¿Os apetece nueva reseña! ¡Porque a mí sí! Hoy os vengo a hablar de La Corona, el broche final para la saga de La Selección. Desde que se publicó he escuchado cosas de todo tipo, que si es un final normalito, que si no ha gustado, que si no hacía falta alargar la trilogía inicial. En eso estoy de acuerdo, si la trilogía se hubiera quedado tal cual, no hubiera pasado nada. Pero Cass quiso agrandar la historia con dos libros mal que tampoco vienen mal. He seguido disfrutando de la historia, que es lo que cuenta, pero os digo que ni de lejos estos dos últimos libros me han gustado tanto como lo hizo La Selección en su día. ¿Queréis conocer mi opinión de esta finalización? Pues sigue leyendo:
AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers de los libros anteriores
Autor: Kiera Cass
Editorial: Roca Editorial
Páginas: 272
Precio: 14,90€
ISBN: 9788416498147
SINOPSIS: En La heredera, se inició una nueva era en el mundo de La Selección. Han pasado ya veinte años desde que America Singer y el príncipe Maxon se enamoraron. Ahora le toca el turno a su hija Eadlyn, quien tendrá que escoger entre treinta y cinco pretendientes, y está más que convencida de que allí no encontrará el amor verdadero. Pero el corazón a veces hace de las suyas y nos sorprende, y Eadlyn se verá en una encrucijada en la que deberá tomar la decisión más difícil e importante de su vida
Cuando Eadlyn se convirtió en la primera princesa de Illea, jamás pensó que se iba a enfrentar a La Selección, un programa televisado que hace años finalizó. Sus padres, Maxon y América, se conocieron allí y siempre ha visto eso como una bonita historia de amor. Sin embargo, cuando llegaron a su vida treinta y cinco pretendientes, aquello parecía un caos y un torbellino. Varias semanas han pasado y América ha sufrido un infarto de corazón. Hospitalizada, Maxon no es capaz de seguir liderando a todo un país con la tremenda preocupación que tiene encima, por lo que Eadlyn se convierte en la líder momentánea. Con la presión bajo sus hombros, no le queda más remedio que acelerar La Selección. Pero los problemas no acaban ahí, ya que el pueblo de Illea la odia tanto que no es capaz de comprender cómo va a llevar a un país que no la quiere en el trono. Mientras recibe la ayuda de alguien conocido hace mucho tiempo, Eadlyn está en la situación de tener a seis pretendientes dispuestos a darlo todo por ella. Y aunque las primeras semanas no quería saber nada de ellos, los nuevos sucesos que van ocurriendo y que ponen a Eadlyn en el punto de mira, hacen que la princesa sepa que necesita a alguien en quién apoyarse. Eadlyn todavía no está segura de qué es lo que va a encontrar siguiendo el camino que sus padres hicieron hace veinte años. Pero a veces el corazón tiene una forma de sorprender y pronto Eadlyn debe hacer una elección imposible y que nunca imaginó.
Como ya os dije en la reseña de La Heredera, cuando me enteré de que la autora había decidido alargar ese magnífico final de La Elegida con dos libros más, pero cambiando a los protagonistas, no me hizo mucha ilusión. Pero como tenía curiosidad, al final acabó ganando esto y me atreví a ver qué es lo que había hecho. La Corona es el último libro de una saga que, si bien se hubiera quedado únicamente con los tres primeros libros, tampoco hubiera pasado nada. Sí, La Heredera me gustó por el cambio de aires y el toque original de un programa que pensaba más que exprimido y tenía esperanzas de seguir vislumbrándolo en La Corona, pero no ha sido así. Regresando ala narración en primera persona a través de la voz de Eadlyn, este libro empieza con algo de lentitud debido a los sucesos que finalizaron el anterior libro, haciendo que el proceso de la selección se quede rezagado para dar prioridad a los primeros miedos de la protagonista y a su primer paso como gobernante del país. Creo que La Corona ha servido más para consolidar a Eadlyn como reina de Illea que para encontrar ese pretendiente que la acompañará a lo largo de su reinado. En cierto modo, la historia se lee tan rápido como las demás, Cass sigue apostando por unos capítulos muy directos, lejos de las complicaciones, y dejando momentos bastante buenos entre los protagonistas. Pero también ha sido un libro donde la política ha estado más presente, juntándose con el problema que ya viene arrastrándose desde el libro anterior con el nuevo sistema de las castas y la disconformidad que hay. ¿Pienso que ha sido un cambio bueno? Sí. Y la razón es simple: la selección se vuelve sosa en La Corona, vuelve a mostrar algo que ya está visto en los libros anteriores, no aporta nada nuevo, y lo que podría haber sido un libro de puro relleno viendo como Eadlyn consigue aclarar sus sentimientos y elige a la persona indicada, es en realidad el final de su selección dotada de unos temas que, si bien ya se habían complementado antes, aquí vuelven a hacerlo para darnos algo más.
