¡Hola ciudadanos/as! ¿Cómo estáis? ¿Qué tal habéis pasado este puente? ¡Espero que hayáis leído mucho! En mi caso, esperaba leer algo más, pero bueno, un resfriado se ha metido de por medio y no me ha dejado disfrutar todo lo que yo quería de la lectura ya planeada. En fin, es lunes aunque parezca otra cosa y, por ello, hoy regreso aquí con una nueva reseña bajo el brazo. Se me están acumulando unas cuantas, pero espero ir dejándolas en estos días poco a poco. En esta ocasión os hablo de Maldita, una reinterpretación de la leyenda del Rey Arturo que me moría de ganas por leer desde que se anunció en inglés. Me llamaba muchísimo la historia y me alegré cuando supe que Oceáno Gran Travesía iba a publicar el libro en España. Sin embargo, tengo que decir que la historia y el libro no han sido lo esperado. ¿Por qué? Os dejo mis motivos a continuación:
Título original: Cursed
Trilogía/Saga: Sí
Autor/a: Thomas Wheeler e ilustrado por Frank Miller
Traductor/a: Editorial: Océano Gran Travesía
Páginas: 464
Precio: 19,95€
ISBN: 9788412030457
Aquél que empuñe la Espada de Poder será el único y verdadero rey. Pero, ¿y si la Espada ha elegido a una Reina? Nimue creció siendo una marginada. Su conexión con la magia oscura la convirtió en alguien temible para su pueblo Druida, pero ella siempre ha querido escapar de aquellos que la repudian. Hasta que un día su aldea es asaltada brutalmente por los Paladines Rojos, y el destino de Nimue se ve alterado para siempre. Antes de morir, su madre le designa la misión de entregar una antigua espada a un hechicero legendario, y en ese momento se convierte en la única esperanza de su diezmado pueblo. Nimue recibe la ayuda de un mercenario encantador llamado Arturo, y lo que queda de su gente, los Inefables. Mientras tanto, ella blande la espada destinada al verdadero rey, y lucha sin piedad contra los paladines y los ejércitos de un rey corrupto. Aunque Nimue sólo pretende unir a su pueblo, vengar a su familia y descubrir la verdad sobre su origen, poco a poco descubrirá que quizá lo único capaz de cambiar el destino sea el filo de su espada.
Desde pequeña, Nimue ha sido testigo de cómo el pueblo al que pertenece no la ve con buenos ojos. Acusada de llevar una oscuridad terrible, Nimue ha crecido entre miradas llenas de odio, miedo, desesperación por echarla de la comunidad. Es por eso que, a pesar de que la posición y el papel que su madre desempeña en el pueblo ha sido siempre su seguro y protección, el sueño de Nimue es dejar atrás su pasado cuanto antes. Junto a su mejor amiga, Nimue decide probar suerte cogiendo uno de los barcos que zarpan cada poco tiempo hacia un terreno lejano, pero esta vez no hay nada esperando por ella... salvo la muerte. Los conocidos como Paladines Rojos han llegado a su poblado, matando, torturando y creando un río de sangre que se expande entre fuegos que lo arrasan todo. Aquellos que vienen para purificarlo todo, Nimue pronto se convertirá en el objetivo de esta compañía, dispuesta a arrancar esa oscuridad que vive dentro de ella. Sin embargo, el destino de Nimue todavía le tiene reservado algo. Su madre, dispuesta a proteger lo que queda, le entrega a Nimue una espada bajo una misión: entregársela a Merlín. Lo que siempre ha creído como leyenda, Nimue pronto se da cuenta de que nada ha sido lo que parecía y, acompañada por un misterioso Arturo, Morgana, su medio hermana, y una espada rebosante de poder, pronto Nimue se convierte en un nombre que ocasiona pesadillas a sus enemigos. Los Paladines Rojos la buscan, la quieren, pero Nimue comprende que su verdadera labor solo acaba de comenzar. Junto a la espada, intenta eliminar de raíz aquello que está condenando a los suyos, los llamados Inefables, de una vez por todas. Y, aunque la espada sea un objeto requerido por grandes reyes, Nimue ha sido la elegida. Y, solo con ella, puede liberarse a sí misma y a su verdadera familia.
¿Quién no ha oído hablar alguna vez de la leyenda del rey Arturo? La Excálibur, esa espada mágica que "aquél que logre empuñarla será el verdadero rey de Inglaterra". Este mito siempre me ha gustado, y son muchas las interpretaciones que, a lo largo de la historia, se le ha dado. Todo esto de los caballeros de la mesa redonda, Merlín y su magia, Sir Lancelot. En esta ocasión se nos presentaba algo que, hasta ahora, no había podido ver en ningún otro sitio. ¿Qué pasa si la gran espada de poder cae en manos de otra persona, una chica que jamás ha sido aceptada para poder librar batallas en nombre de su pueblo? Fue una premisa que me llamó la atención nada más conocerla y, en gran parte, quería leer este libro por ello. Desgraciadamente, sigo dentro de la racha de lecturas que no consiguen convencerme, estando Maldita dentro de esa lista.
