¡Hola ciudadanos! ¿Cómo habéis salido del primer trimestre? ¿Todo bien? Sea como sea, ¡ya estamos en vacaciones! Y aquí empieza esta maratón de reseñas y lo hago con un libro que llevaba mucho tiempo esperando poder leer. Os hablo de La Maldición del Ganador, una de las últimas novedades de la editorial Plataforma Neo que ya se puede disfrutar en España. La verdad es que este libro es difícil de esquivar y más cuando no paras de verlo en todos lados. Tenía unas expectativas altas, de alguna manera este libro me daba muy buenas sensaciones y, tras leerlo, puedo decir que no me había equivocado en absoluto, ha sido una pasada. Debajo de todo esto tenéis mi opinión completa, pero deciros que es otro de los libros que voy a meter en mi lista de mejores lecturas de este año.
Título original: The Winner's Curse
Trilogía/Saga: Sí
Autor: Marie Rutkoski
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 386
Precio: 16,90€
ISBN: 9788416429707
Como hija del general de un gran imperio que se deleita en la guerra y en la esclavitud, Kestrel solo tiene dos opciones: unirse al ejército o casarse. Sin embargo, todo su mundo da un giro radical cuando la chica encuentra un esclavo cuyos ojos parecen desa ar al mundo entero y, siguiendo su instinto, termina comprándolo por una cantidad ridícula de dinero. Pero el joven guarda un secreto, y Kestrel aprende rápidamente que el precio que ha pagado por otro ser humano es mucho más alto de lo que podría haber imaginado. Que ganar aquello que quieres puede costar todo lo que amas. Ambientada en un mundo imaginario, La maldición del ganador es una historia de conspiraciones, rumores, secretos y rebeliones en la que todo está en juego y en la que la verdadera apuesta consiste en conservar la cabeza o seguir al corazón.
¿Conocéis ese "miedo" que siente un lector al mirar un libro, enamorarse de su portada y, en muchas ocasiones, comprarlo por eso y pensar que, quizás, el libro no es tanto como aparenta ser? Es posible que esté describiendo ahora mismo alguna situación que os haya pasado y lo digo porque la portada de La Maldición del Ganador entra por los ojos desde el primer momento en el que la ves, ya sea por su estilo, su tipografía o por su fotografía, llama y vas directo a por él. ¿Acaso la trama, la historia que guarda en su interior, no le hace justicia a la portada? Nada de eso. La Maldición del Ganador es un libro bello tanto por dentro como por fuera, una historia llena de amor, traición, tradiciones, dos bandos y una guerra que está a punto de estallar. Es inolvidable, fantástica, emocionante y exquisita y con eso ya os podréis imaginar que se ha convertido en otro de mis libros preferidos de este año.
Hace muchos años, los Valorianos consiguieron conquistar el territorio de los herraníes. Despiadados, inteligentes, planeadores y bélicos, los valorianos no tardaron en hacerse con los recursos y tierras más preciadas de los herraníes, condenando al pueblo a servir como esclavos para la aristocracia valoriana. Kestrel es la hija del general Trajan, el general que llevó a los valorianos a alzarse como vencedores de la conquista. Acostumbrada a rodearse de lujos, está en el momento en el que tiene que decidir entre alistarse al ejército, tal y como quiere su padre al ver la gran cantidad de perspicacia que tiene, o unirse a alguien y comprometerse. Arin, por el contrario, es un esclavo herraní que ha tenido que servir durante muchos años a diversas familias Valorianas. Cuando ambas vidas, la de Kestrel y la de Arin, se encuentren, las dos cambiarán. En una subasta de esclavos, Kestrel queda hipnotizada de alguna manera pro al mirada rebelde de Arin. Pero lo que hace pujar por él es su amor por algo en común: la música. Kestrel sabe que lo que ha hecho, comprar a un esclavo por tan alto precio, le costará mucho. Más de lo que se imaginaba. Al principio, Arin parece una de las peores decisiones que Kestrel ha tomado a lo largo de su vida, un esclavo atrevido, desafiante e irritante que le pone nerviosa. Pero cuando entre los dos se vaya creando una especie de unión, que los haga acercarse el uno al otro más de lo deseado, empezarán a surgir sentimientos difíciles de llevar. Sin embargo, cuando un secreto atroz salga a la luz, Kestrel se verá en la situación de elegir entre lo que le dicta su corazón o elegir aquello que le han enseñado durante toda su vida. Porque, al final, sufrirá la maldición del ganador.
