lunes, 3 de febrero de 2020

Reseña 'Las voces del lago' de Beatriz Esteban

¡Hola ciudadanos/as! ¿Qué tal estáis? ¿Cómo empezáis esta nueva semana? Como veis, yo lo hago con nueva reseña bajo el brazo. ¡Lo que me gusta a mí comenzar los lunes con una opinión! Hoy vuelvo a trasladarme al panorama literario nacional para hablaros de Las voces del lago, un libro que se va a publicar dentro de unos días gracias a Nocturna y que viene firmado por una de las voces más actuales y aclamadas, Beatriz Esteban. Primera vez que leo un libro suyo, cuando lo terminé me dije a mí misma que tendría que haber venido con algún tipo de aviso. Pero luego pensé: ¿para qué? Si esto hay que vivirlo de esta manera. Las voces del lago tiene una historia que no vais a encontrar otra igual por ningún lado, una lectura que te remueve por dentro y que te cambia sin poder remediarlo completamente. Si aún no habéis leído a la autora, hacedlo. Lo agradeceréis. ¿Os interesa saber de qué va este libro? ¡Pues os dejo aquí mi opinión!

Título: Las voces del lago
Título original: -
Trilogía/Saga: No
Autor/a: Beatriz Esteban
Traductor/a: -
Editorial: Nocturna
Páginas: 440
Precio: 16,50€
ISBN: 9788417834555

SINOPSIS:
Irlanda, 1997. Bree regresa con su madre al pueblo de su infancia en busca de algo que les ayude a olvidar el dolor de la muerte de su padre. No obstante, la casa no resulta ser el refugio que esperaba: en medio de la oscuridad, las bombillas se rompen solas, en los espejos aparecen palabras y en las habitaciones se cuela un frío sobrenatural. Es posible que, como su amigo Adam le asegura, tenga el don de percibir presencias extrañas. Pero a ella le recuerda más a una maldición. A fin de cuentas, a todo el mundo lo persiguen sus propios espíritus… y los de Bree no son invisibles.

Para Bree y su madre, regresar a la casa y al pueblo de su infancia puede ser una nueva oportunidad para empezar de cero y dejar atrás toda la tristeza y todo aquello que tiene que ver con su padre. Después de su muerte, la vida de ambas nunca volverá a ser las mismas. Bree quiere encontrar estabilidad, y volver al lugar en el que nació, creció y tiene a antiguos amigos y amigas puede darle todo lo que ella y su madre necesitan. Sin embargo, la casa no parece tan segura como pensaba. Junto a Adam, el chico alto, de ojos pardos y con las gafas siempre en la punta de la nariz que siempre ha recordado como su amigo de la infancia, Bree descubrirá poco a poco que, quizás, tiene algo con lo que es capaz de comunicarse con el más allá. Desde que descubrió la horrible verdad de su padre, todo escrito en su antiguo diario, Bree no ha querido volver a saber nada más de él pero a lo mejor tiene que decirle adiós solo para terminar con los sucesos escalofriantes por los que va a pasar. Visiones de incendios, heridas abiertas y mensajes amenazadores, la vida de Bree y la de su madre se torna cada vez más peligrosa. Un tornillo suelo que hace caer estanterías; cristales rotos y desperdigados por el suelo, con el que podrían cortarse. Para saber qué quiere realmente su padre, Bree y Adam solo deben hacer una cosa: invocar a su espíritu a través de un hechizo. Lo que Bree no sabe es que, a raíz de todo ello, empieza a descubrir un mundo oculto, un hombre desconocido que siempre ha tenido la cara de su padre y una realidad aterradora que lo puede cambiar todo completamente. Porque, a veces, es difícil dejar atrás a nuestros propios fantasmas.

