¡Otro fin de semana que se acerca! Y a este le tenemos ganas, sobre todo después de esta semana que ha dado inicio las clases otro año más. Ahora que disfrutar de estas horas que nos separan del próximo Lunes y, ¿qué mejor forma que leyendo un libro? Y si escoges este, del cual voy a hablaros en esta reseña, mejor que mejor. Sueños de Piedra, un libro esperado por muchos desde que sus autoras anunciaron su publicación hace muchos meses atrás. Autoras que conquistaron nuestros corazones con Alianzas y que han regresado para, si cabe, hacerse con un pedazito más. Todo lo que había leído sobre el libro hasta el día en el que me hice con él eran cosas muy positivas, algo que podría beneficiar al libro pero que podría volverse en contra del lector. Tengo que deciros que las palabras que se dijeron en aquellos momentos no fueron llevadas por el viento, olvidadas en un rincón alejado. Esas palabras siguieron cobrando fuerza y no es de extrañar después de ver lo que ambas autoras han escrito en este libro. ¿Quieres saber más? Pues sigue para abajo.
Título original: -
Trilogía/Saga: No. Autoconclusivo
Autor: Iria G. parente y Selene M. Pascual
Editorial: Nocturna
Páginas: 573
Precio: 16,50€
ISBN: 9788494335471
SINOPSIS: Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez...
Llevaba esperando meses para poder leer este libro. Me entusiasmé con él en cuanto las autoras dijeron que lo iban a publicar y tenía que leerlo porque su anterior novela, Alianzas, me atrapó completamente y sabía que todo lo que tocaban estas chicas se convertía en magia. Y vaya que si ha sido mágico este libro. Recuerdo el día en el que ambas autoras hicieron un hangout y como una de ellas, Selene, abrazaba al libro cual madre protegiendo a su hijo. En ese momento no sabía todo lo que escondía el libro y ahora os puedo decir que yo también estoy dispuesta a proteger esta historia y a sus personajes con uno o mil abrazos más. Sueños de Piedra ha sido una lección más, una historia llena de sueños difíciles de conseguir, llena de una lucha por conseguir lo que uno se propone sin rendición, dos vidas diferentes, polos opuestos y con tantos sentimientos, que es imposible no sentirlos tú misma y compartirlos con ellos. Sueños de Piedra no es solamente un libro que nos vuelve a decir que los cuentos siempre tienen su parte mala, difícil y dura, sino que es la historia de un príncipe y una muchacha maltratada que intentan reencontrarse a sí mismos apoyándose el uno al otro.
Arthmael de Silfos podría haber sido el futuro rey sino fuera por la intromisión de su hermanastro, que parece ser tiene todos los papeles de convertirse en el siguiente monarca. Amenazado por tal situación, no puede imaginarse su futuro sin la corona en su cabeza. Dispuesto a demostrar que él es la persona indicada de ocupar el trono de su padre cuando este muera, decide adentrarse en las calles de la ciudad y hacerse un nombre por el cual pueda ser reconocido en todos lados, ganador de numerosas hazañas y enfrentamientos contra monstruos. Por otro lado, Lynne es una chica que lleva sufriendo malos tratos y vendiendo su cuerpo en su contra desde hace muchos años. Rescatada de las calles siendo una adolescente, ha tenido que madurar más pronto de lo necesario y enfrentarse a un mundo donde la mujer da placer a hombres que pagan por sus servicios. Harta de ser una marioneta, Lynne se propone salir de allí, pero la libertad es un precio alto para alguien como ella y sus manos pronto se llenarán de sangre. En un intento de escapar ya no solo de su vida, sino también de lo que podría ser su futuro si la atrapan, se tropieza con el príncipe Arthmael, al cual usará rápidamente para convertirlo en la persona que podría sacarla de todos los recuerdos que le trae Silfos y empezar su nueva vida. Parece que el choque inicial entre ambos indica que sus caminos van en direcciones opuestas, pero cuando Lynne se encuentra a una pequeña rana que habla, un equipo inesperado se formará. Hazan, un joven mago, tiene un gran problema. O dos. Convertido en rana debido a un error en un hechizo, tiene la misión de encontrar una cura para la enfermedad extraña que ha contraído su hermana. Lynne pronto sabrá que es lo que andaba buscando, la aventura de llevarla a países desconocidos e intentar abrirse en el mundo que siempre ha sido su sueño, el ser una mercader de prestigio. Arthmael aprovecha la situación de Hazam para intentar labrarse ese nombre con el cual volver y reclamar su derecho como futuro rey. Pero el recorrido no será fácil para ninguno de los tres, enfrentándose a seres sobrenaturales que los llevarán al límite de sus miedos. Porque todos, en su interior, tienen algo que les perturba. Y, cuando piensan que han conseguido todo lo que querían, algo los volverá a hacer retroceder y empezar a desconfiar de sus propias habilidades y sueños.
