¡Empezamos nueva semana! Y nuevo mes desde ayer, que si seguimos así pronto estamos en vacaciones de Navidad. ¿Verdad que apetece? A mi todavía me quedan muchas reseñas pendientes y tengo que agilizar esto, así que hoy os traigo la reseña del último libro que justo he terminado hoy. El Sermón de Fuego, libro que me llamó poderosamente la atención cuando vi que Josu de Libros por Leer lo enseñaba en uno de sus vídeos y hablaba de él comentando la sinopsis. Como gran fan de las distopías que soy, necesitaba leer este libro que tanto me llamaba pero no se si ha sido por los trabajos del ciclo u otro factor, que me he demorado en terminarlo unas dos semanas y sin exagerar. Me ha costado ponerme con él, a veces ni tenía ganas de ponerme a leer y eso que el libro tiene cosas muy buenas. Pero creo que no era el momento o que he visto al libro enfocado de una manera distinta y no he podido terminarlo cuando quería. Si queréis saber más, como siempre os dejo la reseña que contiene mi opinión al completo:
Autor: Francesca Haig
Editorial: MinotauroPáginas: 416
Precio: 17,95€
ISBN: 9788445002582
SINOPSIS: Cuatrocientos años después de un apocalipsis nuclear, los humanos viven en un mundo sin tecnología donde los recién nacidos son siempre gemelos: uno de ellos es físicamente perfecto, el alfa; el otro sufre algún tipo de deformidad, el omega. Este mundo es de los alfas y los omegas viven marginados en asentamientos aislados. Sin embargo, cuando un gemelo muere, también lo hace el otro. Precisamente por este motivo, Cassandra es confinada por orden de su hermano Zach cuando este se convierte en un destacado líder del Consejo. Su intención es garantizar su propia seguridad mientras planea un mundo en el que los omegas no puedan ser usados contra sus gemelos. Pero Cass es un tipo especial de omega: no tiene anomalías físicas, es vidente. Siempre ha habido rumores de una resistencia omega organizada y aunque Cass desea unirse a los rebeldes, no puede evitar preguntarse qué pensarán ellos cuando descubran quién es su hermano. ¿Acaso es la única que cree que alfas y omegas pueden convivir en paz?
Lectura adictiva. Ese es el eslogan con el que se presentaba este libro, un inicio de una nueva distopía que, a simple vista, parece que puede dar otro soplo de aire fresco al género. Sin duda, la autora ha sido lo bastante inteligente como para crear un elemento que te llama y te atrae y que, al menos, consigue picar tu curiosidad. Vence en esa batalla de si leerlo o no y, cuando eso ocurre, las expectativas empiezan a subir poco a poco. Creo que ese ha sido mi fallo y la razón es porque me he vuelto a topar con un libro que pretendía disfrazarse de algo que luego no ha sido así. El Sermón de Fuego es el típico libro que promete pero que, debido a su ejecución, no consigue llegar a cumplir todo lo que uno se esperaba, no sin llegar al extremo de ser un batacazo de los gordos. Ya lo explicaré más adelante, pero es un libro que tiene cosas muy buenas y que dan un juego extraordinario en la trama para seguir con la originalidad principal, pero hay cosas que no han terminado de cuajarme y, para mí, ese ha sido el principal problema.