Después de varios días de acabar el libro, y teniendo tiempo para seguir procesando y dirigiendo esta historia, todavía estoy en blanco y no tengo ni idea de cómo hablaros sobre Las voces del lago. Supongo que, como toda historia, tengo que comenzar desde el principio. Beatriz Esteban siempre ha sido una autora que he visto super recomendada por todos lados, cada persona que leía alguno de sus libros quedaba completamente enamorada de su pluma, pero aún no me había lanzado o decidido a leer algo de ella. Siempre había algo que me impedía ir a por alguno de sus libros, indecisa y sin estar completamente segura. Pero, entonces, Nocturna anunció Las voces del lago y todo, absolutamente todo, me gritaba que tenía que leerlo. Gracias a la editorial he podido leer, al fin, a Beatriz Esteban y descubrir qué tiene de especial sus historias. Solo voy a decir una cosa: jamás, repito, jamás en la vida iba a estar preparada para este libro.

Las voces del lago es, de manera muy breve, una historia brutal, desgarradora, arrolladora, especial y muy, muy humana. Muy real. Bree, nuestra protagonista, está todavía pasando por el duelo tras haber perdido a su padre. Junto a su madre, regresan al pueblo de su infancia y a la casa que siempre ha recordado con amor, aunque todavía queden por sus rincones resquicios de lo que fue su vida y, sobre todo, de lo que fue su relación con un padre que les ha hecho mucho daño a las dos. Una verdad que se ha escondido siempre dentro de una persona, ahora desconocida, ha trastabillado completamente sus vidas. Usando una narración en primera persona, los primeros compases de la novela no van a ser otra cosa más que mostrarnos esta lucha para seguir hacia adelante y dejar atrás el pasado, encontrar un sentido a todo lo que se conoce ahora de alguien a quien siempre has pensado entender, e intentar crear una nueva vida. Cuando empecé a leer Las voces del lago tenía en mente lo de toparme con una historia de realismo mágico, pura y dura. Y, tras leer ese primer capítulo que da un pequeño salto en el pasado, es la sensación que todavía tenía en el cuerpo. Con eso, creía que sabía por donde iba a ir la historia y, más o menos, me olía lo que pensaba iba a ser el gran plot twist de la historia. Es por eso que, al principio, la lectura me parecía sumamente interesante, donde el tema de los fantasmas, el espiritismo y los hechizos, los conjuros, cobran vida. Bree pasa por situaciones espeluznantes, truculentas, muy peligrosas, y que le dan a estos capítulos ese toque paranormal. Mensajes que dan miedo escritos por las paredes, heridas hechas por algo, o alguien, que no consigue ver, poco a poco todo se va volviendo más oscuro. Sin embargo, en estos momentos también sentía que, a veces, la trama se me volvía un tanto repetitiva. Veía que la autora incidía mucho en algunos de los temas que, como persona que está pasando esta fase de duelo y de olvidar, tiene que sufrir. También entiendo que sea normal leer, en este tipo de libros que ya comienza con un tema bastante delicado, sobre el desarrollo y evolución de una persona que, en esos momentos, está en un foso. Es más, me parece una visión importante y muy educacional. Pero las conversaciones que se producían entre Bree y su madre se volvían algo monótonas, aparecían de nuevo, una y otra vez, y siempre por el mismo camino, hasta llegar al punto de que me desprendía de la historia causando que, muchas veces, estuviera más pendiente de otras cosas que de la propia lectura. Además, y como ya os he dicho, ya empezaba a ver lo que en ese momento creía era la verdad de una de las partes de la historia de Bree, haciéndose bastante predecible y palpable que, en realidad, algo más está pasando. Cuando finalmente se desvela me cogió de sorpresa, pero no porque no me lo esperaba. Era justo lo que pensaba, un pequeño giro argumental que por todos lados te estaba gritando. Pero creía que era algo que se iba a decir mucho más adelante, más adentrados en la trama.