Narrado en tercera persona a través de diferentes puntos de vista, el ritmo de Maldita no está mal estructurado en sí. Creo que es potente y dinámico, entretenido nada más empezar. Desde el primer capítulo ya vamos a estar en escenas cargadas de acción, peligro y tensión, una carrera para salvar la propia vida que, pronto, se verá afectada con un pequeño viaje temporal hacia atrás, justo antes de que todo lo que se ha visto en las primeras páginas explote. Los autores juegan en estos momentos con dos diferentes argumentos, aquel que va directo a la batalla, a la sangre y a la masacre, y aquel que va hacia un punto más lento y de desarrollo para explicar quién es Nimue, dónde vive y cómo es su día a día siendo una chica repudiada y vista con mal ojos por todo el mundo. Aquí seremos testigos de cómo se siente Nimue, cómo ha crecido, la empezaremos a conocer. Y de cómo su vida cambia drásticamente cuando su aldea es atacada de manera brutal y horrorosa, y llega a sus manos una misión de vida a muerte que la llevará por caminos plagados de nuevos enemigos y de obstáculos a evitar a toda costa. Una de las cosas buenas que tiene el libro es que, entre ilustraciones y cambios de perspectivas en la narración cada dos por tres, se evita que la historia se quede estancada siempre en lo mismo. Hay mucho por ver, y es un juego que les ha funcionado bastante bien para seguir manteniendo la atención de la persona que está leyendo el libro. Cuando la cosa se pone peliaguda con Nimue, también vamos a ver como otros planes, completamente diferentes a los de ella, se crean, estrategias que poco a poco se ponen en marcha y que empiezan a afectar y a chocar con todo aquellos que ya hemos visto anteriormente. Los personajes se relacionan, vuelven a aparecen nuevos ataques que dejarán más enfrentamientos, más espadas blandidas, más cuerpos cercenados y más riachuelos de sangre. El libro no se corta ni un pelo en ese sentido. Es directo y brutal, describiendo amputaciones, vísceras esparcidas, cabezas cortadas. Y, mientras Miller y Wheeler nos guían por un sinfín de escenas cargadas de movimiento de un lado hacia el otro, de conspiraciones políticas, de acción a raudales y de líos palaciegos, también empezaremos a ser abrazados por una ambientación que va a ir creciendo, mostrando nuevos elementos, nuevos pueblos, hablando de la espada, empapándonos de leyendas e historias pasadas, de magia, de profecías, de nuevos personajes con su granito de arena a aportar. Maldita es un libro que no va a parar en ningún momento de ofrecer algo, de meternos en situaciones donde cualquier movimiento en falso puede ser la chispa que inicie una nueva guerra. La esperanza, el espíritu de lucha y de libertad comienza a coger fuerza, siendo uno de los pilares por los que Nimue, y nosotros/as con ella, nos vamos a desplazar. Siendo testigos de cómo un pueblo sufre, de cómo es cuestionado sin oportunidad de hablar, de cómo es sentenciado y castigado sin motivo alguno. Esa mezcla va a ser interesante, incluso dejando pequeños giros en la trama inesperados que ha dejado un buen sabor de boca, que ha dado más emoción, avanzando hacia un final extraño e inesperado que deja muchas preguntas y una visión confusa sobre qué es lo que va a pasar de ahora en adelante.
Así pues, ¿qué ha sucedido para que Maldita no haya sido ese libro que esperaba? No he conseguido conectar con la manera de escribir de los autores y, por tanto, con la manera en la que está escrita la historia y sus acontecimientos. Ha sido una sensación rara durante toda la lectura, eso de sentir que, sí, estás dentro de una historia y estás con unos personajes, pero no del todo, con un pie fuera y el otro dentro. El principal problema que he encontrado es que ambos dan por hecho y explicada la mayorías de las cosas que forman y dan vida a su libro. Y eso es lo peor que puedes hacer, darle a esa persona que te va a leer unos personajes y un mundo con su propio recorrido creyendo que ya se sabe absolutamente todo. Ojo, los lectores y lectoras no somos idiotas y algunas cosas, sobre todo procedente de una leyenda tan conocida como la del Rey Arturo, se conocen. Pero si metes cosas nuevas y diferentes, no las dejes olvidadas ni pienses que son cosas que se conocen desde siempre. Es lo que me ha pasado con los Inefables, el pueblo al que pertenece Nimue. He estado muy perdida con ellos porque, durante casi toda la primera mitad del libro, no sabía exactamente qué eran. Incluso hubo un momento en el que me sorprendí la conocer que Nimue era uno de ellos, a más de la mitad del libro leído, porque nunca se ha mencionado de manera importante o descrito como para tener en tu mente una idea bien desarrollada y conocida de esto. Después de ir recogiendo algunas palabras y formas de comportarse, te enteras de que dentro de los Inefables existen diferentes grupos, con sus características, sus idiomas, sus costumbres, sus tradiciones. Con diferentes formas y poderes. Y me hubiera gustado comprender mejor todo esto, tener una conexión más visible, haber tenido desde un principio esa información que tanto me ha faltado.
Junto a ello, también debo decir que no he llegado a conectar con los personajes. Nimue me ha parecido una protagonista muy inestable, con cambios de humor cada dos por tres,con un carácter fuerte que la llevaba, a veces, a comportarse más como una niña pequeña que como la adolescente que es. No me ha terminado de convencer, ni ella ni su manera de ver las cosas, de intentar arreglarlas por la fuerza, sin escuchar, viendo como todo se le sube demasiado a la cabeza. Los personajes secundarios van por el mismo camino, ninguno ha conseguido sobresalir. Y, en cuanto al romance, ha sido otra de las cosas que no me han gustado. Muy directo y precipitado, sin chicha, sin un desarrollo correcto que de sentido a esos sentimientos fríos que no me han llevado a ningún sitio.
En resumen, Maldita parte de una reinterpretación de la leyenda del Rey Arturo bastante interesante, pero no consigue ser todo lo que tendría que haber sido. Un estilo narrativo que peca al no explicar o desarrollar correctamente gran parte de los elementos de la novela, su ritmo trepidante no salva que los personajes no lleguen del todo, que la ambientación se quede floja en muchos aspectos y que, en sí, la lectura acabe con la sensación de que se podría haber cogido un camino diferente que hubiera conseguido un libro más épico.
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