Tras una catástrofe que dejó al planeta casi destruido, una de sus consecuencias sigue siendo un problema para un sistema basado en Alfas que someten y tienen en situaciones precarias a los Omegas. Dentro de una familia nacen gemelos y, estos, quedan vinculados para siempre solo que uno de ellos es el dominante, el niño sano que es conocido como Alfa, mientras que el otro sufre alguna clase de deformación en su cuerpo, conocido como Omega. Los Alfas son los que tienen el control, los que gobiernan, ponen las leyes, viven como reyes y maltratan a los Omegas. Pero si un Omega muere, su Alfa morirá con él y viceversa. Cass es una Omega que ha vivido más de los esperado al lado de su hermano gemelo, Zach. Cuando nacen los niños, los padres detectar enseguida al Omega y lo abandonan a su suerte, quedándose con el Alfa. Pero Cass no es una Omega la cual se puede identificar fácilmente ya que, a simple vista, no tiene ninguna deformidad. Ser vidente le otorga un poder mucho más peligroso que hay que paliar y, por ello, pronto se verá sometida a un encarcelamiento que podría volverla loca. Encontrar el lugar donde una resistencia de Omegas vive y se prepara es fundamental para que los Alfas tengan un control absoluto pero cuando Cass descubre algo espantoso que está detrás de una máscara de legalidad y lealtad, algo que podría suponen el seguro de vida de los Alfas, pronto sabrá que escapar en la única solución. Perseguida y asustada, Cass solo tiene un sitio al que dirigirse e intentar cambiar, a mejor, la relación entre Omegas y Alfas. Sin embargo, la presencia diaria de una fuerza mayor pronto desbaratará los planes de Cass y, lo que en un principio se creía seguro, pronto se convertirá en una trama de muerte y destrucción.
Francesca Heig reúne, una vez más, las características propias de una distopía: un gobierno corrupto y con demasiado poder que somete a los más desfavorecidos, una rebelión con la esperanza de poder cambiar las cosas, unos líderes desesperados por no perder el control y una protagonista de ideas claras que puede cambiarlo todo, características que envuelven una trama donde las uniones familiares y amistosas pueden marcar un antes y un después y donde, a pesar de todas las dificultades que pueden salir, la esperanza es lo único que sobrevive. El Sermón de Fuego es un libro contado en todo momento desde primera persona a través de Cass y, aunque no hay en ningún momento una división, para mí el libro sí que ha tenido dos partes muy diferenciadas en cuanto a información y estilo de ritmo a la hora de la lectura. Cuando se empieza este libro nos topamos con la típica introducción, la cual te va a sentando poco a poco en el ambiente contándote el cómo se vive en una sociedad de esta clase donde siempre nacen gemelos y uno de ellos es mirado con malos ojos, como se llegó a esa situación y como era el pasado y el actual presente de la protagonista. Los primeros capítulos vana a ser bastante pausados donde los más importante es poder enterarte de todo lo que se cuece para tener una idea clara en tu cabeza. Sin embargo, llega un punto en el que el ritmo se va animando, empiezan a ponerse sobre la mesa cartas nuevas que comienzan a desarrollar sus propias consecuencias y le dan a la lectura un ritmo más fluido y entretenido, dejando atrás el enorme chorro de información que nos estaba cayendo encima. Y, cuando ya no hay más detalles por dar, la autora pone en marcha la historia con escenas de acción, persecuciones y carreras que dan esa sensación de agilidad y rapidez. Es aquí cuando empieza mi gran problema ya que se pasa de una lectura dinámica y llena de tensión a una plana que no desemboca en nada. Pensaba que, a partir de este momento, la cosa se iba a ir animando, la acción se convertiría el algo importante y la supervivencia sería primordial, siempre teniendo que mirar hacia atrás por el peligro que acecha. Pero me he encontrado con una trama repetitiva en la cual no pasaba nada salvo el de seguir otra vez en las mismas haciendo que me saliera de la historia y no encontrara esas ganas de seguir leyendo.
Por suerte, todo esto cambia cuando entra en escena un nuevo ambiente y nuevos personajes que empiezan a volver a reanimar la historia, la cual vuelve a mostrar unos planes y una amenaza que se hace palpable para poder introducirte de nuevo en la lectura sin complicaciones. La rebelión tendrá más peso aquí y se nota mucho, con momentos en los que no se para ni un momento, defendiendo, averiguando cosas nuevas y metiéndonos de lleno en lo que se pretende conseguir. Aquí se recupera toda la sensación que se había ido perdiendo por el camino, nuevos combates por resolver, nueva acción que, esta vez, derramará sangre, además de introducir, ya por el final, una revelación que, aparte de que algo me olía, te dejará la sangre helada y la boca totalmente abierta.