Una vez más, Iria G. Parente y Selene M Pascual han venido para contarnos un cuento diferente, atrevido y sin tapujos, para hablarnos sobre un tema muy tabú en la literatura juvenil como es el mundo de la prostitución y las mafias que se esconden detrás de ella, presentarnos la verdadera cara del amor verdadero, hecho para el respeto, el apoyo mutuo y los besos tiernos, y con un mensaje muy claro en todas sus páginas, el de seguir luchando por lo que más queremos, sin rendirnos, sin dejar escarpar cualquier oportunidad, diciéndonos que somos capaces de conseguir cualquier cosa si nos lo proponemos, que no nos dejemos engañar ni envenenar por gente que no cree en nosotros porque eso es lo importante, que tu creas y veas que puedes hacer lo que quieras con tu propia esperanza. Una vez más, me vuelvo a encontrar con un libro narrado a dos voces, capítulos contados por Arthmael y capítulos contados por Lynne, algo que me ha parecido lo más certero que podrían haber hecho las autoras la ahora de enfocar la historia. Y eso ha sido así porque desde el principio vamos a saber donde nos vamos a asentar, con un hombre que sueña con ser el próximo rey que ve como esa ilusión y aquello en lo que siempre ha creído le puede ser arrebatado delante de sus ojos, y una mujer atrapada, encadenada que ansía su propia libertad. Es por eso que, desde el principio, la trama va a estar muy sugerente, directa en cuanto a lo que se nos quiere mostrar y a lo que se planea llegar a ser. Para mí el libro ha tenido diferentes tramos, es decir, al ser una historia hecha para los personajes y para albergar un mensaje claro sobre conseguir tus sueños, habrá momentos en los que la lectura será más rápida y otros en los que ésta sea algo más lenta.
La primera parte del libro me ha parecido magistral, como te metes de lleno en todo el ambiente y en los problemas de los personajes, recorriendo caminos peligrosos que darán emoción a la lectura y donde empezará a verse los primeros pasos de una acción y una batalla que te mantendrán totalmente enganchado. Porque los problemas internos de cada uno no serán los únicos obstáculos a superar, porque para llegar a la meta hay que sufrir y esto queda bastante claro. Agilidad, nuevas historias y mucho dinamismo es lo que obtendremos en estos primeros compases de la historia, tan adictiva que no te das cuenta que te has zampado gran parte del libro en poco tiempo, disfrutándolo totalmente. Y, después de todo esto, el protagonismo lo tienen ahora nuestros personajes. Aquí es donde va a ver algo más de lentitud en el transcurso de la trama y donde yo he sentido incluso algo de monotonía en cuanto a las escenas, algo que no es que haya sido un gran problema, pero sí que me ha hecho desconectar. Entiendo el papel de ambas autoras y, a pesar de que es una parte que cuesta más llevar, es muy necesaria y sigue conservando tu interés gracias a que es capaz de hacer florecer tus sentimientos. Porque es aquí cuando conoces a los personajes, sus ambiciones, su manera de ser, de pensar y donde va a existir ese tira y afloja entre Arthmael y Lynne, esas bromas que te sacan sonrisas y más de una carcajada. Pero, desde mi punto de vista, he sentido que las cosas se alargaban, encontrándome en la misma situación una y otra vez y es lo único que ha provocado que esta parte del libro se me hiciera bastante larga. Tras esto, volvemos al mismo ritmo del principio, donde va a tener cabida las grandes inseguridades y una nueva amenaza, que rompe con la calma anterior para volver a dejarnos escenas crudas, violentas y muy rápidas de leer. Esto es lo que me ha dado Sueños de Piedra, un libro que empieza muy fuerte, dejándonos los primeros detalles de los personajes y del mundo de Marabilia, que es donde nos vamos a encontrar en esta ocasión, que consigue enganchar pero que, a mitad del libro, el ritmo pierde velocidad, no sin seguir estando interesante y muy revelador, para más adelante volver a levantarse y concluir con unos capítulos finales de infarto, capaces de hacerte llorar y coger tu corazón para estrujarlo.
