¡Muy buenas de nuevo, ciudadanos/as! ¿Cómo os ha ido este viernes? Espero que sea el inicio de un estupendo fin de semana. Como os he dicho en la entrada y reseña que he subido esta mañana, hoy quería traeros otra más, para volver a estar al día y sin ir con presiones. Es por ello que aquí vuelvo con una nueva opinión, la de un libro que ha sido una de las primeras novedades que ha llegado a nuestras librerías este año y de una autora que a lo largo del año pasado he ido redescubriendo. En esta ocasión os hablaré de El Archivo, el inicio de una nueva bilogía de fantasía de Victoria Schwab, libro que finalmente llega a España después de tanto tiempo pidiéndolo. Me apetecía muchísimo seguir indagando entre las historias de esta autora y, como ya he podido leer este título, os dejo abajo mi completa opinión. ¡Decidme qué os ha parecido a vosotros/as si lo habéis leído!
Trilogía/Saga: Sí. Bilogía.
Autor/a: Victoria Schwab
Traductor/a: Julieta María GorleroEditorial: Minotauro
Páginas: 352
Precio: 17,95€
ISBN: 978844507976
Imagina un lugar donde los muertos descansan como libros en bibliotecas. Cada cuerpo tiene una historia que contar, una vida en imágenes que solo los Bibliotecarios pueden leer. Los muertos reciben el nombre de Historias. Y el vasto reino en el que descansan es el Archivo. En esta novela hermosa y oscura de persecución y misterio, Victoria Schwab trata sobre la delgada línea entre el pasado y el presente, el amor y el dolor, la confianza y la traición, las pérdidas insoportables y la lucha hacia la redención.
Mackenzie ha estado toda su vida preparándose para ser una Guardiana. Su abuelo, Da, es quien le ha ido enseñando el oficio, llevándola al Archivo por primera vez con tan solo doce años, asustada pero decidida a demostrar su valía a pesar de que la veían aún demasiado joven. Ahora que Da ha muerto y siendo Guardiana, su deber es conducir a las Historias, las almas de las personas que se despiertan y vagan por un espacio llamado Los Estrechos, de vuelta a su hogar, El Archivo. Allí, los muertos descansan en estanterías como si fueran libros, cada cuerpo con una historia que contar, una vida vista en imágenes que solo los bibliotecarios pueden leer. Debido a su trabajo, Mackenzie le miente a las personas que más quiere y conoce el miedo por lo que es: una herramienta útil para mantenerse con vida. Ser Guardiana no solo es peligroso, es un recordatorio constante de aquellos a los que Mac ha perdido. La muerte de Da fue muy difícil de superar, pero ahora que su hermano pequeño también está en el Archivo, Mackenzie comienza a cuestionarse el límite entre vivir y morir, dormir y despertarse. En el Archivo, los muertos nunca deben ser molestados. Y, sin embargo, alguien está alterando deliberadamente las Historias, haciendo que los Estrechos estén más bulliciosos que nunca. La lista de nombres de Mackenzie no para de aumentar y, cuando descubre que, hace años, una chica fue asesinada en su nueva casa, en el antiguo hotel Coronado, Mackenzie descubre que el Archivo está dejando de ser el lugar apacible y seguro que siempre ha conocido. Algunos capítulos de las Historias están desapareciendo, están siendo borradas y, a menos que Mac pueda reconstruir a tiempo todo lo perdido y descubrir a la persona responsable que está detrás de todos esos altercados, el Archivo podría desmoronarse y caerse para siempre.
