¡Hola ciudadanos/as! ¿Qué tal estáis? ¿Cómo lleváis la semana y diciembre? Camino de nuevo por estos lares para dejaros una nueva reseña, una lectura que he acabado hace muy poco y que he estado leyendo de manera conjunta con las lectores y lectoras del mundillo. Se trata de Las guerras de la alianza, la primera novela de la autora Laura G. W. Messer y el inicio de una trilogía de fantasía donde la guerra estará muy presente que, si queréis saber qué me ha parecido, os animo a que sigáis leyendo a continuación.
Título: Las guerras de la alianza
Título original: -
Trilogía/Saga: Sí
Autor/a: Laura G. W. Messer
Traductor/a: -
Editorial: Freya
Páginas: 496
Precio: 17,50€
ISBN: 9788412046779
SINOPSIS:
El caos se desató primero en Crovar: la tensión que allí se respiraba estalló y desencadenó el inicio de la Gran Guerra. Hasta entonces, el Reino de Niola nunca había llevado su magia al otro lado del mar, por lo que también es la primera vez en siglos que una nación tiene la osadía de enfrentarse al Imperio de Velaria.
Kuenre despierta en medio de la batalla tras perder la mitad de su ser, su mejor amiga y pareja romántica y mágica. De la noche a la mañana, se ve obligado a trabajar con Tais, una mujer de la familia real que estuvo en Crovar cuando la calma se rompió y cuyo único interés es regresar al combate.
Mientras tanto, una sombra se mueve entre los cadáveres de los caídos y el imperio se resiste a ceder ante la magia.
El Mundo Conocido se tambalea y todo va a cambiar; la única solución para sobrevivir es que el reino permanezca unido.
Hacía ya una temporada que no participaba en una lectura conjunta. Creo que la última en la que estuve fue este verano, pero me apetecía muchísimo volver a esa sensación de estar leyendo un libro en compañía. He de confesar que no soy muy partidaria de las lecturas conjuntas por el simple hecho de que soy un desastre, me pongo a hacer mil y una cosas antes de ponerme con el libro y, qué queréis que os diga, llevo fatal eso de leer ciertos capítulos en un día y quedarme con las ganas de seguir. Sin embargo, este libro y yo tenemos una relación desde hace unos meses y no podía darle así la espalda. Nuestra aventura empezó cuando Freya, la editorial que ha hecho posible esa lectura conjunta, se puso en contacto conmigo para promocionar, de manera muy misteriosa a través de cartas que dejaban fragmentos de la historia que teníamos que intentar unir después, la primera novela de Laura. Y, como buna amante que soy de crear intriga con estas cosas, me apunté de cabeza. Tiempo después, la editorial volvió a escribirme para intentar organizar una lectura conjunta de Las guerras de la alianza y, de nuevo, acepté sin pensármelo dos veces. De por sí, era un libro que tenía pendiente ya que me vino en la caja de suscripción literaria Los mil planetas. El libro me llamó la atención porque era fantasía y, a ver, ya sabéis lo ganada que estoy yo con un libro de fantasía. Además, este año quería enfocarme más en la literatura nacional, algo que he logrado a medias, y quería darle una oportunidad a este título. Después de estar dos semanas con él, comentando por Twitter impresiones y compartiendo con los/as demás participantes esas sensaciones que teníamos, al fin os puedo contar, de manera mucho más extensa, qué me ha parecido esta lectura.