Ojalá pudiera decir que lo único que me ha fallado ha sido esa mitad del libro, pero ha habido otras cosas que, para bien o para mal, tengo que decir. Y digo para bien o para mal porque una de las cosas que esperaba encontrar era más sobre Marabilia y sus ciudades. Cada vez que se llegaba a un nuevo destino me costaba hacerme a la idea de como era el espacio que se describía y he sentido algo de ausencia en cuanto a eso. También, esperaba encontrar nuevas historias, leyendas, mitos, características de Marabilia que le confieran un volumen y no se queden en algo plano y escondido como a mi me ha parecido. Además de que Iria y Selene juegan con la magia y he necesitado el conocer más todo ese mundo, su funcionamiento y como se encuentra estructurado. Yo sé que, al ser un libro autoconclusivo, es imposible abarcarlo todo cuando, además, lo más importante siempre ha sido el desarrollo y evolución de los propios personajes y quizás ha sido por esta razón por lo que la ambientación se me ha quedado algo vacía, han preferido centrarse más en ellos que en otras cosas, algo que entiendo completamente pero que ha provocado que vea esa falta.
Otra de las cosas que quiero destacar como algo negativo es que esperaba más intensidad, y el romance me ha parecido que iba a pasos rápidos. Supongo que gran parte de la culpa de decir esto como algo que no me ha gustado es que, antes de empezar el libro, pensaba que me iba a encontrar con una historia diferente, con muchas batallas que pasasen a la historia, con mucha acción, con muchos ataques y espadazos. Es decir, no esperaba que la trama se centrase tanto, y vuelvo a lo de antes, a los personajes y sus sentimientos, sino que tejiese la típica historia de héroes. Fallo mío porque sé que Iria y Selene se salen de esos moldes para traer historias nada convencionales. Sus cuentos siempre han sido diferentes, algo que las ha hecho sobresalir en nuestro mercado literario y que desde siempre me ha gustado, pero al ser libro autoconclusivo pensaba que la cosa iba a estar más viva en cuanto a enfrentamientos.
La pluma de ambas autoras sigue siendo única, personal y difícil de encontrar en otras personas, viendo y notándose claramente todo el empeño y cariño que le ponen a sus historias y personajes. En Sueños de Piedra se ha notado desde el principio que han querido buscar otra fórmula para contar la historia, intrépidas en cuanto a los temas que se tocan, algo que les ha salido muy bien. Sus personajes cobran vida y fuerza, su estilo a la hora de describir cada paisaje ha cambiado desde Alianzas, mucho más maduro que, a pesar de los fallitos que he mencionado antes, han quitando esa extensión que nos envolvía en su anterior libro. No sé como lo hacen, pero son capaces de transmitir los sentimientos a la perfección. Si te quieren hacer llorar, lo hacen. Si quieren una de tus sonrisas, crean conversaciones graciosas para hacerlas florecer. Que quieres que te sientas identificada con las cosas que van ocurriendo o van pensando los personajes, lo consiguen.
Porque sus personajes siempre han sido lo más especial que te puedas encontrar. Hay tres principales, los cuales han estado bien construidos en todo momento. Con Lynne he sentido una conexión más directa porque me he sentido muy identificada en cuanto a su manera de ver las cosas y de comportarse. Es una chica que ha sufrido mucho desde hace años y se ha encerrado en sí misma. Quiere libertad y conseguir que la mujer tenga un papel más alto en la sociedad, que no se le vea siempre como la persona que tiene que estar al cuidado de la casa y de los hijos, que puedan ejercer trabajos de hombres como una más. Tiene una idea del amor compleja y oscura, miedosa ante dar su corazón y verse herida nuevamente. Es desconfiada, pero directa y de esas que son capaces de valerse por sí sola sin la necesidad de nadie, porque se enfrenta ante cualquier cosa para no tener que ser una dependencia de alguien; Arthmael es un príncipe que al principio se muestra engreído, prepotente, egocéntrico y luego se va abriendo y se ve como es él realmente. Una persona que lucha por los demás, que se preocupa por su pueblo, que esconde un corazón bondadoso dispuesto a dar mucho amor. Es cariñoso, protector, valiente y una de las personas en las que más se puede confiar; Hazan es una cucada de personaje. Es el más jovencito, pero el más dulce y el más inocente. Es el que hará que la unión entre los tres se vaya consolidando, el que crea buen ambiente, el que hace abrir los ojos de Lynne y Arthmael cuando no se dan cuenta de lo que ocurre entre ellos. Me hubiera gustado poder conocer más sobre él, pero lo que se ha visto ha sido una delicia.