A partir de ese momento me sentía un poco confusa. No sabía muy bien hacia dónde iba a tirar la lectura e historia ahora que se había descubierto esa verdad, aunque seguíamos con todo el tema misterioso de intentar dar con lo que realmente estaba pasando por todos lados y en la vida actual de Bree. O, al menos, se había visto una verdad. Porque no es para nada la principal. A partir de la página doscientos, la historia me da un golpe de realidad y cambia drásticamente y completamente hacia una trama que, de verdad os lo digo, no me la esperaba en absoluto. Algo que me ha pillado completamente desprevenida y que, sí, consigue ser el gran nudo del argumento. Me he quedado en shock, no hay otra palabra más adecuada para describiros el viaje y montaña rusa que ha sido la lectura a partir de este momento hacia el final. Y, por desgracia, no os puedo decir absolutamente nada porque rompería la magia de la sorpresa. Es un libro y una historia que debéis descubrir vosotros y vosotras mismas, sin que nadie os diga absolutamente nada. Es por esto, por el tema que la autora saca a relucir, que digo que no sé cómo voy a hacer de manera completa esta reseña. Porque no puedo ahondar demasiado. Aquí me volví a enganchar al libro, volví a estar dentro completamente, cada vez más sorprendida y con los ojos más y más abiertos leyendo todo lo que ocurre. Es un tramo de la historia difícil y brutal, donde al fin hace todo clic, encaja y, sí, entiendes perfectamente por qué, al principio, la autora recurría a repetir esas conversaciones o a tratar cosas que se quedaban en escenas un tanto raras, leyéndolas por primera vez sin un contexto cierto. Es una dosis de realidad, de una realidad dentro de nuestra sociedad que está bastante olvidada y estigmatizada que, dios, es que pone el vello de punta. En más de una ocasión he sentido impotencia, casi he llorado. Me reencontré con Bree. Se me partió el alma y el corazón.

Y Beatriz Esteban, con esa pluma que tiene, es la culpable (en el buen sentido), de que el libro sea una delicia narrativa. Desconozco si es algo habitual en ella tratar temas tan importantes e impactantes como el que trata en Las voces del lago en sus otros libros. También os digo, espero descubrirlo por mí misma. Que Beatriz haya visibilizado el tema central que trata bajo unos parámetros sobrenaturales no hace más que servir como elemento para enfatizar lo que una persona que sufre esas condiciones siente. Miedo, terror, desesperación. La autora ha sabido meterte en el cuerpo de manera impecable todas esas sensaciones, como si tu mismo o misma vivieras esos momentos, siempre con una sensibilidad pasmosa. Qué queréis que os diga, Beatriz Esteban me ha enamorado en menos de quinientas páginas pero con un estilo mágico. Por favor, nunca jamás apagues esa voz y siempre, siempre, sigue alzándola para dar visibilidad y crear conciencia de este tipo de realidad con la que muchas personas tienen que batallar día tras día.

Lo único por lo que no le voy a dar la máxima puntuación es porque, a pesar de que comento de que, tras descubrir el gran arco argumental que estaba escondido, comprendo mejor la primera mitad del libro, la sensación que me dejaba mientras la leía ha seguido ahí. Y, sobre todo, porque me ha faltado un paso más dentro del elenco de personajes. Bree, aunque al final la entiendo, ha sido también un camino difícil. No llegaba a conectar del todo con ella, se me hacía un tanto egoísta, poco empática, irascible. Como digo, cuando ya la ves completamente aceptas todo ello sin problemas, pero se queda ahí esa espinita de intentar haberla conocido mejor. Lo mismo me ha pasado con las personas de su alrededor. Su madre, que también trae consigo algo importante, finalmente se ha ido difuminando; Gina o Carrie, sus otras amigas de la infancia, que también han mostrado cosas interesantes pero que no han conseguido explotar del todo; o Adam, la otra parte de la historia, profundizar más en él no hubiera estado nada mal, conocer mejor su relación pasada con Bree.

Pero, por todo lo demás, Las voces del lago es un libro muy necesario y que no os podéis perder. Ya lo he dicho todo de él. Es brutal y desgarrador, y la pluma de Beatriz Esteban es una maravilla. Un libro que, aunque parezca que la principio es algo confuso, merece y mucho la pena seguir hacia adelante con su lectura. Un libro que, sin dudarlo, te robará el corazón.





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