¡Hola ciudadanos/as! ¿Qué tal estáis? Espero que hayáis empezado con ganas, energía y bien esta nueva semana. Tarde, pero más vale eso que nunca, estoy de nuevo por aquí con una nueva reseña. En esta ocasión toca hablar de Hermanastra, un nuevo retelling de La Cenicienta que aterriza en nuestro país para demostrarnos lo que realmente importa para seguir hacia adelante, una reinterpretación sorprendente y original que, personalmente, ha sabido engatusarme. ¿Queréis saber qué me ha parecido? ¡Tenéis mi opinión completa aquí debajo!
Título original: Stepsister
Trilogía/Saga: No
Autor/a: Jennifer Donnelly
Traductor/a: Pilar Ramírez TelloEditorial: Molino
Páginas: 384
Precio: 18€
ISBN: 9788427217690
SINOPSIS:
Isabelle no es la preciosa muchacha que ha enamorado al príncipe tras perder un zapato de cristal, sino la hermanastra fea que se ha cortado los dedos de los pies para lograr meterlos en el zapato de Cenicienta. Y ese zapato… se está llenando de sangre. Cuando el príncipe descubre el engaño, la rechaza y condena a su familia al desprecio del pueblo. Pero ella cree que se lo tiene merecido: quería ser como Cenicienta y solo ha conseguido ser mala y celosa. Ahora tiene la oportunidad de cambiar su destino y demostrar lo que las hermanastras feas siempre han sabido: ni siquiera un corazón roto basta para someter a una chica.
La vida de Isabelle nunca ha sido un camino de rosas, a pesar de que los cuentos siempre nos han dicho lo contrario. Isabelle tendría que haber sido una chica valiente, exlporadora, tendría que haber viajado en barco a lugares lejanos e inciertos, tendría que haber cogido una espada y tendría que haberse batido en duelo con algún que otro pirata. Sin embargo, Isabelle es, en realidad, la hermanastra fea, la hermanastra que se ha cortado los dedos de los pies para engañar al príncipe, la hermanastra cruel que ha tenido encerrada a Ella, la futura reina de Francia. Isabelle siempre ha sido una chica que ha obedecido a su madre, que se ha puesto los vestidos que ha acabado odiando, que ha cerrado la boca y se ha conformado con aceptar los esquemas que su sociedad tiene para chicas como ella. Sin embargo, su vida cambia completamente cuando Ella escapa de su habitación, se pone el zapato de cristal y, junto al príncipe, la deja atrás para vivir feliz en el palacio. Ahora, todo el mundo sabe lo que ha hecho y, por ello, es tratada igual. Insultada, desprestigiada, odiada, Isabelle tiene que hacer cualquier cosa para seguir con vida y para cuidar de su hermana Tavi y su madre. Pero el odio tiene una cara cruel y, pronto, Isabelle será testigo de cómo la gente puede quitarte todo aquello que tienes. Obligada a encontrar quien es en realidad y que papel tiene en este mundo, Isabelle se topa con algo que incluso le cuesta creer. Y, mientras se embarca en una misión complicada que la hará regresar a su pasado, no tan lejos de allí se alza la muerte, conquistando nuevas ciudades y pueblos, reclamando nuevas vidas, un ejército letal dispuesto a destruir la corona francesa de una vez por todas. Porque Isabelle es mucho más que la hermanastra fea y, por eso, está a punto de cambiar para siempre el destino de su país.
Creo que todos y todas conocemos de sobra la famosa historia de La Cenicienta: una chiquilla inocente, relegada a una sirviente por su madrastra, maltratada por ella y sus hermanastras, soñando con ir a un baile que está a punto de perderse hasta que aparece el hada madrina y crea una carroza de una calabaza y elegantes corceles de dos ratones, que le da un vestido deslumbrante y unos zapatos de cristal que desaparecerán, junto a todo lo demás, a medianoche. Pues bien, quiero que borréis es imagen de cuento tan feliz. Porque Hermanastra se hunde en la parte más oscura del cuento, la tradicional, la macabra historia de cómo las hermanastras se cortan los dedos de sus pies por pura vanidad. Son muchos los retelling que, a estas alturas, hemos leído. Pero Hermanastra cuenta con algo esencial, un giro en la historia que le da un punto original y novedoso con el que ha sabido conquistarme.