Victoria Schwab ha sido la autora revelación en España durante el año pasado. Son muchos los libros que se han dicho publicando de la autora, bastantes en realidad, algunos muy esperados desde hace tiempo. Personalmente, Schwab se ha convertido en una de mis autoras preferidas, en una de esas autoras a las que le voy a seguir el rastro sí o sí y de la que sé, podemos aún disfrutar mucho más. Este 2020 ya se presenta con ganas, con respecto a ella, siendo El Archivo otro de sus anteriores libro que, finalmente, llegan a nuestro país. Es otra de las historias que, junto a uno de mis grandes descubrimientos del 2019, Una magia más oscura, hacía tiempo quería leer. No obstante, y a pesar de que ha sido un libro que se ha dejado leer, no ha conseguido ser todo lo que esperaba y tampoco ha sabido colocarse a la altura de los últimos libros que he leído de ella.
Narrado mayormente en primera persona a través de los ojos de Mackenzie, nuestra protagonista, y usando de vez en cuando una narración en segunda persona asentada en el pasado, El Archivo presenta unos primeros compases de novela que sirven como una introducción al personaje de Mackenzie, su vida y su mundo actual después de perder a su hermano de manera trágica en un accidente. Son muchos los cambios que está viviendo: de casa, de ciudad, de amigos/as. Lejos de todo aquello de lo que siempre se ha rodeado y ya tenía construido. Es por eso que, para los primeros capítulos, Victoria Schwab se va a centrar en asentarnos con ella en lo que está a punto de empezar, teniendo ya las primeras explicaciones de todo este mundo nuevo para nosotros que se va a abrir de repente y que está escondido a ojos de las demás personas. El Archivo, como espacio, abre sus puertas para empezar a darse a conocer, un sistema bastante interesante que va a guiar la lectura en estos momentos a través de estantes plagados de historias, de pasadizos oscuros donde sus puertas pueden llevar a lugares remotos, explorando con precisos detalles todo esto de los muertos, lo que realmente significan aquí y para aquellos que los protegen. Son capítulos descriptivos, sobre todo, en los que aún no va a suceder grandes cosas, estando junto a Mackenzie para ir comprendiendo mejor su labor y la de todos aquellos que están en El Archivo, conociendo a su vez su entorno más normal, el de su nueva casa, su familia, sus vecinos, teniendo aquí las primeras pinceladas de unos personajes secundarios que, de alguna manera, van a influir e interferir a lo largo de toda la lectura en el camino de Mackenzie. Aunque el libro recoja todo eso que se espera de una primera parte, pronto Schwab introduce un pequeño giro en la trama que, personalmente, no esperaba para nada y que le ha dado ese toque de atención, de emoción y de misterio que tan a gritos pedía la historia y que tan bien le ha venido para empezar a desarrollar todas las complicaciones que se van a ver a continuación. Porque será a partir de aquí cuando todo el ritmo y el estilo que la lectura ha tenido hasta ese entonces cambie completamente. Bajo una lupa, nos disfrazaremos como si fuéramos el Sherlock Holmes de la historia ante el caso que se nos va a presentar. Investigaciones y sucesos extraños son los que, ahora, harán que las páginas enganchen y pasen volando, teniendo ya una lectura muy ágil, plagada de momentos que nos darán nuevas pistas, nos confundirán más y nos irán metiendo, sin que nos demos cuenta, en un complot bien hilado que empieza a crecer y a volverse cada vez más y más inestable y peligroso, apareciendo los inicios de una acción desmesurada y un tono de peligro que va a poner las cosas muy pero que muy peliagudas. Es algo que se va a asentar prácticamente hasta el final del libro y, aunque en alguna que otra ocasión he sentido algo de monotonía y repetición en las escenas, creo que es algo que ha beneficiado a la lectura considerablemente. Las sorpresas que están a punto de desvelarse, esperándonos desde la oscuridad, la complicación de un caso que parecía simple al principio, la oscura realidad que hay detrás de todo lo que hemos visto hasta ahora, todo ello nos hará pensar en lo que realmente significa tener algo como El Archivo y en lo peligroso que se puede convertir. Porque, a veces, el pasado es mejor dejarlo estar.