Usando una narración en tercera persona a través de las perspectivas de cuatro diferentes personajes, Las guerras de la alianza es un libro que, además, se encuentra dividido en dos partes claramente diferenciadas y que, sin lugar a dudas, han dejado momentos y tramas muy dispares la una de la otra. Comenzando con la que tenemos en cuanto abrimos el libro, tengo que decir que las primeras páginas del éste son muy frenéticas y, a su vez, algo confusas. En cuanto caminamos a través de estos primeros compases, vamos a ser testigos de un enfrentamiento entre dos reinos que están en plena guerra y batalla, viendo de manera muy cercana la manera en la que cada uno de ellos lucha, uno con la magia y otro con la fuerza bruta. Al tener por delante una ambientación de fantasía que juega bastante con esos elementos, quizás hubiera agradecido tener un inicio algo más lento y explicativo para comprender mejor todo mi alrededor, y no ir descubriendo justo esos detalles a medida que iban saliendo nombres en una lengua extraña con la que me costaba bastante ubicarme y asentarme en unas escenas que no terminaba de ver en mi mente. Sé que, al final del libro, existe un glosario que recoge cada una de estas palabrejas que vamos a tener por todos lados prácticamente a lo largo de toda la lectura, pero me hubiera gustado ver una explicación breve que diera algo de sentido a lo que está pasando o a lo que están hablando como notas a pie de página, por ejemplo. El andar un poco perdida ha hecho que el inicio me costara más de lo que pensaba, no conseguía engancharme del todo a la lectura y no terminaba de sentirme a gusto. Y, a pesar de que el ritmo es brutal y vertiginoso, teniendo un estilo narrativo sin pelos en la lengua y siendo Laura bastante directa con las escenas más sangrientas, sexuales, duras y tensas, con escenas de acción por todas partes, carreras a contrarreloj, pequeños giros inesperados y alianzas interesantes que también tendremos que ir comprendiendo poco a poco, Las guerras de la alianza no es un libro fácil, mostrando una complejidad enorme nada más abrirlo. No obstante, y a medida que sigues leyendo, poco a poco la compresión del escenario es más clara pero, sin dudarlo, la lectura se agiliza mucho y recoge otra esencia en cuanto empezamos a hacer viajes al pasado que rompe con la trama bélica para asentarnos en un momento donde la intriga, el misterio, el espionaje y la política están más presentes que nunca. Es algo que me ha encantado y algo que ha dado un soplo de aire fresco necesario, mezclando ambas subtramas de una manera muy precisa y acertada con la que, ya sí que sí, empiezas a engancharte al libro sin poder remediarlo. El pasado y el presente se van entrelazando a medida que los personajes se van esclareciendo, conociendo mejor sus pasados, sus antiguas relaciones y sus actos anteriores a cuando empezamos, una manera de dejar una lectura plagada de emoción y tensión. Además, gracias a esto la autora es capaz de meter giros más grandes que llegan a sorprender, ahondando mucho mejor en todo el asunto que tenemos por delante y culminando una primera parte explosiva que, sin dudarlo, te deja con la boca completamente abierta.
Con todo un inicio de la historia desarrollado y esperando a seguir con los motores encendidos, la segunda mitad de Las guerras de la alianza comienza muy bien, continuando bajo esa sensación que se sigue extendiendo para dejar nuevas escenas peliagudas que nuestros protagonistas tendrán que ir resolviendo para sobrevivir a lo que está por venir. Sin embargo, tengo que decir que, de nuevo, el libro se mete hacia unos recovecos que, desgraciadamente, me han vuelto a desenganchar. Y es que, a estas alturas, el tema de la guerra se queda en un segundo plano demasiado alejado para mi gusto, teniendo por delante una trama que se mete del todo y de lleno en el mundo de la política, su estrategia, su jerarquía y su juego. No os miento que, si os va mucho esta clase de temas, esta segunda parte es brutal. Pero siempre he sido una persona a la que la política dura y pura le aburre bastante y, por eso, esta mitad se me ha hecho muy densa, monótona y demasiado larga. Me daba la sensación, durante todo el rato, de que no pasaba gran cosa, de que el argumento se había quedado atascado y que no conseguía avanzar. El acompañar a los protagonistas a través de dos mundos diferentes, porque la autora aquí vuelve a narrar a través de perspectivas diferentes, sí que deja de nuevo pausas para descansar de ese mundillo plagado de senadores y concejales, pero tampoco encontraba una gran motivación en la otra trama alejada de la política. Por suerte, Las guerras de la alianza es un libro que tiene un estilo muy marcado con el que deja unos inicios de partes lentos pero que, al final, deja escenas muy potentes y, como tal, esta segunda mitad también tendrá eso, dejándonos unos últimos capítulos de infarto plagados de muchos salseos, jugadas inesperadas y, de nuevo, pactos que nos nos esperamos y que dejan bastante tocados ciertos elementos que, de cara al segundo libro, tienen pinta de que se van a complicar y mucho, prometiendo una continuación que seguirá con ese carácter desenfrenado.
