lunes, 20 de mayo de 2019

Reseña 'Sherwood' de Meagan Spooner

¡Hola ciudadanes! ¿Qué tal estáis? ¿Habéis empezado genial la semana? ¡Espero que sí! Como buen lunes que es, aquí estoy de nuevo con una nueva reseña bajo el brazo, la opinión de uno de los dos libros que he ido acabando en estos días y del que ya tenía ganas de contaros qué me ha parecido porque, ay, tenéis que leerlo. ¿De qué os hablo? De Sherwood, un nuevo retelling de Meagan Spooner que, si observáis bien la portada, podéis adivinar en qué historia clásica se basa a hora la autora para escribir este libro... ¡exacto! Robin Hood. Así que no me como más vuestro tiempo y os dejo directamente con la reseña. ¡Vamos a ello!


Título: Sherwood
Título original: -
Trilogía/Saga: No
Autor: Meagan Spooner
Editorial: La Galera
Páginas: 430
Precio: 17,50€
ISBN: 9788424664411

SINOPSIS:
Robin de Locksley ha muerto. Cuando llega la noticia de su muerte, Lady Marian no sabe cómo salir adelante. Como prometida de Robin, tenía libertad para ser ella misma y evitar las asfixiantes reglas de la sociedad. Pero ahora Marian no tiene ni voz ni voto. La gente de Locksley, perseguida por el sheriff de Nottingham, está condenada a vivir en la pobreza o a morir en la horca. Pero cuando Marian se pone la capa verde de Robin y toma su espada y su arco para salvar a un criado, lo último que esperaba es que la gente creyera que Robin ha vuelto de Tierra Santa para liberar a la gente de Nottingham. Así que Marian deberá decidir si crea su propio destino y se convierte en su propia heroína... Se convierte en Robin Hood.
Cuando Robin muere, todo lo que había deseado Marian para su futuro muere con él. Vacía, derrotada y con el corazón roto, Locksley depende ahora del maldito destino que la muerte ha querido ponerle a Marian delante. Se suponía que ella, junto a Robin, iban a ser quienes mandarían en una tierra que podría dejar a sus trabajadores en la pobreza y hambruna. Y, por si fuera poco, Marian pronto tendrá que hacer frente a una proposición indeseada que va a estar evitando a toda costa. Sin embargo, cuando el hermano de su sirvienta es capturado y condenado a la muerte como fugitivo, Marian sabe que no puede quedarse de brazos cruzados. Y, aunque sea una vía de escape inicial, dar a entender que Robin sigue vivo y que de alguna manera ha sobrevivido a la guerra da una falsa esperanza a aquellos que, en las sombras, corean su nombre. Marian sabe que seguir ese camino no es lo adecuado, pero todo lo que sintió en ese breve momento fue lo que realmente vuelve a darle esperanza y la ilusión de un futuro perdido. Ahora no solo se trata de rescatar a aquellos condenados de manera injusta, es momento de dar un paso más. Y, cuando sea testigo de lo que está provocando realmente la guerra y la avaricia de los grandes señores a su pueblo, Marian tendrá que usar el nombre de Robin Hood para algo más. No obstante, nada va a ser tan fácil como creía y, cuando piensa que solo la guerra y el rey son sus enemigos, alguien más está acechando desde las sombras, un contrincante que no dejará escapar a un hombre dispuesto a cambiarlo todo.

Aunque sean libros independientes el uno del otro, Meagan Spooner está creando una serie de retellings de diferentes cuentos clásicos con cuyo inicio fue Cazados, retelling de La Bella y la Bestia. A nuestro país llegó el año pasado y, aunque sí que gustó la atmósfera de la que se rodeó, para mí Cazados no llegó a aportarme nada nuevo. Sin embargo, Sherwood me llamaba por todos lados por una simple razón: la historia de Robin Hood no la tengo tan masticada como la anterior. Aquí sí que hay esquinas que no he visto nunca, huecos oscuros que tengo que descubrir, personajes, elementos y espacios por los que apenas he caminado y que, definitivamente, han hecho que haya disfrutado muchísimo Sherwood desde el principio.