Termino aquí diciendo que Sueños de Piedra es la consolidación y la continuación de su triunfal entrada con Alianzas de Iria y Selene. Inteligente, rompedora, sensible y emotiva, es una historia que aporta temas capaces de captar pronto tu atención, un mensaje sobre los sueños que hará mella en ti y unos personajes reales, completos y llenos de metas, que nunca podrás olvidar.
La primera parte del libro me ha parecido magistral, como te metes de lleno en todo el ambiente y en los problemas de los personajes, recorriendo caminos peligrosos que darán emoción a la lectura y donde empezará a verse los primeros pasos de una acción y una batalla que te mantendrán totalmente enganchado. Porque los problemas internos de cada uno no serán los únicos obstáculos a superar, porque para llegar a la meta hay que sufrir y esto queda bastante claro. Agilidad, nuevas historias y mucho dinamismo es lo que obtendremos en estos primeros compases de la historia, tan adictiva que no te das cuenta que te has zampado gran parte del libro en poco tiempo, disfrutándolo totalmente. Y, después de todo esto, el protagonismo lo tienen ahora nuestros personajes. Aquí es donde va a ver algo más de lentitud en el transcurso de la trama y donde yo he sentido incluso algo de monotonía en cuanto a las escenas, algo que no es que haya sido un gran problema, pero sí que me ha hecho desconectar. Entiendo el papel de ambas autoras y, a pesar de que es una parte que cuesta más llevar, es muy necesaria y sigue conservando tu interés gracias a que es capaz de hacer florecer tus sentimientos. Porque es aquí cuando conoces a los personajes, sus ambiciones, su manera de ser, de pensar y donde va a existir ese tira y afloja entre Arthmael y Lynne, esas bromas que te sacan sonrisas y más de una carcajada. Pero, desde mi punto de vista, he sentido que las cosas se alargaban, encontrándome en la misma situación una y otra vez y es lo único que ha provocado que esta parte del libro se me hiciera bastante larga. Tras esto, volvemos al mismo ritmo del principio, donde va a tener cabida las grandes inseguridades y una nueva amenaza, que rompe con la calma anterior para volver a dejarnos escenas crudas, violentas y muy rápidas de leer. Esto es lo que me ha dado Sueños de Piedra, un libro que empieza muy fuerte, dejándonos los primeros detalles de los personajes y del mundo de Marabilia, que es donde nos vamos a encontrar en esta ocasión, que consigue enganchar pero que, a mitad del libro, el ritmo pierde velocidad, no sin seguir estando interesante y muy revelador, para más adelante volver a levantarse y concluir con unos capítulos finales de infarto, capaces de hacerte llorar y coger tu corazón para estrujarlo.
Ojalá pudiera decir que lo único que me ha fallado ha sido esa mitad del libro, pero ha habido otras cosas que, para bien o para mal, tengo que decir. Y digo para bien o para mal porque una de las cosas que esperaba encontrar era más sobre Marabilia y sus ciudades. Cada vez que se llegaba a un nuevo destino me costaba hacerme a la idea de como era el espacio que se describía y he sentido algo de ausencia en cuanto a eso. También, esperaba encontrar nuevas historias, leyendas, mitos, características de Marabilia que le confieran un volumen y no se queden en algo plano y escondido como a mi me ha parecido. Además de que Iria y Selene juegan con la magia y he necesitado el conocer más todo ese mundo, su funcionamiento y como se encuentra estructurado. Yo sé que, al ser un libro autoconclusivo, es imposible abarcarlo todo cuando, además, lo más importante siempre ha sido el desarrollo y evolución de los propios personajes y quizás ha sido por esta razón por lo que la ambientación se me ha quedado algo vacía, han preferido centrarse más en ellos que en otras cosas, algo que entiendo completamente pero que ha provocado que vea esa falta.
