lunes, 6 de noviembre de 2017

Reseña de Todos los días son nuestros, de Carolina Aguilar Mastretta



Título original: Todos los días son nuestros
Autor: Carolina Aguilar Mastretta
Saga/Comp.: no
Género: novela
Edad: 16 años en adelante
Editorial: Océano México
(¡muchas gracias por el ejemplar!)
Año de publicación: 2016

El debut novelístico del año.

Veníamos de una fiesta de disfraces, cosa ideal, dado que andábamos en el esfuerzo de parecer puras cosas que no éramos… para empezar: felices.

Emiliano se había vestido de Darth Vader, yo me había embutido en un traje de Gatúbela…
Habíamos decidido ir vestidos de dos entes negros y cabrones. “¡Somos malos!”. Malos para estar juntos, malos para crecer juntos, malos con el otro.


Después de diez años de vivir juntos, María y Emiliano se separan. Pero, ¿qué fue lo que los alejó?, ¿las manías de cada uno?, ¿la falta de deseo?, ¿la cotidianidad?

María, a flor de piel por la ruptura, habla de su dolor, de los cambios, de su independencia, de su familia y amigos, y de las cosas que la siguen vinculando con el amor de su vida. La novela aborda de manera íntima y franca el duelo que se vive después de un rompimiento amoroso y la idea de reconstruirse a sí mismo. 

Mi opinión:
Pero bueno, no sé qué pasa conmigo últimamente que la vida no me alcanza para nada. No he podido regresarles comentarios, no he podido terminar de leer libros y no he podido terminar de traerles las reseñas de lo que ya leí... ¡Perdonen que tenga todo abandonado y hecho bolas! u.u'''

En fin, este pequeño tiene como dos semanas (o más, ya ni quiero ver) que lo terminé y lo terminé con una sonrisa de oreja a oreja y una lagrimita en el borde del ojo. Y es que así es esta novela: un sube y baja de emociones que nos llevan del sarcasmo al romance, de las lágrimas al enojo, de la risa a los recuerdos...

Todos los días son nuestros es una novela para recordar, o al menos eso fue para mí. Dado que la historia se centra en la relación que tenían María y Emiliano desde hacía años, cómo es que llegó a su fin y qué pasará con ellos a partir de entonces, tenemos un ir y venir en los tiempos, con muchos flashbacks que nos hacen recordar a esos primeros amores en la primaria o secundaria, el primer beso, la primera cita, e incluso esos primeros encuentros mucho más íntimos. ¡Y qué decir de los primeros fracasos también!

Esta novela es un recorrido por los distintos tipos de amor: tanto de amor de pareja (los "muy" enamorados, los que les urge boda, los que siempre pelean, etc.), hasta los amores entre amigos, hacia los niños, y de padres e hijos, con todos sus defectos y virtudes. Al final es imposible no sentirse identificado con algún momento o algún recuerdo de María, porque todos hemos pasado por ahí o conocemos a alguien que lo hizo.

Esto hace la lectura increíblemente divertida y amena, además de que el peculiar estilo de la autora (con dosis de cinismo y sarcasmo), hacen que uno avance rápidamente por los capítulos. Y claro, hay que aplaudir también la elaboración de los personajes que, si bien no logré identificarme con ninguno totalmente, los sentí completamente humanos, como si pudiera pasearme un día por el D.F. y encontrarme a Emi o a María saliendo del cine.

Los personajes son tan redondos que una parte de mí a veces sentía que estaba leyendo el diario de María, o chismeando por la ventana de su vida, y tenía que recordarme a mí misma que solo es ficción... porque es ficción, ¿cierto, Carolina?

La historia es honesta y nos deja ver que al terminar una relación no hay "buenos" y "malos", no todo es "blanco" o "negro", las cosas no se acaban y pasas a lo siguiente... y muchas veces ni siquiera se necesita de un "gran" algo para terminar una relación, puede ser la suma de múltiples pequeñas cosas lo que al final nos desgaste a morir. Y a veces lo que parece un final, tampoco tiene que serlo...

Ojalá que se animen a darle una oportunidad, ¡les prometo que sonreirán bastante! Si bien el final no es lo que esperaba, me encantó que terminara así, no puedo decir mucho del por qué pues no quiero spoilearles, ¡pero sí, así debe ser! ¡Que bueno que no pasó lo que yo pensaba que pasaría!

Si se han enamorado (o no), si han pasado por rupturas (o no), si simplemente quieren una novela divertida para un fin de semana (o una visita al doctor), tienen que escoger a Todos los días son nuestros, es tan rápida y pequeña que, cuando menos se den cuenta, lo estarán cerrando con una sonrisa en su rostro.

Calificación que le doy:



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