Narrado en todo momento en tercera persona a través de nuestra protagonista, lady Marian, el libro sigue una estética muy similar a la de Cazados, un inicio que nos traslada a la niñez de Robin Hood que, mediante espacios estratégicos a lo largo de todo el libro y bajo un color grisáceo que los diferencia del resto del libro para indicar un salto en el tiempo hacia el pasado, se irá desarrollando hasta llegar al punto en el que ambas historias convergen y chocan para centrarnos únicamente en el presente. Así pues, y tras este primer capítulo introductorio a la historia de Robin y Marian, el libro también consigue meterte desde el principio en el evento que lo va a detonar todo a partir de ese momento; Robin Hood ha muerto. Y no, tranquilidad, no es spoiler. Aparece en la sinopsis y en la primera frase del libro. He de decir que estos primeros compases de la novela me daban la sensación, analizando algunos comportamientos, de ser páginas en las que Marian tendría que hacer frente a esta pérdida, momentos usados únicamente para el duelo, los sentimientos a flor de piel y un corazón roto que hay que reconstruir poco a poco. No obstante, Meagan Spooner no mira hacia este lado mucho tiempo, cortando de raíz con lo que podría haber sido un inicio lento, metódico, algo monótono y aburrido para adentrarte rápidamente en la primera escena de acción y peligro, algo que se va a repetir de manera ininterrumpida por toda la lectura y que servirá, de manera emocionante, tensa y como una misión personal, para que Marian siga hacia adelante bajo el aura y nombre de Robin Hood. Para mí ha sido un acierto total lo que ha hecho la autora en este libro, tocar esta sensibilidad, esa pérdida, de una forma diferente y alejada a la encerrona en una habitación o en casa, añadiendo fuerza en las páginas y siendo la sanación que necesita el personaje de Marian pero, además, sirviendo como camino interesante, absorbente y adictivo para que, a la vez, como lectores y lectoras estemos muy enganchados y enganchadas al libro en todo momento. Además, hay un juego, un tira y afloja entre Marian y otros personajes secundarios que deja buenos momentos y un buen sabor de boca, aquello que ya te encierra para que no te despegues del libro nunca, para que quieras seguir leyendo y que, sí, origina un descanso de esos momentos de más batalla y carreras de un lado hacia otro pero sin olvidar la sensación de estar dentro de escenas de mucho dinamismo. Es por eso que el ritmo del libro se puede resumir en escena de acción tras escena de acción, con momentos más pausados pero que, igualmente, siguen esa estela, una lectura plagada de buenos momentos y que, de alguna manera, sí evocan al personaje de Robin Hood a pesar de que este libro no nos cuenta su historia, sino la de su prometida Marian y cómo esta tiene que lidiar no solo con el recuerdo de esa persona que ya no va a estar más a su lado, sino con la nueva identidad que adopta que será, también, un aliciente que te va a tener en ascuas y que te dejará en mente la típica frase de un capítulo más, caminando con Marian y siendo partícipes en ese misterio que la pone en más de una ocasión en un apuro, que llena su camino de obstáculos a resolver, guiándonos por diferentes eventos y situaciones hasta un final trepidante en el que todo va a pasar y nada es lo que parece, poniendo así un punto conclusivo a la altura de todo lo que ha sido el libro hasta ese momento.

Lo que más quiero destacar de este libro, lo que creo que ha sobresalido por encima de todo lo demás, es el personaje de Marian y lo que este llega a representar dentro del libro y de la historia. Sherwood tiene una ambientación medieval donde, una vez más, el papel de la mujer, en aquella sociedad, se limitaba a ser una buena esposa, estar en casa, saber comportarse y ser una futura madre. Sin embargo, Marian no quiere eso, nunca ha querido ser como las demás, que le corten las alas a través de un matrimonio. Siempre ha querido mantenerse como una mujer valiente, con un carácter indomable, fuerte, que usa el arco, que lucha y que habla en lugar de quedarse callada, y creo que es algo que ha mantenido con mucha fidelidad. El papel de Marian es soberbio para estar ambientado en una época así. Y, si bien es cierto que está limitada por ser una mujer, teniendo que esconderse tras un nombre y una fachada diferente para actuar y conseguir respeto, al final ves que todo eso que consigue haciéndose pasar por hombre, el honor y la visión de ser un héroe es aceptado en ella cuando se descubre la verdad, habiendo aceptación y para nada rechazo, llegando a convertirse en alguien a quien admirar y seguir. La manera en la que cambia la visión de un grupo de hombres es lo que hace Marian, romper con los moldes sociales y demostrar que una mujer es mucho más de lo que se espera de ella, es libre de tomar sus propias decisiones y de ser como quiere ser, sin ataduras.

Por otro lado, la parte negativa del libro se la lleva el poco desarrollo de algunos personajes secundarios. Está claro que Marian es la protagonista principal, la que mueve la historia, pero a su alrededor se abre un abanico de personajes no tan prioritarios como ella que no han terminado de cuajar para mí. Quizás me hubiera gustado sentirme más cercana a ese grupo que ayuda a Marian, conocer mejor cada una de sus historias y vidas, sentir que están a mi lado y que también me han aceptado como una más. Y, aunque sí que tenemos parte de lo que son, no está todo, quedando este grupo vacío en algunos aspectos. Junto a ellos también hay un personaje que sí tiene más relevancia que sufre el mismo destino de mostrarse distante, frío, sin llegar a decirte gran cosa. Creo que la autora ha querido centrarse más en la evolución de Marian, de cómo se convierte en una mujer vista como una mujer más de la sociedad a una mujer de armas tomar que va a dar muchos quebraderos de cabeza, dejando el desarrollo de los demás personajes un poco en el olvido. Como resultado de esto, tampoco me ha convencido el final que se le ha dado al libro. Me ha sabido todo muy surrealista y precipitado, no me he creído nada de nada ese cambio brusco de los acontecimientos, no he sentido que ese final fuera el correcto para Marian y para Sherwood después de todo lo que se vive anteriormente. Es como si la autora no supiera cómo terminar ese enfrentamiento y decidiera cambiar por completo la actitud y personalidad de sus personajes y es algo que no me ha convencido en absoluto.

Por todo lo demás, Sherwood es un libro que engancha por su frescura, su energía y su dinamismo, una historia plagada de acción desde el primer momento y un retelling que consigue evocar bien este mundo de Robin Hood a través de una protagonista fuerte y que te va a conquistar. Directa, rápida, bien equilibrada y pensada, es la lectura perfecta si os gustan este tipo de historias y no sabéis qué leer ahora mismo, un libro que, si le dais una oportunidad, no os va decepcionar en absoluto.

¡Muchas gracias a La Galera por el envío del ejemplar!








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