Aunque el ritmo de lectura que tiene El Archivo ha sido uno que ha funcionado y ha sido el suficiente como para mantenernos pegados a sus páginas, no ha conseguido estar a la altura de los últimos libros que he leído de la autora y que más tengo en mente. Se ha notado mucho, muchísimo, que El Archivo es de los primeros libros que Victoria Schwab escribió y publicó, teniendo una narración más caótica o desordenada a la que le ha faltado más cohesión. Esto se ha notado, principalmente, en la ambientación del libro. El Archivo en sí es, como digo, algo interesante, original y novedoso, la idea de que, tras la muerte, todavía quedamos vivos o vivas de alguna manera, que nuestra historia aún perdure. Sin embargo, se mantiene tan en secreto para Mackenzie que Schwab no se da cuenta de que también lo está escondiendo demasiado de nosotros y nosotras, teniendo únicamente la capa más superficial. Vemos lo justo para entender el trabajo de los Bibliotecarios y los Guardianes, para conocer el papel de las Historias, pero poco más. A lo largo del libro se mencionan otros elementos de este mundo que, sin embargo, no se llegan a conocer para nada y que, incluso, quedan confusos por los cambios bruscos de su uso. Se habla, por ejemplo, de grupos conocidos como Brigadas, algo que pasa super desapercibido y que incluso se hacen invisibles al no tener nada de aparición. Quizás en el segundo libro se explore más esta parte pero, como tengo que hablaros de este primer libro, creo que Victoria Schwab se ha quedado corta en esa parte, hablando de muchas cosas a la vez pero no enseñando realmente nada; o el tema de las llaves, que son aquellas que conectan el mundo de los vivos y los muertos, teniendo una serie de normas o reglas que van cambiando según cuadre más con lo que está pasando en ese momento. Lo mismo ha ocurrido con el escenario mortal, muy vacío. El elenco de personajes no llega a ser impresionante, y que todo se quede en el antiguo hotel provoca que no se puedan jugar con espacios diferentes, por lo que todo se queda muy reducido.
Otras de las cosas que he notado como punto flojo de la novela es justamente el tema del caso/investigación ya que, creo, no ha sabido llevarlo de la mejor manera posible. Creo que ha sido un toque interesante, con chispa, pero por el camino se fa diluyendo a lo largo de la lectura hasta el punto de que hay capítulos en los que apenas hay detalles que lo hagan muy presente. Esto se debe a que Victoria, por el camino, va añadiendo demasiados sucesos que no se sujetan a nada, que se quedan vacíos y parecen más de relleno que otra cosa, provocando que la historia pierda todo su propósito inicial o misión central. Había momentos en los que no recordaba qué había pasado en tal punto o quién era tal persona dentro del complejo misterio, del puzle, solo porque añadiendo esas escenas de más se aleja de todo esto. Junto a esto, decir que el tema del romance no me ha cuajado en ningún momento. Creo que suceden cosas que hasta quedan extrañas, forzadas, nacidas de la nada. Metidas completamente con calzador para dar algo de sentimentalismo. No me ha gustado, para mí no está nada desarrollado ni está bien creado, un instalove más que no me esperaba en ella. Y, por último, los personajes. Aunque ya lo he mencionado brevemente arriba, hasta ahora me he acostumbrado a encontrar bajo su pluma personajes bien construidos, con fuerza y personalidad, pero aquí no hay ninguno que se pueda llevar esos títulos. Ni siquiera Mackenzie. Todos me han parecido muy lejanos, superficiales, sin gran cosa que ofrecer. No me han dicho nada, no sobresalen, no se hacen memorables.
Victoria Schwab ha sido la autora revelación en España durante el año pasado. Son muchos los libros que se han dicho publicando de la autora, bastantes en realidad, algunos muy esperados desde hace tiempo. Personalmente, Schwab se ha convertido en una de mis autoras preferidas, en una de esas autoras a las que le voy a seguir el rastro sí o sí y de la que sé, podemos aún disfrutar mucho más. Este 2020 ya se presenta con ganas, con respecto a ella, siendo El Archivo otro de sus anteriores libro que, finalmente, llegan a nuestro país. Es otra de las historias que, junto a uno de mis grandes descubrimientos del 2019, Una magia más oscura, hacía tiempo quería leer. No obstante, y a pesar de que ha sido un libro que se ha dejado leer, no ha conseguido ser todo lo que esperaba y tampoco ha sabido colocarse a la altura de los últimos libros que he leído de ella.
