¡Hola ciudadanes! ¿Qué tal? ¿Cómo habéis pasado la semana? Ya estamos en un nuevo finde y. bueno, con los cambios que ha sufrido mi tiempo libre en la última semana, creo que tendré que trasladarlos a esto del blog en cuanto a reseñas. Se suponía que ayer era el momento de dejaros la opinión del último libro que he leído, pero el trabajo me impide leer al mismo ritmo que antes, por lo que seguramente ya no veáis los lunes y los viernes como días establecidos para las reseñas. Hoy toca y, por eso, aquí vengo a contaros mis impresiones de Las aguas rebeldes de Sara Raasch, el último libro que he tenido la oportunidad de leer de la autora después de que su anterior trilogía, Nieve como Cenizas, me encantara. En este libro nos vamos a sumergir en una bilogía que nos vuelve a transportar a un mundo de fantasía nuevo, donde los piratas también tendrán su parte de protagonismo. ¿Os gustaría saber qué me ha parecido? ¡Pues seguid leyendo!
Título original: These Rebel Waves
Trilogía/Saga: Sí. Bilogía.
Autor: Sara Raasch
Editorial: Puck
Páginas: 416
Precio: 18€
ISBN: 97884
Adeluna es un soldado Cinco años atrás, ayudó a la isla mágica de Gracia Loray a derrocar Argrid, un país gobernado por la religión que los tenía esclavizados. Pero adaptarse a la vida posguerra no ha sido nada sencillo. Cuando un delegado argridiano desaparece durante las negociaciones de paz con el nuevo Consejo de Gracia Loray, Argrid exige justicia… Una justicia brutal... pero Lu sospecha que algo peligroso está a punto de ocurrir. Devereux es un pirata Y, al igual que los piratas de río que andan descontrolados por Gracia Loray, él busca las plantas mágicas de la isla y las vende en el mercado negro. Pero cuando Argrid acusa a los piratas por el secuestro del diplomático desaparecido, Devereux se convierte en el blanco principal. Como navegante experimentado, accede a ayudar a Lu a hallar al argridiano... pero la verdad que descubrirán podría ser incluso más mortal que la mismísima guerra. Benat es un hereje El príncipe heredero de Argrid posee una obsesión secreta con la magia prohibida de Gracia Loray. Cuando el rey (y padre de Ben) le encomienda la tarea sorpresiva de revertir el miedo que Argrid siente hacia la magia, Ben debe tomar una decisión crucial: ¿un príncipe puede cambiar un país devoto o, simplemente, estaría dirigiéndose a su propia hoguera? Cuando las conspiraciones surgen, Lu, Devereux y Ben tendrán que decidir quiénes son realmente... y en qué están dispuestos a convertirse en nombre de la paz.
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Lu ha pasado desde su infancia luchando por los derechos que, cree, su país merece. Después de ser parte de una rebelión que luchó por la libertad y para acabar con una esclavitud que partía la sociedad en dos, ahora forma parte del Consejo que mantiene en flote Gracia Loray y a su gente, junto a sus padres. Sabe que todavía queda mucho por hacer y que cualquier chispa puede encender de nuevo la llama de una guerra, pero curar a su amiga de una enfermedad mortal es ahora su auténtica preocupación. Hasta que esa temida chispa está a punto de saltar. Por su parte, Vex es un pirata buscado por todo el reino. Acusado de diferentes delitos contra Gracia Loray y más allá, lo que Vex no espera es que su encontronazo con Lu, ese que lo lleva de nuevo a prisión, pueda darle una segunda oportunidad. Unidos por una misma causa, la de evitar un nuevo enfrentamiento que podría llevar a la ruina un país que todavía se está recuperando, ambos se embarcan por una aventura que cambiará sus vidas para siempre. Arriesgándolo todo, la confianza de sus padres y la estabilidad de Gracia Loray, Lu hace lo impensable. Pero si quiere encontrar la verdad que se esconde tras una jugada que podría cambiar su mundo tal y como está ahora, hacer eso es la única solución para traer la paz. Aunque Vex guarde sus propios secretos. Al otro lado del charco, Ben sigue viendo como su padre, el rey de Argrid, purifica a los impuros mediante asesinatos masivos en hogueras. Encomendado a los diferentes dioses, Argrid está listo para poder dar un paso más en su poder. Pero el pasado de Ben hará que, quizás, la visión de su padre no sea la suya y, al final, haga aquello que siempre ha temido.
