jueves, 24 de octubre de 2019

Reseña 'La muerte de las cuatro reinas' de Astrid Scholte

¡Hola ciudadanos/as! ¿Qué tal estáis? ¿Algo interesante que os haya pasado en estos días? Regreso de nuevo por aquí para, como os dije en entradas anteriores, seguir a tope con las reseñas que tengo pendientes aún para hacer y entregar. Espero pronto conseguir la monotonía que necesito para leer mucho y reseñar más, porque tengo varias lecturas pendientes que me muero ya por empezar. Mientras tanto, hoy quiero hablaros de un libro que terminé hace tan solo un par de días, La muerte de las cuatro reinas de Astrid Scholte. Se trata de una potente novedad de fantasía y misterio que llega a través de Kiwi, editorial que se puso en contacto conmigo para ver si estaría interesada en participar en algo super guay que han organizado para darle promoción a la salida del libro. Siendo una historia que me llamó la atención nada más conocerla en su versión original, no lo dudé y, tras leerlo, ya os puedo dejar por aquí mi opinión. ¡Decidme al final si lo vais a leer o no!


Título: La muerte de las cuatro reinas
Título original: Four Dead Queens
Trilogía/Saga: No
Autor/a: Astrid Scholte
Traductor/a: Yuliss M. Priego & Tamara Arteaga Pérez
Editorial: Kiwi
Páginas: 425
Precio: 18,90€
ISBN: 9788417361785

SINOPSIS:
Una nación dividida. Cuatro reinas. Una ladrona despiadada. Un noble mensajero. Y los asesinos que los unen. Entra rápido, sal aún más rápido. Estas son las palabras con las que Keralie Corrington vive como la mejor ladrona en Concord, el área central que une los cuatro cuadrantes de Quadara. Roba bajo la guía de su mentor Mackiel, el cual administra un mercado negro y vende sus botines a compradores desesperados por lo que no pueden obtener en su propio cuadrante, pues en Quadara, cada cuadrante está estrictamente dividido y separados de los otros. Cuatro reinas gobiernan juntas, una en cada región: Toria, Ludia, Archia y Eonia. Cuando Keralie intercepta un disco de comunicaciones procedente de la Casa de Concord, lo que parece ser un trabajo fácil, termina muy mal.

Puede que Keralie Corrington, una joven de diecisiete años, parezca inofensiva; pero es, de hecho, una de las ladronas y mentirosas más hábiles de Cuadara. Hace tiempo que abandonó su casa, después d eun horrible accidente, para empezar de cero, lejos de su familia, metiendo sus manos en los bolsillos de cualquier que se pusiera delante suya con tal de robar algún objeto valioso para luego vender. Por otra parte, Varin es un ciudadano ejemplar de la región más sabia de Cuadara, Eonia. Con una misión importante a llevar a cabo, su viaje no hará más que complicarse cuando Keralie tropiece con él, aparentemente sin querer, para robarle un paquete, poniendo así su vida en peligro. Lo que Keralie y Varin no saben es que se van a meter de lleno en una conspiración para asesinar a las cuatro reinas de Cuadara al internar recuperar el paquete. Sin opciones, y a la vez huyendo del antiguo jefe de Keralie, los dos deciden unir sus fuerzas para descubrir quién ha matado a las reinas y no perder ellos su vida en el proceso. Cuando de esa reticente colaboración surge un ligero romance, deberán sobrevivir a sus propios y oscuros secretos para construir un futuro juntos, que hasta hacía pocos días parecía imposible. Pero primero tendrán que seguir vivos y desentrañar los secretos de las muertes de las cuatro reinas.

Como bien sabréis, si sois de las personas que viajan normalmente a través de mis entradas de este blog, la fantasía es mi género preferido a la hora de embarcarme en una nueva aventura. Pero, ¿qué pasa si ese género se mezcla con otro diferente, como es el thriller? A estas alturas, creo que la fantasía está evolucionando a su manera, no siendo la primera vez que me topo con una historia ambientada en un mundo donde la magia o una aventura épica va a ser el centro de atención. La muerte de las cuatro reinas parte de un misterio a resolver, una trama interesante y adictiva que, aunque no haya sido mi mejor lectura del mes, sí que me ha sorprendido al final.