Narrado en todo momento usando una tercera persona, Isabelle no va a ser la única que contará la historia, si la principal y la que más peso tendrá ya que todo se centrará en ella, pero serán dos personajes más los que estarán entremezclándose con su destino. Y es que el libro cuenta con un prólogo con el que, pronto, nos daremos cuenta que la historia de Hermanastra no viene a narrarnos la misma historia de La Cenicienta, tan vista y oída a estas alturas. Intrigante, misterioso y un tanto extraño, el inicio apunta hacia una trama dura y para nada convencional, donde la magia tendrá también su forma en el libro, mostrándose en estos momentos de manera muy original y fresca, dibujada con diferentes colores que van a interferir, de una manera u otra, con el camino de Isabelle, teniendo ahí el primer elemento que nos va a mover hacia un lado o al otro, consiguiendo que la lectura nunca sea predecible y siempre haya algo a lo que aferrarse con un dinamismo muy palpable y acertado que consigue que el libro arranque con una fuerza descomunal. Es cierto que los primeros capítulos van a ser raros, unas primeras páginas que desprenden una sensación un tanto incómoda de no estar totalmente enganchada a sus páginas, pero creo que nos hemos acostumbrado a tener siempre la parte más feliz de la historia y, de vez en cuando, también hace falta mirar a los retos y a las complicaciones, lo difícil y lo infeliz, Y Hermanastra se encarga muy bien de dejar esto claro. Es así como, a raíz de la traición y engaño hacia el príncipe y el descubrimiento de todo ese complot, la historia se vuelve más y más profunda alrededor de Isabelle. Aunque pasen cosas para que ésta elija eso o aquello, para que vayamos por uno y otro camino, la trama será, en su mayoría, ver la evolución y desarrollo de Isabelle a través de una vida que, cada día, se vuelve más cruel, teniendo que soportar insultos, desprecios, maltratos. Sin embargo, creo que la autora ha tenido, desde el comienzo, una idea clara de qué es lo que sería enseñar en todo momento y, aunque esto sea el núcleo del libro, Donnelly rompe con esa posible monotonía añadiendo esos otros dos puntos de vista que tan bien van a venir. No solo para complicar las cosas y darle a la lectura otra perspectiva, no solo para meter subtramas que nos hacen reír o que nos hacen sufrir de la tensión que se vivirá, sino para que el libro fluya a través de nuevas cosas a resolver, metiéndonos en una misión personal que ha conseguido mantenerme entretenida y enganchada, con la que se han tocado temas como el amor, el arrepentimiento, los celos, el egoísmo, la redención. Además, será aquí cuando las cosas se van a complicar mucho, donde la magia vuelve a resurgir de la manera más pura y deliciosa, donde nada es lo que parece y donde el destino quiere ser caprichoso y jugar con sus propias cartas, moviéndonos de un lado a otro sin parar y acercándonos cada vez más a una Isabelle que será testigo de todo lo que está por venir. Junto a esto, otro frente queda abierto, aparentemente lejano, pero muy peligroso, no solo conformándose la autora en contar la historia de Isabelle, sino también en añadir una amenaza que va más allá de las miradas maliciosas de la gente. Esto hará que la lectura adquiera un tono más arriesgado, con más acción y con unos giros argumentales precisos y acertados con los que estarás más enganchada aún al libro, momentos que se empiezan a desarrollar a mitad del libro pero que explotan hacia el final para dejarnos con un buen surtido de enfrentamientos, traiciones, descubrimientos que podrían cambiarlo todo, dejándonos con una conclusión de infarto plagada de valentía y un riesgo tremendo pero que, a su vez, ha sabido darle el punto y final merecido y que pedía a gritos esta historia.
