lunes, 4 de noviembre de 2019

Reseña 'La resistencia de la reina' de Rebecca Ross

¡Hola ciudadanos/as! ¿Cómo estáis? ¿Qué tal ha ido este lunes y comienzo de semana? ¡Espero que genial! Un día más, vuelvo al blog con una nueva reseña, ¡menuda cadena estoy haciendo! Pero es que estoy leyendo super rápido y consigo acabar lecturas pendientes antes de lo que pensaba, así que ando a tope últimamente. La reseña de hoy es especial ya que, el libro y la bilogía en general, también lo es. Quiero hablaros de La resistencia de la reina, conclusión de la bilogía que comenzó con La rebelión de la reina, libros que, OS RUEGO, LEÁIS YA DE YA. ¿Motivos? Los tenéis todos en la reseña del primer libro y en esta misma, aunque si aún nos has leído la primera parte...

AVISO: Si sigues leyendo encontrarás spoilers del libro anterior


Título: La resistencia de la reina
Título original: The Queen's Resistance
Trilogía/Saga: Sí. Bilogía
Autor/a: Rebecca Ross
Traductor/a: 
Editorial: Puck
Páginas: 448
Precio: 19€
ISBN: 9788492918706

SINOPSIS:
Reino de Maevana, 1566. Después de salir victoriosa para traer de vuelta a la legítima reina Isolde, Brianna tiene que enfrentar otros desafíos: ahora que ha ingresado en la familia de Lord MacQuinn, ¿podrá ser aceptada también por su gente? ¿Y quién puede confiar en los nobles si su propio padre la quería muerta? Mientras tanto, Cartier, retomando su papel de jefe, está tratando de restaurar el prestigio de la familia Morgane. Al hacerlo, sueña con tener a Brianna a su lado, pero los dos se ven obligados a dejar de lado sus sentimientos para enfrentar a un enemigo más grande. Los partidarios del antiguo régimen están ansiosos por encontrar el valor descubierto por las fuerzas rebeldes para recuperar la corona. Entre las conspiraciones y los juegos de poder, los lazos secretos de sangre, la tortura y el secuestro, ¿qué, más que el amor, es capaz de lanzar las cartas en juego?
Brienna es ama del conocimiento y comienza a familiarizarse con su rol de hija del lord caído en desgracia, Davin MacQuinn. Aunque acaba de sobrevivir a una revolución que devolverá a la reina al trono, aún debe enfrentar otro desafío: la aceptación de los MacQuinn. Por ser la confidente más cercana de la reina Isolde Kavanagh, tendrá que hallar el equilibrio entre servirle a la Casa de su padre y servir a su país. También está Aodhan Morgan, anteriormente conocido como Cartier Évariste, quien está acostumbrándose al marcado contraste entre su vida en Valenia previa a la rebelión y su vida actual como lord de una Casa caída. Mientras intenta recuperar el nombre de la casa Morgane, permite que su mente divague… ¿Y si no tiene que alzar su Casa solo? ¿Y si Brienna pudiera estar a su lado? Pero Brienna y Cartier deben dejar a un lado sus sentimientos porque hay asuntos más apremiantes con los que lidiar: el juicio de los Lannon, la creación de alianzas y garantizar que nadie evite la coronación de la reina. Hay rumores de Resistencia entre quienes apoyaban el Viejo régimen, que están desesperados por hallar un punto débil en las fuerzas rebeldes. ¿Y… hay vulnerabilidad más grande que la que genera el amor?