Un país. Cuatro ciudades separadas por murallas extensas y altas. Cuatro reinas que están siendo asesinadas. A partir de ahí, La muerte de las cuatro reinas arranca motores. Nada más abrir el libro, sabes que estás ante una historia diferente, curiosa, llamativa. No solo por la manera en la que la autora ha ambientado este universo, algo que ya se palpa en las primeras páginas, donde vamos a encontrar leyes a seguir, costumbres y maneras de vivir, una explicación corta pero muy directa e instructiva de cómo funcionan estos cuatro sectores en los que nos vamos a ir moviendo, de un lado para otro, muy pronto. Con esa base tan detallada y que deja un buen sabor de boca, partimos a través de dos líneas argumentales, una narrada en tercera persona, otra en primera, a todo el meollo del asunto. Tranquilidad, no es spoiler lo que os he dicho nada más empezar. Las reinas están siendo asesinadas, una a una, desde la primera página. Y, con unos primeros compases donde no solo seremos testigos de la manera en la que se gobierna, la manera en la que la sociedad hace vida, se relaciona y se comporta, sino viendo como un cuchillo corta un cuello y la sangre se derrama, es cuando empezará nuestra misión: descubrir qué está pasando y a manos de quién. Tenéis que saber, desde un principio, que La muerte de las cuatro reinas es un libro donde el asesinato, las pistas, la exploración y la investigación van a ser primordiales. Ir avanzando a través de escenas, movimientos ocultos y no tan ocultos, situaciones que nos van a dar nuevos descubrimientos, nuevas huellas a seguir, haciendo que prácticamente la mitad del libro se lea de una sentada. Yo me he sentido muy enganchada desde que abrí el libro y comencé a leer la primera página. Creo que el tema del misterio está muy bien llevado, siendo el aliciente principal por el que vas a querer seguir leyendo y no despegarte del libro. Para toparte con algo nuevo que desbarate tus planes y apunten en una dirección opuesta, para hacerte cambiar de idea, para empezar a sospechar de uno y no de otro. A través de estas dos líneas argumentales, vamos a ser testigos de cómo poco a poco las otras reinas sucumben, como si fuéramos nosotros/as el asesino, mientras que en la otra nos meteremos en la piel de Keralie, la chica que, de alguna forma, va a intentar descubrir a la persona que está haciendo eso y, de poder, evitar que otras reinas acaben muertas, siendo ella la protagonista principal del libro. Como comento, el libro tiene una lectura muy ágil, dinámica, manteniendo siempre tus ojos a sus páginas, estando pendiente a cualquier cambio que podría cambiarlo todo. Porque descubrir al culpable no solo supondrá el final del libro. Descubrir al culpable nos guiará a través de nuevos detalles de una ambientación que, poco a poco, se va a ir abriendo y expandiendo. Conociendo nuevos términos, el contraste entre la tecnología y la zona más rural, las aspiraciones de cada una de las regiones en las que se divide este país, conociendo mejor su filosofía, algo que ha roto momentáneamente el tema de la intriga pero que, igualmente, ha quedado para profundizar de una mejor manera en todo lo que teníamos a nuestro alrededor. Sin embargo, llegados a un punto sobre la mitad del libro, todo se vuelve más pausado, más monotemático, más cliché. Si bien es cierto que han sido estos los momentos en los que se ha desarrollado la vida, personalidad y el pasado de los protagonistas, también ha dado pie a algunas cosas que no me han terminado de convencer, que son las que os comentaré mas abajo, todo se ha sentido más lineal, donde no pasaba gran cosa, quizás investigando por otros lares para intentar recabar más información. Por fortuna, no es algo que se haya comido gran parte del libro, ya que pronto volveremos a la acción, un giro en los acontecimientos que, personalmente, me ha pillado desprevenida y ha cambiado todo lo que se había estado ideando hasta ahora, rompiendo todos los esquemas y guardando nuevos secretos que, de cara al final, han conseguido gustarme y dejarme con una buena sensación la terminar el libro.