Narrado mayormente en primera persona a través de los ojos de Mackenzie, nuestra protagonista, y usando de vez en cuando una narración en segunda persona asentada en el pasado, El Archivo presenta unos primeros compases de novela que sirven como una introducción al personaje de Mackenzie, su vida y su mundo actual después de perder a su hermano de manera trágica en un accidente. Son muchos los cambios que está viviendo: de casa, de ciudad, de amigos/as. Lejos de todo aquello de lo que siempre se ha rodeado y ya tenía construido. Es por eso que, para los primeros capítulos, Victoria Schwab se va a centrar en asentarnos con ella en lo que está a punto de empezar, teniendo ya las primeras explicaciones de todo este mundo nuevo para nosotros que se va a abrir de repente y que está escondido a ojos de las demás personas. El Archivo, como espacio, abre sus puertas para empezar a darse a conocer, un sistema bastante interesante que va a guiar la lectura en estos momentos a través de estantes plagados de historias, de pasadizos oscuros donde sus puertas pueden llevar a lugares remotos, explorando con precisos detalles todo esto de los muertos, lo que realmente significan aquí y para aquellos que los protegen. Son capítulos descriptivos, sobre todo, en los que aún no va a suceder grandes cosas, estando junto a Mackenzie para ir comprendiendo mejor su labor y la de todos aquellos que están en El Archivo, conociendo a su vez su entorno más normal, el de su nueva casa, su familia, sus vecinos, teniendo aquí las primeras pinceladas de unos personajes secundarios que, de alguna manera, van a influir e interferir a lo largo de toda la lectura en el camino de Mackenzie. Aunque el libro recoja todo eso que se espera de una primera parte, pronto Schwab introduce un pequeño giro en la trama que, personalmente, no esperaba para nada y que le ha dado ese toque de atención, de emoción y de misterio que tan a gritos pedía la historia y que tan bien le ha venido para empezar a desarrollar todas las complicaciones que se van a ver a continuación. Porque será a partir de aquí cuando todo el ritmo y el estilo que la lectura ha tenido hasta ese entonces cambie completamente. Bajo una lupa, nos disfrazaremos como si fuéramos el Sherlock Holmes de la historia ante el caso que se nos va a presentar. Investigaciones y sucesos extraños son los que, ahora, harán que las páginas enganchen y pasen volando, teniendo ya una lectura muy ágil, plagada de momentos que nos darán nuevas pistas, nos confundirán más y nos irán metiendo, sin que nos demos cuenta, en un complot bien hilado que empieza a crecer y a volverse cada vez más y más inestable y peligroso, apareciendo los inicios de una acción desmesurada y un tono de peligro que va a poner las cosas muy pero que muy peliagudas. Es algo que se va a asentar prácticamente hasta el final del libro y, aunque en alguna que otra ocasión he sentido algo de monotonía y repetición en las escenas, creo que es algo que ha beneficiado a la lectura considerablemente. Las sorpresas que están a punto de desvelarse, esperándonos desde la oscuridad, la complicación de un caso que parecía simple al principio, la oscura realidad que hay detrás de todo lo que hemos visto hasta ahora, todo ello nos hará pensar en lo que realmente significa tener algo como El Archivo y en lo peligroso que se puede convertir. Porque, a veces, el pasado es mejor dejarlo estar.