Sabes que estás ante un libro muy especial cuando te pones delante del ordenador, abres una nueva pestaña en el blog para hacer una reseña y no sabes muy bien cómo empezar y qué palabras poner para convencer a las personas que te están leyendo en este momento que DEBEN leerse estos libros. La resistencia de la reina es la conclusión de la bilogía que comenzó hace poco más de un año en España con La rebelión de la reina, un libro que ya tenía fichado y que me moría de ganas por leer. En cuanto lo tuve entre mis manos, me sorprendió gratamente su historia: fantasía, donde la magia tiene su papel, donde un trágico pasado hizo que las casas de un reino fueran masacradas y perseguidas, olvidadas, mientras otras se levantaban con más poder que nunca para instaurar un reinado de miedo que, aquellos y aquellas que quedaban de esas casas asesinadas, están ansiosos por destruir. El regreso de una reina legítima dispuesta a recuperar lo suyo. Me encantó todo de esa primera parte, un libro que, debo reconocer, terminó un tanto extraño para mi gusto. Ese final me dejó con muchas dudas: ¿y ahora qué va a pasar? ¿Qué asuntos se van a tratar el que está por venir? Comencé esta conclusión sin saber muy bien hacia donde tiraría la historia, preguntándome si había argumento suficiente para narrar otro libro. Y sí, la había. No sabéis todo lo que la autora ha puesto en esta segunda parte.

Algo que tengo muy claro qué decir es que La rebelión de la reina se ha convertido en una de mis bilogías preferidas, y la culpa la tiene este libro, La resistencia de la reina. Como digo, leí el primer libro y me gustó mucho, pero ha sido aquí cuando realmente he conectado con todo, cuando he sentido, cuando he casi llorado y suplicado, al terminarlo, mucho más. Más de Brienna, más de este mundo, de esta historia. No tengo esperanzas en que la autora quiera, en un futuro, regresar aquí. Pero ojalá. Al igual que pasó con La rebelión de la reina, esta continuación vuelve a tener cuatro partes bien diferenciadas que dividen el libro en distintos momentos y sucesos, teniendo como novedad una nueva narración y/o punto de vista; el de Cartier. A través de sus ojos y los de Brienna, que vuelve a ser la protagonista de todo lo que está por venir, se crea un libro en el que estaremos moviéndonos de un lado a otro, lo que ha hecho, sin dudarlo, que la lectura fuera muy fluida, entretenida y emocionante. Las primeras setenta páginas son las más lentas que va a tener la historia, unos capítulos que retoman, de manera muy acertada y con mucha gratitud, los últimos acontecimientos del libro anterior, sirviendo como recordatorio para que, aquellos y aquellas como yo que perdemos muchos detalles, volvamos a situarnos en la historia sin tener la oportunidad de perdernos. Es así como esta primera parte de las cuatro en las que está dividido el libro se va a desarrollar, recreando de nuevo esa batalla final, sus consecuencias, incluso viajando más al pasado, recordando lo que hizo Brienna para llegar hasta donde se encuentra actualmente. Tras esta bienvenida, explota todo lo demás. Me ha sido imposible despegarme de las páginas de este libro. No podía, siendo testigo y estando presente en el montón de cosas inesperadas que van a ocurrir. Porque menudo huracán. Yo que iba hacia este libro sin tener idea de qué me iba a encontrar y, por los dioses, me he quedado más y más enganchada y más y más flipando a medida que he sido partícipe de todo lo que se va abrir, de los giros tan dramáticos que vamos a vivir, un sufrimiento que hacía tiempo no sentía. Es hora de restaurar la historia verdadera, de devolverle el trono a la reina, pero es que llegar hasta ahí va a ser un camino muy turbio, complicado y plagado de mil peligros. 