Las aguas rebeldes es la primera parte de una nueva historia de fantasía de Sara Raasch, un libro de un mundo dividido por la religión, donde los piratas campan a sus anchas por los diferentes mares y donde un plan secreto está a punto de explotar, una lectura que estaba esperando con ganas después de que la autora me conquistara con su anterior trilogía y que he podido devorar sin ningún tipo de problema. Narrado en todo momento en tercera persona a través de tres personajes principales, Lu, Vex y Ben, el libro comienza con tres momentos en el pasado de cada uno de esos personajes, aquello que guiará, más adelante, sus sentimientos, sus aspiraciones, sus vidas presentes y cada una de las misiones personales que van a llevar a cabo. Así pues, Sara pronto nos descubre un mundo nuevo donde una magia muy original y novedosa servirá como reyerta para dar paso a todo ese sistema político que existe, algo complejo que, junto a la religión, van a ser los elementos principales por los que se asentará la historia. Esos primeros capítulos van a servir como introducción a toda esta ambientación, con detalles que nos adelantan todo lo que se cuece entre alianzas, mandatos, leyes y enfrentamientos, un reino con una historia pasada de terror y muerte y que, aún, sigue luchando por mantener el control a pesar de los innumerables fallos que, poco a poco, van a ir saliendo para empezar a dar ese toque de peligro y acción que la historia y este libro piden a gritos. Con un ritmo muy rápido y ágil, Las aguas rebeldes es un libro que te envuelve con rapidez, de esos que se convierten, nada más empezar, en una lectura muy adictiva. La acción, una vez que aparece, no va a desaparecer en ningún momento. Siempre va a haber algo por lo que correr o estar luchando y escapando, capítulos que guardan en su interior multitud de situaciones peliagudas en las que, además, se van a ir desvelando esos pequeños secretos que, a medida que van a ir creciendo y desvelando asuntos más grandes, te dejan con la boca abierta. El continuo cambio entre perspectivas ayuda a que el libro fluya sin problemas, un estilo directo que nos va a mover entre dos mundos muy diferentes, el de los piratas y el que hay alrededor de la figura del rey, dentro de todo este reino que se nos va a poner por delante, perfectos para no quedarnos estancados siempre en el mismo sitio, moviéndonos de un lado para otro, estando presente en los diferentes planes que se van a trazar con sus respectos objetivos. Con una buena dosis de intriga que te ayuda a no desengancharte en ningún momento, el final del libro es apoteósico: los grandes misterios al fin verán la luz a raíz de buenos giros argumentales que te dejan totalmente desprevenida y obligándote a asimilar lo que acabas de leer, situaciones donde la muerte va a estar más cerca que nunca, donde se ve realmente, y de una vez, el verdadero propósito de los tres personajes, un final que te deja, sin lugar a dudas, con muchas ganas de más.
Si algo positivo hay que destacar de este libro eso es, sin dudarlo, su ambientación y todo ese mundo mágico que nos plantea. Voy a empezar por esto. Como os he mencionado arriba, es un sistema mágico muy diferente y original, algo que, hasta ahora, no había podido ver en ningún otro libro. El tema principal de esta magia son las plantas. Una magia botánica prohibida, que asusta a gran parte de la población pero que, sin embargo, es hermosa y hace mil cosas. Puede curar, adormecer, paralizar, envenenar, romper cualquier cosa en mil pedazos y mucho, mucho más, cosas que tendréis que ir descubriendo poco a poco. Si bien es cierto que he echado en falta un paso más hacia su comprensión y su explicación, que me hubiera gustado verla de manera mucho más abierta y notoria, esta magia no os va a dejar indiferente. Porque da mucho juego. A parte de esto, la ambientación se compone también de algo muy complejo como es un sistema político duro y muy bien marcado, teniendo aquí consignas precisas y muy detalladas de lo que es, actualmente, todo el reino de Gracia Loray y compañía. Junto a la religión, son dos factores que están muy bien expuestos, creados para que den mucho de qué hablar, para que sean, aunque no de forma física, otro personaje más super relevante dentro de la historia.
No obstante, en esto también radica parte de los puntos negativos de Las aguas rebeldes, sobre todo a causa de la rapidez con la que Sara nos cuenta la historia de este primer libro. Al tener una trama que avanza de manera tan directa no permite que cada uno de esos elementos se cueza a fuego lento. Aunque sí que quede claro algunas cosas con respecto a la magia, la política y la religión, hay cosas que, por ejemplo, no me han quedado muy claras y de las que me ha faltado profundidad. Me hubiera gustado que la autora hubiera pasado más tiempo desarrollando estas partes para asegurarse que todo queda bien entendido, explicado y cerrado antes de pasar a la acción pura. El no tener esto ha hecho que muchas veces, mientras iba leyendo, me perdiera en algunas explicaciones porque no entendía demasiado bien a qué se refería, a quién mencionaba. Existen muchas culturas de las que tampoco llegamos a saber gran cosa y mencionarlas de sopetón, sin apenas tener una base, ha hecho que por momentos me quedara algo atrasada intentando pensar y recordar a qué se debía eso, o quién era tal personaje o quienes eran los otros. Lo mismo ha pasado con los personajes, se me han quedado algo vacíos y lejanos. no he conseguido establecer conexión con ninguno de ellos, Vex me ha gustado por momentos pero no he sido capaz de imaginarme bien a ninguno de ellos, sobre todo a Ben, que se me queda con la sensación de ser un personaje secundario más que uno principal. Al igual que su padre y el reino del que viene, me han faltado detalles de todo. Quizás con Lu sí que me he sentido más cercana, es la que mejor se ha visto, me ha gustado su manera de ser y de actuar, pero ya digo, no la he notado completamente.