Lo que más me ha gustado de El Sermón de Fuego es que, a pesar de los tópicos que se puedan encontrar en él, la autora ha sabido como crear algo diferente y que engancha, como es este problema entre Alfas y Omegas y la rivalidad que hay entre ambos. La verdad es que, además de esto, la da un punto a favor el dotar a algunos Omegas poderes que sirven también como consecuencia de la catástrofe vivida hace siglos pero que siguen aportando su punto de originalidad y frescura. Puede que no sea lo más novedoso del mundo, pero está bien montada la idea y la desigualdad que esto ocasiona y, como tal, tenía que destazarlo. No obstante, existen más cosas que no me han terminado de impresionar o he visto bastante flojas, empezando por la historia de la ambientación y como se llego hasta ahí. Se menciona que algo pasó pero no porqué ni como se vivió entonces o como se vive en otros lugares y me hubiera gustado profundizar más en ese aspecto. Junto a esto, el gran fallo que le he visto también es la poca participación de la protagonista en los sucesos más emocionantes, si hacerse partícipe y viéndolo todo desde lejos. No interactúa ni se mete en los problemas sino que Cass se queda en un margen mientras los demás arriesgan sus vidas. Me ha parecido como que le faltaba iniciativa y que la autora la dejaba atrás, usándola solo como recipiente para contar los sucedido cuando lo que hubiera pegado ahí es que Cass se hubiera involucrado más en la protección y lucha contra la opresión de los Alfas.
La pluma de la autora no ha estado nada mal pero sí que es cierto que, en algunos momentos, no me ha transmitido lo que probablemente quería transmitirle al lector con esta historia y absorberlo completamente a la lectura. Tiene un estilo narrativo muy fácil de seguir y bastante sencillo, sin meterse en complicaciones o líos que puedan provocar confusiones. ha sabido como meter una presentación detallada sin excederse aunque en algunos capítulos sí que he visto algo más de descripción que de conversaciones, lo que ha provocado un aumento del volumen visualmente. A parte de eso, ha sabido mantener la trama, metiendo cosas nuevas que favorecía a la lectura y sabiendo como jugar muy bien con el factor sorpresa del final.
¿Qué hay de los personajes? Pues, desgraciadamente, es otro factor que no me ha convencido debido a que estos no llegan a conectar conmigo tanto como esperaba. A la que más se conoce es a Cass ya que iremos viendo su forma de ver las cosas y como ha ido creciendo teniendo que esconder lo que realmente es ella. Es un personaje que ansía poder encontrar un rayo de luz que pueda unir a Omegas y Alfas sin necesidad de represalias o de superioridades, una chica que sabe lo que tiene que hacer y como vivir, capaz de defenderse por sí misma, muy inteligente y que defiende a los suyos por encima de todo. Kip es otro de los personajes que saldrán y se harán imprescindibles ya que es el compañero de camino de Cass. Pero Kip ha perdido la memoria y eso ha hecho que no pueda ser conocido como debiera. Es un chico desorientado al principio pero que, poco a poco, encuentra su manera de ser, convirtiéndose en el protector de Cass, en el amigo y en el oyente que ella necesita, consolándola en los momentos de sufrimiento y velando por su seguridad. De los demás personajes, los cuales se han tocado bastante menos que los dos principales, está Zach, una persona que hará lo que sea con tal de conseguir lo que se propone; Piper, alguien con una misión necesaria que ablandará un poco su corazón; o La Confesora, ser cruel que busca la extinción de la rebelión por encima de todas las cosas.
Como conclusión, decir que El Sermón de Fuego es un libro que ofrece una historia que aporta algo más al género distópico, con una clara división dentro de la sociedad entre Omegas y Alfas y unos toques personales aceptables y que consiguen dar juego, cosas que podrían haber creado uno de los libros del año pero que no han conseguido encontrar el punto que necesitaba.
Por suerte, todo esto cambia cuando entra en escena un nuevo ambiente y nuevos personajes que empiezan a volver a reanimar la historia, la cual vuelve a mostrar unos planes y una amenaza que se hace palpable para poder introducirte de nuevo en la lectura sin complicaciones. La rebelión tendrá más peso aquí y se nota mucho, con momentos en los que no se para ni un momento, defendiendo, averiguando cosas nuevas y metiéndonos de lleno en lo que se pretende conseguir. Aquí se recupera toda la sensación que se había ido perdiendo por el camino, nuevos combates por resolver, nueva acción que, esta vez, derramará sangre, además de introducir, ya por el final, una revelación que, aparte de que algo me olía, te dejará la sangre helada y la boca totalmente abierta.