Cuando la historia arranca, con sus complicaciones, sus momentos menos tensos, no hay manera de frenar eso. Y, si bien la primera parte servía como telón de fondo para recordarnos y orientarnos de nuevo en la ambientación y en lo que ya ha ocurrido, a partir de la segunda parte todo va a ser un sin vivir constante, una sucesión de eventos que no te van a dejar respirar ni un solo segundo. Actos que ya dejan entrever que eso no ha hecho más que comenzar, que todavía queda mucho que averiguar, algunos siendo tan impactantes e inesperados que se van a convertir en piezas inesperadas de un rompecabezas que no va a parar de dejarte con la boca abierta. No sé aún cómo he sido capaz de sobrevivir a tal montaña rusa de sentimientos. Porque puede que estos libros sean, comparados con otros, más sencillos. Pero es que Rebecca Ross juega de una manera tan única, especial e impecable con el lector que, de verdad, te vas a quedar anonadado con todo lo que va a poner en marcha, con cada as de la manga que se va a sacar sin ningún remordimiento. Es una lectura alucinante, plagada de momentos inolvidables, hechos para las risas, para la tristeza, para unirte y empatizar más con los personajes, para preocuparte, sufrir, llorar, robarte el aliento. Un ritmo vertiginoso que nos adentrará más en todo un complot que no esperabas, una estrategia deslumbrante, una misión de vida o muerte, en la que cualquier paso en falso puede desbaratar todo el trabajo que se ha hecho durante años. La aparición de nuevos personajes han dado más dinamismo si cabe, más jugadas a las que engancharse sin remedio, una sinfonía de descubrimientos, nuevos secretos, sorpresas, más historia que contar, de escenas en las que parece que ya está todo bien para luego, ZASCA, suceder un cambio de aires que lo vuelve a complicar todo para hacer de este libro un vicio imposible de dejar; Donde la tercera parte del libro vuelve a recuperar la acción, las persecuciones, las carreras a contrarreloj. Las batallas a campo abierto, los enfrentamientos entre rivales, guiándote hacia una cuarta parte donde parece que, al fin, todo va a estar en paz, solo para volver a cogerte desprevenido y darte más y más, sin parar, hasta un final inolvidable, perfecto y que te deja con un nudo en la garganta porque no quieres despedirte de todo esto.

Me es difícil explicar todo lo que he resaltado de esta segunda parte, lo que me ha fidelizado a este mundo y a estos libros. Pero lo voy a intentar. Creo que lo que más destaco de todo el batiburrillo de elementos a elegir es, sin dudarlo, el sentimiento de pertenencia que me ha dado la lectura. Como digo, el primer libro me gustó por la manera de exponer una cultura propia de un reino devastado, conociendo poco a poco su pasado. Pero creo que la autora se centró más en elaborar y cocer poco a poco eso más que tejer a la lectora o al lector dentro de esta vida. En La resistencia de la reina sientes realmente que perteneces a este reino de Maevana, el de la amabilidad, la compasión, el amor. Me he sentido muy unida a cada una de las Casas en las que se divide este pedazo de terreno, descubriendo ritos, costumbres o tradiciones geniales, adentrándome en una familia enorme que me ha acogido con los brazos abierto y con mucha humildad. Supongo que eso es lo que ha ocasionado que, al final, me haya quedado triste, por tener que decirle adiós a todo, un universo que me ha enamorado y fascinado completamente. Gran parte de este logro lo tienen sus personajes, otras de las cosas que hay que mencionar como muy positivo sí o sí. Desde el comienzo, los personajes han estado muy bien perfilados, muy presentes, muy visibles y cercanos. Y aquí seguimos avanzando a través de ellos. Brienna es una delicia como personaje. Su carácter, su rabia, su rebeldía. Su manera de ser fiel a sí misma, a sus principios. De ser inteligente, de ser respetada, de demostrar su fuerza y valentía. Y Cartier, la otra cara de la moneda, también ha sabido engatusarme. Su delicadeza, su respeto hacia Brienna, la manera ne la que la observa, le deja espacio, la admira. La relación que hay entre ambos es dulce, asombrosa, sana, de esas que te hacen suspirar, que te dejan con ganas de más. Capaz de acoger tu corazón. Y no son los únicos que van a hablar. En esta segunda parte, muchos de los personajes que hablaron en el primer libro van a callarse para dejar hablar a otros que se habían quedado rezagados, incluso aquellos que llegan nuevos. Y es que cada interacción, cada conversación y cada unión ha sido tan genial... La compenetración que hay entre Isolde y Brienna: fascinante. La trama de los Lannon: dinamita pura. La profundización en los lores: mágica. Todo concuerda tan, pero tan bien, que es imposible darles la espalda a cada uno de ellos.

En resumen, La resistencia de la reina es el mejor final que podría haber tenido esta historia. Desgarradora, peligrosa y sorprendente, pero también asombrosa, magnética y poderosa, es una lectura inolvidable que te llevará por un sin fin de situaciones donde reirás o llorarás, uno de los libros que más me han emocionado y enganchado de los últimos meses.

 




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