La Corona es una conclusión que no decepciona, eso os lo digo desde ya. Ágil, amena, directa y corta, es una lectura muy entretenida, y no es tan predecible como he leído en algunas partes. Es cierto que la selección es la misma, se vuelve a repetir lo que ya vivimos con América, pero Eadlyn está hecha un lío y el ir y venir con tantos pretendientes hace que, al final, la decisión que tome te pilla totalmente desprevenida. Al menos, yo, no me la esperaba. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce ya que, aunque haya disfrutado este libro, también es verdad que este nuevo arco argumental lo he vivido y sentido mucho menos. Lo que recalcaría de La Corona como punto negativo es que me esperaba más por una parte, la política y las castas. Sabemos que desde que Maxon eliminó ese sistema mucha gente no lo ha llegado a aceptar del todo y se dice en varias ocasiones que no quieren a Eadlyn como reina. Pensaba que Cass iba a sacarle más partido a una rebelión que se queda únicamente entre cuatro paredes y un grupo pequeño de personas, por lo que se descarta la acción que imaginaba. Por otro lado está el tema de los pretendientes, que se me han quedado muy planos. Están todo el día detrás de Eadlyn, alabando su belleza e inteligencia, y se me han quedado como pelotas y sosos. Además, he sentido como si la autora quisiera acabar de una vez con la selección y ha puesto resoluciones apresuradas a más de uno que me han sabido a poco.
Con respecto a los personajes, decir que me he podido reconciliar con Eadlyn. En La Heredera me desesperó muchísimo y me decepcionó, sobre todo viendo que America y Maxon son los padres. No podía entender como Kiera había construido un personaje tan engreído, malcriado y egocéntrico. Pero, no se si será por el infarto de América o porque se ha visto sola después de que su hermano se haya ido, a Eadlyn la he visto muy mejorada. Sigue teniendo pensamientos de superioridad, pero no se acentúa tanto su personalidad como en el libro anterior. Está mucho más centrada, es más madura, está más abierta y relajada. La he visto más natural, sin demasiadas tensiones, más carismática. Y me ha gustado lo bien que se le da gobernar y dar órdenes, ahí si que se nota que Maxon es su padre; de los pretendeintes, destacar a Henri, que me parece una monada de chico. Me ha encantado esa inocencia que tiene, esa determinación para conquistar a Eadlyn a pesar de sus dificultades, no rindiéndose nunca; Erik, ese saber estar, la paciencia que emana, la tranquilidad que posee; o Kile, ese pretendiente soñador que busca mejorar el país con cualquier cosa.
Con La Corona digo adiós una saga inolvidable. Me enamoré con La Selección y de sus personajes y con Eadlyn he vuelto a querer todo este mundo. De manera muy directa, con una mejora en la protagonista y añadiéndole emoción hacia el final, es un punto y final agridulce solo porque sé que, a partir de ahora, no habrá más libros sobre Illéa.
¡Muchas gracias a Roca Editorial por el envío del ejemplar!
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