Como inicio de una nueva trilogía, La Maldición del Ganador es una historia que mezcla dos vidas muy diferentes, mostrando dos sociedades bien diferenciadas, una la que tiene que vivir esclavizada viendo como sus tierras son conquistadas y aprovechadas por otra dominante y poderosa, a la vez que, de una forma clandestina, una revolución empieza a trazarse a la vez que una sola historia de amor se va formando. En esta ocasión, se trata de un libro que combina dos puntos de vista ya que se tiene a dos protagonistas, Kestrel, que defiende la sociedad dominante, y Arin, herraní que tiene que ver como su pueblo y su país sigue sufriendo, decisión que he compartido totalmente ya que ha permitido ver dos puntos de vista muy diferentes y ha permitido conocer un mundo sacado de una imaginación extraordinaria sin perdernos ningún detalle. Últimamente, cada vez que empezaba una nueva trilogía, me encontraba con primeros libros que, si bien eran introductorios, no eran de la manera en la que normalmente se muestran estos, pausados, con muchas descripciones, con muchas presentaciones. En esta ocasión, me he encontrado con justamente eso, unos primeros capítulos densos, que caminan a su ritmo, describiendo mucho el espacio y los personajes, poniéndonos en situación, una trama haciéndose de rogar. Y, no obstante, no ha sido un comienzo aburrido, ni pesado ni nada de lo que os podáis imaginar al leer lo que son esos primeros compases de la historia. No sé como pero no se tarda en enganchar con la historia, meterte de lleno y sentirte totalmente dentro y una más de todo lo que está pasando, atrapándote entre sus páginas y haciéndote disfrutar de cada palabra que lees. Es con esta sensación como se pasa a la parte central, la que empieza a mostrar cual es el verdadero propósito de cada uno de los personajes, cual es la pieza que deberán interpretar Kestrel y Arin y como sus acciones empiezan a surtir efecto dentro de ambos pueblos. Sinceramente, en ningún momento se llega a sentir un tono de monotonía, de pesadez o de aburrimiento. Toda la lectura es fluida, entretenida, llena de escenas que gustan y enganchan. Y no es solo porque, llegados a un punto, la trama empieza a abrirse, a explotar en lo que realmente quiere mostrar, como se dan esos giros argumentales que lo cambian todo, te atrapan todavía más o te sorprenden el doble. Es porque, en estos momentos, existe o empieza a existir una subtrama amorosa que también se toma su tiempo y que, además, es un tira y afloja constante que te deja con la miel en los labios.
La Maldición del Ganador es un libro que se divide en tres líneas, la parte más bélica, la guerrera, la que tiene como marco espacial una batalla y una tensión entre ambos pueblos muy notoria que es bastante importante a lo algo de todo el libro para entender la situación de jerarquía de una y esclavista de otra; la historia personal de ambos personajes, como vivían o como viven, su personalidad y su forma de ser y ver el mundo ahora mismo; y ese romance que ocasionará más que un problema. Es por ello que la lectura es fluida, absorbente, impresionante y enamora.
Me han gustado muchas cosas de esta primera parte y, para empezar por un orden y destacando solo aquello que creo que tiene que sobresalir, es el mundo ideado por la autora. Me ha parecido muy real, completo, palpable, esa sociedad tan marcada por la fuerza, la guerra, el poder y la otra obligada a vivir con la cabeza agachada deseando poder encontrar esa fuerza que les de esperanza. Me ha gustado mucho los conflictos, las diferencias entre ambas y, sobre todo, el papel que representa tanto Kestrel como Arin para cada una de ellas y el mensaje que transmiten. Porque esta relación es la segunda cosa a destacar, como el romance se ha quedado en un segundo plano, como una relación se ha ido formando desde cero, con pequeños gestos, con desconfianza al principio, con juegos y más respeto. Es una relación que pasa desde el odio o curiosidad hasta un caracter más amable, más cercano. No es una relación que aparece y se desarrolla de un día para otro. Tiene su tiempo, se cuece a fuego lento y, aún así, no es que pueda denominarse romance en su totalidad porque es más otro plato principal que este secundario.