Y otra de las cosas que quiero mencionar como punto negativo es el tema de los piratas. Quizás esperaba otra cosa completamente diferente. Y eso ha sido más un problema mío que del propio libro. Cuando leo u oigo piratas siempre me imagino una aventura por mar, batallas navales, cañonazos por aquí y por allá, búsqueda de tesoros y mucha rebeldía. Esto apenas ha estado. Ha sido un viaje precipitado, de nuevo, que no ha explorado del todo este aspecto. El tema pirata es algo a lo que se le puede sacar mucho provecho y creo que a Sara le ha faltado más, emplear estos personajes míticos para algo más grande.
Si algo positivo hay que destacar de este libro eso es, sin dudarlo, su ambientación y todo ese mundo mágico que nos plantea. Voy a empezar por esto. Como os he mencionado arriba, es un sistema mágico muy diferente y original, algo que, hasta ahora, no había podido ver en ningún otro libro. El tema principal de esta magia son las plantas. Una magia botánica prohibida, que asusta a gran parte de la población pero que, sin embargo, es hermosa y hace mil cosas. Puede curar, adormecer, paralizar, envenenar, romper cualquier cosa en mil pedazos y mucho, mucho más, cosas que tendréis que ir descubriendo poco a poco. Si bien es cierto que he echado en falta un paso más hacia su comprensión y su explicación, que me hubiera gustado verla de manera mucho más abierta y notoria, esta magia no os va a dejar indiferente. Porque da mucho juego. A parte de esto, la ambientación se compone también de algo muy complejo como es un sistema político duro y muy bien marcado, teniendo aquí consignas precisas y muy detalladas de lo que es, actualmente, todo el reino de Gracia Loray y compañía. Junto a la religión, son dos factores que están muy bien expuestos, creados para que den mucho de qué hablar, para que sean, aunque no de forma física, otro personaje más super relevante dentro de la historia.
No obstante, en esto también radica parte de los puntos negativos de Las aguas rebeldes, sobre todo a causa de la rapidez con la que Sara nos cuenta la historia de este primer libro. Al tener una trama que avanza de manera tan directa no permite que cada uno de esos elementos se cueza a fuego lento. Aunque sí que quede claro algunas cosas con respecto a la magia, la política y la religión, hay cosas que, por ejemplo, no me han quedado muy claras y de las que me ha faltado profundidad. Me hubiera gustado que la autora hubiera pasado más tiempo desarrollando estas partes para asegurarse que todo queda bien entendido, explicado y cerrado antes de pasar a la acción pura. El no tener esto ha hecho que muchas veces, mientras iba leyendo, me perdiera en algunas explicaciones porque no entendía demasiado bien a qué se refería, a quién mencionaba. Existen muchas culturas de las que tampoco llegamos a saber gran cosa y mencionarlas de sopetón, sin apenas tener una base, ha hecho que por momentos me quedara algo atrasada intentando pensar y recordar a qué se debía eso, o quién era tal personaje o quienes eran los otros. Lo mismo ha pasado con los personajes, se me han quedado algo vacíos y lejanos. no he conseguido establecer conexión con ninguno de ellos, Vex me ha gustado por momentos pero no he sido capaz de imaginarme bien a ninguno de ellos, sobre todo a Ben, que se me queda con la sensación de ser un personaje secundario más que uno principal. Al igual que su padre y el reino del que viene, me han faltado detalles de todo. Quizás con Lu sí que me he sentido más cercana, es la que mejor se ha visto, me ha gustado su manera de ser y de actuar, pero ya digo, no la he notado completamente.
Y otra de las cosas que quiero mencionar como punto negativo es el tema de los piratas. Quizás esperaba otra cosa completamente diferente. Y eso ha sido más un problema mío que del propio libro. Cuando leo u oigo piratas siempre me imagino una aventura por mar, batallas navales, cañonazos por aquí y por allá, búsqueda de tesoros y mucha rebeldía. Esto apenas ha estado. Ha sido un viaje precipitado, de nuevo, que no ha explorado del todo este aspecto. El tema pirata es algo a lo que se le puede sacar mucho provecho y creo que a Sara le ha faltado más, emplear estos personajes míticos para algo más grande.
En resumen, Las aguas rebeldes es una primera parte de bilogía que te atrapa desde el primer momento gracias a un ritmo ágil y directo, una acción que no descansa en ningún momento y unos giros argumentales que te deja, sobre todo por el final, con la boca abierta. Con una ambientación interesante y un sistema mágico original y novedoso, tan solo la falta de profundización y la escasa conexión con sus personajes han hecho que no le de la máxima puntuación a este libro.
¡Muchas gracias a Puck por el envío del ejemplar!
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