Antes de explicaros aquello que no ha sido del todo de mi devoción, como siempre os voy a comentar aquellas cosas que sí me han gustado mucho de este libro. En primer lugar, la diversidad que hay en algunos de los personajes que podemos encontrar en este libro, especialmente en las figuras de las cuatro reinas. Me ha sorprendido gratamente que, viniendo de personas con tanto poder, haya habido atisbo de rebeldía. De luchar por tus sentimientos en contra de lo que dicen los demás, o la sociedad de este mundo, sobre qué debes o no hacer, sobre cómo debes o no ser. Me ha encantado que, sobre todo, se sea fiel a una misma.  Y los personajes de este libro lo tienen bien claro. Saben bien a quién aman, lo arriesgado que es eso y que, aún así, quieran lanzarse al vacío. Se atreven a intentar el cambio, a abrir los ojos, a no ser lo que se espera de ellas, a pesar de que podría ser el declive de su sociedad, de volver a instaurarlo todo, de crear guerrillas. El papel de las reinas me ha sido fundamental, son las que más me han aportado y las que más me han gustado. El amor adolescente, el amor no correspondido, las relaciones prohibidas. Con ello, además, se ha creado una ficha más dentro de ese tablero de asesinatos. Se nos hacen públicos sus más oscuros secretos, siendo ellos los que nos van a comer el coco. ¿Acaso las están matando por haberse besado con él? ¿Quizás porque saben de su relación? Son preguntas que te haces a todo lo que está pasando y que desvía, sin poder evitarlo, la atención hacia diferentes soluciones para dar sentido a los asesinatos. Por ello, el misterio es otra de las cosas que me han sorprendido. Desde el principio me he creado mil hipótesis y, ¿sabéis qué? No he acertado en ninguna. Tengo que reconocer que, en esa mitad del libro, hay un tipo de información que me dictó una teoría que creía era la correcta, todo apuntaba a ello. Y mi sorpresa fue que, en realidad, en ningún momento la trama es predecible. Parte de ello ha sido la falta de información de algunas cosas. Aunque sea algo que he visto como negativo, ya que he sentido que me faltaba ver mejor las ciudades y los lugares entre los que caminamos, también ha tenido su parte positiva: te pilla distraída. Y, lo mejor, aceptas las explicaciones que te da porque en ningún momento se menciona lo contrario, no hay un canon, todo es nuevo y se desarrolla ya para darle sentido a la verdad. Y, para mí, ha sido un acierto.

Entre las cosas que no me han convencido, están los personajes de Keralie y Varin. Ambos son los que van a desarrollar una de las tramas argumentales, a través de la cual intentamos dar con el asesino y descubrirlo todo de una vez por todas. Sin embargo, los he sentido muy distantes y fríos. Me ha costado mucho imaginarlos en mi mente, saber su color de pelo, su forma de la cara, el color de sus ojos. Y, para ello, he tenido que pausar la lectura en más de una ocasión para saber bien cómo lucen. En el caso de las reinas, no me ha pasado así gracias a que la edición del libro trae un mapa que dibuja lo esencial de cada una de ellas. Sin embargo, de Keralie y Varin no hay nada y lo poco que comenta la autora de ellos dos no me ha ayudado a hacerme una idea de ellos. Sus personalidad tampoco me han dicho gran cosa. No me han destacado por ningún lado, los he aceptado porque no me han chirriado en sí con su manera de pensar o de actuar, aunque sí que es cierto que, en algunas ocasiones, Keralie parece que tiene demasiada buena suerte. Esta falta de un desarrollo más hondo en ambos ha propiciado que, desgraciadamente, el romance me fallara por todos lados. Lo he visto más un instalove que otra cosa. También porque se nota el paso del tiempo en el libro y sabes que solo se conocen de hace tres días. Además, la parte de Varin resulta poco creíble al saber de dónde procede y cómo actúan los de su ciudad en relación a los sentimientos, por lo que me ha parecido algo forzado y precipitado. Eso de "siempre has sido para mí", "me complementas" o el sentir ya un afecto de enamoramiento con tan solo tres días no me resulta verosímil, estando ahí el elemento que más me ha fallado de La muerte de las cuatro reinas.

Pero, en resumen, La muerte de las cuatro reinas consigue ser una buena mezcla entre fantasía y misterio, capaz de engancharte sin poder remediarlo desde la primera página. Un nuevo universo que se abre con todo un sinfín se secretos, descubrir la verdad va a ser lo que te guíe a través de una lectura ágil, llena de tensión, acción y con varios giros argumentales inesperados que harán que todo lo que hayas creído no sea verdad, jugando con tu mente para que sepas que nada es tan predecible como creías.





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