Desde hacía tiempo tenía muchas ganas de probar la pluma de Marie Rutkoski y, desde luego, todo lo que dicen de ella se queda corto. Tiene una pluma bellísima, cuidada, elegante, inteligente, maravillosa y exquisita. Es un placer leer cada una de sus páginas, como te va poniendo en situación de manera delicada y con pausa, como te va mostrando un espíritu esclavizado que está a punto de romper sus cadenas, como te deja en bandeja todo para que solo tengas que acercarte y probar y seguir engullendo lo que vas leyendo. Es muy detallista, deja las cosas bien claras, sabe como jugar con cada elemento que aparece. Ha sido, resumiendo, espectacular.
Y es que con sus personajes ha pasado igual, los ha llevado de tal forma que son capaces de presentarse y profundizar sin problemas. Empezando por Kestrel, es una chica que ha tenido siempre claro lo que ha querido para ella misma, sin dejarse llevar por los demás. Es fuerte, dura, decidida y no se corta para decir nada. Es curiosa, inteligente, amable y ve las cosas de otra forma pero a veces me ha sacado algo de quicio aunque, en otras, sí que la he llegado a comprender. He entendido su lealtad a los suyos ya que, desde bien pequeña, eso es lo que le han enseñado. Y, si a eso le sumamos que proviene de una familia cuyo miembro principal es general y combatiente, más cerca ha estado de todo ese mundo. Pero la forma en la que ha actuado en algunos momentos, más alejada, más consentida y más presumida ha hecho que no haya disfrutado a Kestrel tanto como me gustaría. En cambio, Arin ha sido todo un descubrimiento y me ha encantado. No es el típico chico con el que te puedes encontrar en una novela como estas, el que va en busca y rescate de la chica. Él sabe perfectamente sus limitaciones y la fortaleza de Kestrel pero, sobre todo, sabe cual es su visión y misión y nada lo podrá parar. Se ha mostrado fiel a sí mismo desde el principio y me ha ido conquistando poco a poco.
En definitiva, La Maldición del Ganador es una primera parte de una trilogía que entra pisando fuerte y que tienes que leer sí o sí. Con una prosa maravillosa, unos personajes increíbles y un mundo imaginario potente, bien armado y que se puede sentir, todavía queda mucho por andar y yo ya estoy deseando poder tener la segunda parte entre mis manos.
Como inicio de una nueva trilogía, La Maldición del Ganador es una historia que mezcla dos vidas muy diferentes, mostrando dos sociedades bien diferenciadas, una la que tiene que vivir esclavizada viendo como sus tierras son conquistadas y aprovechadas por otra dominante y poderosa, a la vez que, de una forma clandestina, una revolución empieza a trazarse a la vez que una sola historia de amor se va formando. En esta ocasión, se trata de un libro que combina dos puntos de vista ya que se tiene a dos protagonistas, Kestrel, que defiende la sociedad dominante, y Arin, herraní que tiene que ver como su pueblo y su país sigue sufriendo, decisión que he compartido totalmente ya que ha permitido ver dos puntos de vista muy diferentes y ha permitido conocer un mundo sacado de una imaginación extraordinaria sin perdernos ningún detalle. Últimamente, cada vez que empezaba una nueva trilogía, me encontraba con primeros libros que, si bien eran introductorios, no eran de la manera en la que normalmente se muestran estos, pausados, con muchas descripciones, con muchas presentaciones. En esta ocasión, me he encontrado con justamente eso, unos primeros capítulos densos, que caminan a su ritmo, describiendo mucho el espacio y los personajes, poniéndonos en situación, una trama haciéndose de rogar. Y, no obstante, no ha sido un comienzo aburrido, ni pesado ni nada de lo que os podáis imaginar al leer lo que son esos primeros compases de la historia. No sé como pero no se tarda en enganchar con la historia, meterte de lleno y sentirte totalmente dentro y una más de todo lo que está pasando, atrapándote entre sus páginas y haciéndote disfrutar de cada palabra que lees. Es con esta sensación como se pasa a la parte central, la que empieza a mostrar cual es el verdadero propósito de cada uno de los personajes, cual es la pieza que deberán interpretar Kestrel y Arin y como sus acciones empiezan a surtir efecto dentro de ambos pueblos. Sinceramente, en ningún momento se llega a sentir un tono de monotonía, de pesadez o de aburrimiento. Toda la lectura es fluida, entretenida, llena de escenas que gustan y enganchan. Y no es solo porque, llegados a un punto, la trama empieza a abrirse, a explotar en lo que realmente quiere mostrar, como se dan esos giros argumentales que lo cambian todo, te atrapan todavía más o te sorprenden el doble. Es porque, en estos momentos, existe o empieza a existir una subtrama amorosa que también se toma su tiempo y que, además, es un tira y afloja constante que te deja con la miel en los labios.