Si bien es cierto que el libro puede destacar algunas cositas como positivas, yo quiero recalcar las dos que más me han llegado y que, creo, son la esencia real del libro. Por un lado, quiero destacar la representación del papel de la mujer por parte de Isabelle y Tavi. Ambas siempre han crecido bajo una órdenes estrictas: tienes que ser bonita o, sino aparentarlo. Cerrando la boca, consintiendo, sin quejarte, siendo una dama y una mujer honesta, fiel, buena. No puedes dar tu opinión, no puedes interferir en las conversaciones de los hombres porque no puedes hacerles ver que eres más que ellos o que estas a su altura en cuanto a conocimientos. Sé la mujer que nuestra sociedad dicta, cásate, pierde tus alas, ten hijos y críalos. Isabelle y Tavi viven en un mundo machista y patriarcal, pero se resisten. Demuestran que una mujer no es solo un simple maniquí para estar callada y parir hijos. Una mujer es fuerza, inteligencia, perspicacia, calculadora, observadora, mortal. Ellas representan eso, lo valiente, el romper el molde, el aspirar a más. A no conformarse y a demostrar que son mucho más de lo que le piden desde siempre. Y, por otro lado, quiero destacar el importante mensaje que la autora nos lanza con esta historia. El mensaje de que tú, y solo tú, decidas quién eres, quien quieres ser en un futuro. Porque Isabelle ha crecido escuchando que siempre era la hermanastra fea. Y, desgraciadamente, la mayoría somos Isabelle y nos quedamos estancado en ello. Vivimos condicionados a través de las decisiones de los demás y nos estamos perdiendo nuestra vida. porque no somos nosotros los que llevamos las riendas, sino que actuamos para agradar, para ajustarnos a los comentarios positivos, para alejarnos de los comentarios negativos de la gente. Y, si los recibimos, trabajamos para que, a la próxima, el comentario que nos dediquen sea el bueno. Porque tenemos miedo de no cumplir las expectativas pero, ¿qué expectativas? ¿las que dicta una sociedad que ni siquiera sabe qué es lo que quiere? Porque es importante quererse a una misma tal y como es, hacer lo que os de la gana sin tener en cuenta el qué dirán. Porque perdemos mucho tiempo de nuestras vidas haciendo caso a las palabras de otros, haciendo que nuestro camino se tambalee, vivamos más infelices. Porque tenemos los oídos abiertos a los demás, pero nunca nos escuchamos a nosotros mismos. Somos como Isabelle porque andamos con ese peso, pero también debemos ser como Isabelle en su evolución. Isabelle está harta de escuchar que es fea, fea y fea. Pero eso no la define. Es mucho más. Isabelle es ese sueño aventurero de surcar los mares, dar con un terreno inexplorado, combatir con un dragón de mar, acompañada de su fiel amigo montado en su hombro. Isabelle es la locura, el atrevimiento, la curiosidad. Y eso es lo que realmente nos hace bellos y bellas, nuestro verdadero ser y no el que nos imponen los demás. El final de este libro es increíble por eso, cumple sueños y nos demuestra que, con esfuerzo y valor, lo tenemos todo al alcance de nuestra mano.
¿Qué ocurre con la parte negativa del libro? Desgraciadamente, no ha sido la lectura ni la historia perfecta y vengo también con algunos detalles que no han terminado de ser lo que esperaba. Por un lado, me ha fallado la ambientación. Quizás, después de tener un comienzo así, esperaba encontrarme con un escenario mucho más marcado, más visible, más detallado, más rico y más interactivo. Pero, en sí, la escenografía se va a dividir casi siempre en los mismos rincones. Me hubiera gustado conocer más del pueblo donde vive Isabelle, más de esa Francia que ahora es gobernada por Ella, su hermanastra. Sentir más la vida de sus habitantes. Y lo mismo me ha pasado con la magia, que me he quedado con ganas de más. Ojo, todo lo que ha aparecido me ha dado un buen sabor de boca, pero quería sentirla más tiempo y en una mayor profundización. Me ha sabido a poco y, viendo lo original que estaba siendo, me quedo con ese vacío.
Junto a esto, decir también que algunos de los personajes secundarios se me han quedado alejados. Como digo, existen otros dos narradores que, junto a Isabelle, van a dirigir la trama y, sin embargo, no he sido capaz de empatizar o conocer mucho a ninguno de ellos. Eso sí, destacar la buena labor que hace la autora con Isabelle, pasando de ser una de esas hermanastras crueles que siempre hemos odiado a ser un personaje increíble con el que empatizas y que, al final, te agrada bastante. Los demás, pues eso, hubiera incidido más en su participación, pero entiendo también la decisión de la autora. Y, por último, poner como punto negativo el también poco acercamiento de ese peligro inminente que se acerca por el horizonte, esa guerra a punto de estallar. Supongo que va todo relacionado con el tema de la ambientación ya que también ha faltado desarrollo en esa parte. Lo que se genera en ese punto de la historia está ahí desde el principio, sin saber muy bien de dónde sale y sus verdaderos motivos, como que lo añade, lo entrelaza con la vida de Isabelle y le da su final. Me hubiera encantado meterme más de lleno en un complot político y militar, con estrategias por aquí y por allá pero, de nuevo, sé que esa no era la idea de la autora.
En conclusión, Hermanastra ha sido un retelling que me ha sorprendido y para bien. Un potente mensaje, una historia original y un giro acertado al cuento clásico de La Cenicienta, Isabelle consigue enamorarte para hacerte ver que las hermanastras feas también tienen corazón y que, sobre todo, son mucho más que un simple rostro.
¡Muchas gracias a Molino por el envío del ejemplar!
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