Otra de las cosas que quiero destacar como algo negativo es que esperaba más intensidad, y el romance me ha parecido que iba a pasos rápidos. Supongo que gran parte de la culpa de decir esto como algo que no me ha gustado es que, antes de empezar el libro, pensaba que me iba a encontrar con una historia diferente, con muchas batallas que pasasen a la historia, con mucha acción, con muchos ataques y espadazos. Es decir, no esperaba que la trama se centrase tanto, y vuelvo a lo de antes, a los personajes y sus sentimientos, sino que tejiese la típica historia de héroes. Fallo mío porque sé que Iria y Selene se salen de esos moldes para traer historias nada convencionales. Sus cuentos siempre han sido diferentes, algo que las ha hecho sobresalir en nuestro mercado literario y que desde siempre me ha gustado, pero al ser libro autoconclusivo pensaba que la cosa iba a estar más viva en cuanto a enfrentamientos.
La pluma de ambas autoras sigue siendo única, personal y difícil de encontrar en otras personas, viendo y notándose claramente todo el empeño y cariño que le ponen a sus historias y personajes. En Sueños de Piedra se ha notado desde el principio que han querido buscar otra fórmula para contar la historia, intrépidas en cuanto a los temas que se tocan, algo que les ha salido muy bien. Sus personajes cobran vida y fuerza, su estilo a la hora de describir cada paisaje ha cambiado desde Alianzas, mucho más maduro que, a pesar de los fallitos que he mencionado antes, han quitando esa extensión que nos envolvía en su anterior libro. No sé como lo hacen, pero son capaces de transmitir los sentimientos a la perfección. Si te quieren hacer llorar, lo hacen. Si quieren una de tus sonrisas, crean conversaciones graciosas para hacerlas florecer. Que quieres que te sientas identificada con las cosas que van ocurriendo o van pensando los personajes, lo consiguen.
Porque sus personajes siempre han sido lo más especial que te puedas encontrar. Hay tres principales, los cuales han estado bien construidos en todo momento. Con Lynne he sentido una conexión más directa porque me he sentido muy identificada en cuanto a su manera de ver las cosas y de comportarse. Es una chica que ha sufrido mucho desde hace años y se ha encerrado en sí misma. Quiere libertad y conseguir que la mujer tenga un papel más alto en la sociedad, que no se le vea siempre como la persona que tiene que estar al cuidado de la casa y de los hijos, que puedan ejercer trabajos de hombres como una más. Tiene una idea del amor compleja y oscura, miedosa ante dar su corazón y verse herida nuevamente. Es desconfiada, pero directa y de esas que son capaces de valerse por sí sola sin la necesidad de nadie, porque se enfrenta ante cualquier cosa para no tener que ser una dependencia de alguien; Arthmael es un príncipe que al principio se muestra engreído, prepotente, egocéntrico y luego se va abriendo y se ve como es él realmente. Una persona que lucha por los demás, que se preocupa por su pueblo, que esconde un corazón bondadoso dispuesto a dar mucho amor. Es cariñoso, protector, valiente y una de las personas en las que más se puede confiar; Hazan es una cucada de personaje. Es el más jovencito, pero el más dulce y el más inocente. Es el que hará que la unión entre los tres se vaya consolidando, el que crea buen ambiente, el que hace abrir los ojos de Lynne y Arthmael cuando no se dan cuenta de lo que ocurre entre ellos. Me hubiera gustado poder conocer más sobre él, pero lo que se ha visto ha sido una delicia.
Termino aquí diciendo que Sueños de Piedra es la consolidación y la continuación de su triunfal entrada con Alianzas de Iria y Selene. Inteligente, rompedora, sensible y emotiva, es una historia que aporta temas capaces de captar pronto tu atención, un mensaje sobre los sueños que hará mella en ti y unos personajes reales, completos y llenos de metas, que nunca podrás olvidar.
¡Muchas gracias a Nocturna por el envío del ejemplar!
from Ciudad de los Libros http://ift.tt/1KqZLSs
via IFTTT
No hay comentarios.:
Publicar un comentario