La Maldición del Ganador es un libro que se divide en tres líneas, la parte más bélica, la guerrera, la que tiene como marco espacial una batalla y una tensión entre ambos pueblos muy notoria que es bastante importante a lo algo de todo el libro para entender la situación de jerarquía de una y esclavista de otra; la historia personal de ambos personajes, como vivían o como viven, su personalidad y su forma de ser y ver el mundo ahora mismo; y ese romance que ocasionará más que un problema. Es por ello que la lectura es fluida, absorbente, impresionante y enamora.
Me han gustado muchas cosas de esta primera parte y, para empezar por un orden y destacando solo aquello que creo que tiene que sobresalir, es el mundo ideado por la autora. Me ha parecido muy real, completo, palpable, esa sociedad tan marcada por la fuerza, la guerra, el poder y la otra obligada a vivir con la cabeza agachada deseando poder encontrar esa fuerza que les de esperanza. Me ha gustado mucho los conflictos, las diferencias entre ambas y, sobre todo, el papel que representa tanto Kestrel como Arin para cada una de ellas y el mensaje que transmiten. Porque esta relación es la segunda cosa a destacar, como el romance se ha quedado en un segundo plano, como una relación se ha ido formando desde cero, con pequeños gestos, con desconfianza al principio, con juegos y más respeto. Es una relación que pasa desde el odio o curiosidad hasta un caracter más amable, más cercano. No es una relación que aparece y se desarrolla de un día para otro. Tiene su tiempo, se cuece a fuego lento y, aún así, no es que pueda denominarse romance en su totalidad porque es más otro plato principal que este secundario.
Desde hacía tiempo tenía muchas ganas de probar la pluma de Marie Rutkoski y, desde luego, todo lo que dicen de ella se queda corto. Tiene una pluma bellísima, cuidada, elegante, inteligente, maravillosa y exquisita. Es un placer leer cada una de sus páginas, como te va poniendo en situación de manera delicada y con pausa, como te va mostrando un espíritu esclavizado que está a punto de romper sus cadenas, como te deja en bandeja todo para que solo tengas que acercarte y probar y seguir engullendo lo que vas leyendo. Es muy detallista, deja las cosas bien claras, sabe como jugar con cada elemento que aparece. Ha sido, resumiendo, espectacular.
Y es que con sus personajes ha pasado igual, los ha llevado de tal forma que son capaces de presentarse y profundizar sin problemas. Empezando por Kestrel, es una chica que ha tenido siempre claro lo que ha querido para ella misma, sin dejarse llevar por los demás. Es fuerte, dura, decidida y no se corta para decir nada. Es curiosa, inteligente, amable y ve las cosas de otra forma pero a veces me ha sacado algo de quicio aunque, en otras, sí que la he llegado a comprender. He entendido su lealtad a los suyos ya que, desde bien pequeña, eso es lo que le han enseñado. Y, si a eso le sumamos que proviene de una familia cuyo miembro principal es general y combatiente, más cerca ha estado de todo ese mundo. Pero la forma en la que ha actuado en algunos momentos, más alejada, más consentida y más presumida ha hecho que no haya disfrutado a Kestrel tanto como me gustaría. En cambio, Arin ha sido todo un descubrimiento y me ha encantado. No es el típico chico con el que te puedes encontrar en una novela como estas, el que va en busca y rescate de la chica. Él sabe perfectamente sus limitaciones y la fortaleza de Kestrel pero, sobre todo, sabe cual es su visión y misión y nada lo podrá parar. Se ha mostrado fiel a sí mismo desde el principio y me ha ido conquistando poco a poco.
En definitiva, La Maldición del Ganador es una primera parte de una trilogía que entra pisando fuerte y que tienes que leer sí o sí. Con una prosa maravillosa, unos personajes increíbles y un mundo imaginario potente, bien armado y que se puede sentir, todavía queda mucho por andar y yo ya estoy deseando poder tener la segunda parte entre mis manos.
¡Muchas gracias a Plataforma Neo por el envío del ejemplar!
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