Aunque el ritmo de lectura que tiene El Archivo ha sido uno que ha funcionado y ha sido el suficiente como para mantenernos pegados a sus páginas, no ha conseguido estar a la altura de los últimos libros que he leído de la autora y que más tengo en mente. Se ha notado mucho, muchísimo, que El Archivo es de los primeros libros que Victoria Schwab escribió y publicó, teniendo una narración más caótica o desordenada a la que le ha faltado más cohesión. Esto se ha notado, principalmente, en la ambientación del libro. El Archivo en sí es, como digo, algo interesante, original y novedoso, la idea de que, tras la muerte, todavía quedamos vivos o vivas de alguna manera, que nuestra historia aún perdure. Sin embargo, se mantiene tan en secreto para Mackenzie que Schwab no se da cuenta de que también lo está escondiendo demasiado de nosotros y nosotras, teniendo únicamente la capa más superficial. Vemos lo justo para entender el trabajo de los Bibliotecarios y los Guardianes, para conocer el papel de las Historias, pero poco más. A lo largo del libro se mencionan otros elementos de este mundo que, sin embargo, no se llegan a conocer para nada y que, incluso, quedan confusos por los cambios bruscos de su uso. Se habla, por ejemplo, de grupos conocidos como Brigadas, algo que pasa super desapercibido y que incluso se hacen invisibles al no tener nada de aparición. Quizás en el segundo libro se explore más esta parte pero, como tengo que hablaros de este primer libro, creo que Victoria Schwab se ha quedado corta en esa parte, hablando de muchas cosas a la vez pero no enseñando realmente nada; o el tema de las llaves, que son aquellas que conectan el mundo de los vivos y los muertos, teniendo una serie de normas o reglas que van cambiando según cuadre más con lo que está pasando en ese momento. Lo mismo ha ocurrido con el escenario mortal, muy vacío. El elenco de personajes no llega a ser impresionante, y que todo se quede en el antiguo hotel provoca que no se puedan jugar con espacios diferentes, por lo que todo se queda muy reducido.
Otras de las cosas que he notado como punto flojo de la novela es justamente el tema del caso/investigación ya que, creo, no ha sabido llevarlo de la mejor manera posible. Creo que ha sido un toque interesante, con chispa, pero por el camino se fa diluyendo a lo largo de la lectura hasta el punto de que hay capítulos en los que apenas hay detalles que lo hagan muy presente. Esto se debe a que Victoria, por el camino, va añadiendo demasiados sucesos que no se sujetan a nada, que se quedan vacíos y parecen más de relleno que otra cosa, provocando que la historia pierda todo su propósito inicial o misión central. Había momentos en los que no recordaba qué había pasado en tal punto o quién era tal persona dentro del complejo misterio, del puzle, solo porque añadiendo esas escenas de más se aleja de todo esto. Junto a esto, decir que el tema del romance no me ha cuajado en ningún momento. Creo que suceden cosas que hasta quedan extrañas, forzadas, nacidas de la nada. Metidas completamente con calzador para dar algo de sentimentalismo. No me ha gustado, para mí no está nada desarrollado ni está bien creado, un instalove más que no me esperaba en ella. Y, por último, los personajes. Aunque ya lo he mencionado brevemente arriba, hasta ahora me he acostumbrado a encontrar bajo su pluma personajes bien construidos, con fuerza y personalidad, pero aquí no hay ninguno que se pueda llevar esos títulos. Ni siquiera Mackenzie. Todos me han parecido muy lejanos, superficiales, sin gran cosa que ofrecer. No me han dicho nada, no sobresalen, no se hacen memorables.
En resumen, El Archivo es un libro entretenido y que parte de una idea singular pero es inevitable hacer comparaciones y, por ello, para mí es un libro que no logra estar a la altura. Con una narración menos segura, las ideas no están tan fijas, hay algunos fallos de lógica argumental y todo está más revuelto, haciendo que, a pesar de ser una lectura ágil y con un ritmo fuerte, no llegue a explotar del todo y muchos de sus elementos se vean muy superficiales para lo que realmente podrían haber sido.
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