¡Hola! Primero que todo, les quiero desear uno 2016 lleno de cosas buenas para sus vidas.
En esta entrada resumiré lo que fue mi 2015 con respecto a lecturas, los retos que me propuse y los libros que vale la pena destacar.
Resumen general
En total este año leí 26 libros, lo cual considero una gran decepción ya que no logré superar los 27 y 30 del 2013 y 2014, respectivamente, ni cumplí mi meta de leer 50 libros este año (la cual me parece sumamente absurda ahora).
Con respecto a los demás retos que me propuse, aquí pueden ver mis terribles fracasos.
Y, a pesar de que la cantidad de libros que leí fue patética (a mi parecer), considero que gran parte de las lecturas fueron muy buenas y que logré ampliar mis horizontes literarios exitosamente: leí más clásicos, leí más en inglés y finalmente leí varios autores colombianos, algo que no había hecho antes. Además, exploré nuevos géneros, como la literatura LGBT, la no ficción, el thriller psicológico, y la poesía.
Mejores lecturas
Los siguientes libros fueron mis mejores lecturas de este año, y cabe destacar que no están en un orden específico.
Perdida, de Gillian Flynn: como mencioné, no hay un orden específico en mis lecturas favoritas, pero me atrevo a decir que esta fue mi mejor lectura del año. Un thriller psicológico descabellado, lleno de suspenso, crimen y personajes tan bien caracterizados que lograron ponerme los pelos de punta.
El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez: mi primer novela del más reconocido escritor de mi país, y la experiencia fue muy grata. Una historia breve y aparentemente simple, pero que conmueve y logra quedarse en la memoria del lector por su narración realista y sus personajes entrañables.
Simon vs the homo sapiens agenda, de Becky Albertalli: un libro coming-of-age divertido, realista y entretenido que trata la homosexualidad de forma natural y que enmarca la evolución del personaje principal al aceptarse tal y como es y promover un mensaje de aceptación y de tolerancia.
Stand-Off, de Andrew Smith: la secuela de una de mis mejores lecturas en el 2013 (Winger) también se destacó por el gran desarrollo que tiene el personaje principal a lo largo de la historia, en medio de una trama divertida pero con gran profundidad emocional.
Rosario Tijeras, de Jorge Franco: esta novela colombiana relata lo que es vivir un amor 'prohibido' en medio de una guerra que no te pertenece, pero que a la vez no podría estar más ligada a ti. Una historia cruda, realista, una narrativa inigualable e inolvidable.
Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo, de Benjamín Alire Sáenz: Un libro espectacular, lleno de matices, color, libertad, amor, reflexiones y lecciones de vida. Una novela que se caracteriza por una narrativa magnífica y por la autenticidad de sus personajes, pero cuya particularidad radica en la facilidad con la que pude relacionarme e identificarme con los protagonistas y lo que estos vivían.
Hamlet, de William Shakespeare: épico, simplemente épico. Una historia grandiosa, de colosal magnitud que me cautivó completamente. Me vi atrapado por los monólogos internos de Hamlet y la forma en la que sucumbió ante la desesperación por toda la tragedia de su familia.
Carry On, de Rainbow Rowell: una novela fantástica, mágica. Unos personajes que te roban el corazón y se quedan en tu memoria por siempre.
Menciones especiales: ¡Que viva la música! de Andrés Caicedo, Tus pies toco en la sombra de Pablo Neruda, y Uno siempre cambia al amor de su vida de Amalia Andrade.
Peor lectura: Love letters to the dead, de Ava Dellaira
Una copia total de Las ventajas de ser invisible. A pesar de que el libro ya mencionado es uno de mis favoritos, Cartas de amor a los muertos fue una experiencia terrible: personajes mal caracterizados, clichés por todos lados, terrible hilo conductor de la trama, predecible, repetitivo, tedioso, una escritora con talento pero que debe trabajar mejor en ideas originales, no en prácticamente modificar una historia que ya existe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario