he sentido más cercana a todo y me ha encantado poder saborear así la imaginación de Abercrombie. Porque otro de los fallos que observé en el libro anterior fue una poca profundización entre los personajes, donde la gran mayoría se me quedaron muy planos, estando aquí los nuevos que aparecen o lo más importantes descritos con mucha delicadeza y dejando ver las hebras que los conducen a ser como son, algo que ha hecho que me sintiera más cercana a ellos o que pudiera empatizar. Lo último que quiero destacar como positivo, que aya digo que todo el libro lo ha sido, es el romance, uno que existe y que no queda nada mal en una historia tan bélica como esta. El autor lo ha llevado de una manera tan escondida, pausada y real que ha conseguido aparecer sin crear un gran impacto en el lector, porque se han ido dejando pistas, sentimientos y una tensión amorosa que han ido preparando el terreno para la conclusión que, como ya he dicho, pega sin complicaciones con el libro.

He visto a un Joe Abercrombie diferente, como si él hubiera crecido también junto a los personajes y la historia. Antes había sido más directo, sin extenderse demasiado en las cosas que pasaban, pero en este libro he visto como se ha ido entreteniendo con esa amplitud del escenario, explicando cada curiosidad de ciudades, explicando parte de la historia de los nuevos reinos que se ven o llevando a unos personajes determinantes con sus miedos y aspiraciones para darlos a conocer perfectamente. Todo ello usando un vocabulario que se entiende sin problemas, sin usar términos extraños e incomprensibles y de la manera más cercana posible. Incluso tiene la capacidad de volver a esconder cosas que pasan desapercibidas pero que, al final, cobran tal importancia que consigue pillarte desprevenido, o crear conversaciones ingeniosas y divertidas con las que eres capaz de echar más de una risa.

De los personajes, ya he dicho más arriba que me han parecido más completos que aquellos que salían en el primer libro, pero cada uno de ellos merece su mención o, al menos, los más importantes. En primer lugar, está Espina, una protagonista que se hace querer y de las que poco abundan. Es aquella que se vale por sí sola, valiente, peleona, dura, que no necesita a nadie más para acabar con un grupo entero de hombres, decidida, temerosa y estratega. Me ha gustado mucho ver como tiene sus propias preocupaciones, mucha personalidad y se sale de lo que suele ser una chica protagonista en este tipo de género, tan igualada con los hombres. Sí que se ve algo de desprecio hacia ella, pero levanta al cabeza, siempre en lo más alto, y no se rinde jamás. Es una chica que lo da todo, defiende a los demás, se encierra en sí misma pero se abre poco a poco para acercarse a los demás y es algo que me ha encantado, que vaya evolucionando a lo largo de la lectura. Después está Brand, el otro protagonista, un chico muy dado a su familia, que ha sufrido desde pequeño, humilde, sincero y con una parte lindísima. Porque tiene ese miedo a estropearlo todo, entonces se queda callado sin mostrar demasiado sus pensamientos, pero tu sí ves como se siente en cada momento y no puedes darle la espalda. Al igual que Espina, defiende lo que quiere sin rendirse y es algo admirable. Y el padre Yarvi entre otros, que aún siendo clérigo tiene bien presente lo que se hace y lo que fue de él anteriormente, como esos juramentos siguen acechándolo en el aire y le hacen ver que tiene cosas pendientes. Para mí ha sido el personaje más calculador e inteligente, el que ha sabido estar y jugar y en Medio Rey se veía por donde iba a tirar.

Medio Mundo es una continuación poderosa, atractiva y bien llevada, que empieza también con algo de lentitud, pero que va mejorando a medida que pasan las páginas, con escenas rápidas, sin parar apenas para descansar, sucediéndose una cosa tras otra, teniendo cabida en esta ocasión a los sentimientos y a una mayor profundización de los personajes, algo que te termina encantando y que no te deja para nada indiferente.



¡Muchas gracias a Fantascy por el envío del ejemplar!


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