Ahora es cuando se supone que os tengo que contar qué es lo que más me ha gustado del libro y lo que menos, pero en esta ocasión ambas son la misma cosa: la ambientación y los personajes. Con dos caras diferentes, por un lado la ambientación que se muestra es bastante interesante y original, a pesar de que cuesta un poco entenderla tal y como ya he dicho. Me ha gustado el tema de los compañeros por alianza, toda esa unión de sentimientos y la conexión que tienen, con la que incluso pueden hablar mentalmente. Creo que es algo que promete mucho y que da un soplo de aire fresco comparado con otros libros del estilo. Además, la autora usa un tono muy serio y crudo que ha hecho que la atmósfera de guerra se sienta muy peligrosa y amenazante, consiguiendo una envoltura muy correcta con la que es fácil sentir ese miedo, esa incertidumbre y todo lo que un enfrentamiento como el que tenemos por delante da. Junto a esto, tengo que destacar enormemente a dos personajes, Cuervo y Shesh, que son los que más me han gustado dentro de la lectura. Ambos son personajes sumamente interesantes, con sus luces y sombras, muy bien diferenciados y capaces de crear cosas emocionantes con sus idas y vueltas. Aunque siento que una parte de ellos se ha quedado muy superficial, a mí me han convencido bastante. Pero, sin dudarlo, lo que más destaco, no solo de ellos sino de los personajes en general, es la variedad de colectivos que hay. Con mucha representación LGTB+, me ha encantado que las relaciones amorosas que tenemos sean para todos los gustos y sin ningún tipo de tapujos, mostrándose super naturales y reales en todo momento, sin miedo a prejuicios y con una libertad descomunal.
Por otro lado, y siguiendo con lo que también os he dicho arriba, la ambientación y los personajes tienen una segunda cara que no me han terminado de convencer. Hay elementos del mundo que se me han quedado, una vez más, bastante superficiales, sobre todo cuando la trama se centra demasiado en el tema político. Creo que cuenta con detalles, como he dicho, muy buenos que podrían haberse desarrollado de manera más profunda y extensa, pero me quedo también con la sensación de que estamos ante una mera introducción de lo que, más adelante y en los libros que están por venir de la trilogía, seguiremos explorando. Y, en cuanto a los demás personajes, aquellos que no son Cuervo in Shesh, pienso igual. Dos de los principales narradores se me han quedado algo sosos, no teniendo en ningún momento una buena conexión con ellos que me hiciera estar en una posición muy cercana. La verdad es que los giros que la autora mete alrededor de ellos me ha dejado algo trastocada pero porque creía que íbamos a tener cosas diferentes, pero no he terminado de pillarle el gusto a algunas de esas decisiones que se han tomado.
En conclusión, Las guerras de la alianza es un primer libro de una trilogía de fantasía bélica que promete bastante al dejar una lectura que, aunque se puede hacer un poco cuesta arriba al principio, deja traiciones, alianzas, sorpresas y una trama política muy compleja que puede gustar muchísimo a aquellos y aquellas que buscan algo así. Y, aunque parte de la ambientación y de sus personajes se quedan rezagados, creo que es un punto de partida interesante que, espero, se vaya desarrollando mejor en los siguientes libros.
¡Muchísimas gracias a Freya por el envío del ejemplar!
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