Lo que más me ha gustado de El Sermón de Fuego es que, a pesar de los tópicos que se puedan encontrar en él, la autora ha sabido como crear algo diferente y que engancha, como es este problema entre Alfas y Omegas y la rivalidad que hay entre ambos. La verdad es que, además de esto, la da un punto a favor el dotar a algunos Omegas poderes que sirven también como consecuencia de la catástrofe vivida hace siglos pero que siguen aportando su punto de originalidad y frescura. Puede que no sea lo más novedoso del mundo, pero está bien montada la idea y la desigualdad que esto ocasiona y, como tal, tenía que destazarlo. No obstante, existen más cosas que no me han terminado de impresionar o he visto bastante flojas, empezando por la historia de la ambientación y como se llego hasta ahí. Se menciona que algo pasó pero no porqué ni como se vivió entonces o como se vive en otros lugares y me hubiera gustado profundizar más en ese aspecto. Junto a esto, el gran fallo que le he visto también es la poca participación de la protagonista en los sucesos más emocionantes, si hacerse partícipe y viéndolo todo desde lejos. No interactúa ni se mete en los problemas sino que Cass se queda en un margen mientras los demás arriesgan sus vidas. Me ha parecido como que le faltaba iniciativa y que la autora la dejaba atrás, usándola solo como recipiente para contar los sucedido cuando lo que hubiera pegado ahí es que Cass se hubiera involucrado más en la protección y lucha contra la opresión de los Alfas.
La pluma de la autora no ha estado nada mal pero sí que es cierto que, en algunos momentos, no me ha transmitido lo que probablemente quería transmitirle al lector con esta historia y absorberlo completamente a la lectura. Tiene un estilo narrativo muy fácil de seguir y bastante sencillo, sin meterse en complicaciones o líos que puedan provocar confusiones. ha sabido como meter una presentación detallada sin excederse aunque en algunos capítulos sí que he visto algo más de descripción que de conversaciones, lo que ha provocado un aumento del volumen visualmente. A parte de eso, ha sabido mantener la trama, metiendo cosas nuevas que favorecía a la lectura y sabiendo como jugar muy bien con el factor sorpresa del final.
¿Qué hay de los personajes? Pues, desgraciadamente, es otro factor que no me ha convencido debido a que estos no llegan a conectar conmigo tanto como esperaba. A la que más se conoce es a Cass ya que iremos viendo su forma de ver las cosas y como ha ido creciendo teniendo que esconder lo que realmente es ella. Es un personaje que ansía poder encontrar un rayo de luz que pueda unir a Omegas y Alfas sin necesidad de represalias o de superioridades, una chica que sabe lo que tiene que hacer y como vivir, capaz de defenderse por sí misma, muy inteligente y que defiende a los suyos por encima de todo. Kip es otro de los personajes que saldrán y se harán imprescindibles ya que es el compañero de camino de Cass. Pero Kip ha perdido la memoria y eso ha hecho que no pueda ser conocido como debiera. Es un chico desorientado al principio pero que, poco a poco, encuentra su manera de ser, convirtiéndose en el protector de Cass, en el amigo y en el oyente que ella necesita, consolándola en los momentos de sufrimiento y velando por su seguridad. De los demás personajes, los cuales se han tocado bastante menos que los dos principales, está Zach, una persona que hará lo que sea con tal de conseguir lo que se propone; Piper, alguien con una misión necesaria que ablandará un poco su corazón; o La Confesora, ser cruel que busca la extinción de la rebelión por encima de todas las cosas.
Como conclusión, decir que El Sermón de Fuego es un libro que ofrece una historia que aporta algo más al género distópico, con una clara división dentro de la sociedad entre Omegas y Alfas y unos toques personales aceptables y que consiguen dar juego, cosas que podrían haber creado uno de los libros del año pero que no han conseguido encontrar el punto que necesitaba.
¡Muchas gracias a Minotauro por el envío del ejemplar!
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