martes, 26 de junio de 2018

Reseña 'El vuelo de Lena' de Sara Ballarín

¡Hola ciudadanos! ¿Cómo lleváis el primer martes de vacaciones? Espero que tengáis muchos planes para combatir este calor insoportable. Yo lo paso como puedo, siempre con el ventilador, y algún que otro libro para leer. Así que hoy vengo a dejaros mi opinión de una de mis últimas lecturas, El vuelo de Lena, el nuevo trabajo de Sara Ballarín. El año pasado ya pude conocer la pluma de la autora, la cual me pareció bastante divertida, directa y juvenil, así que me lancé a por éste. Ha sido un libro que me ha entretenido y que he leído sin problemas así que, si os gusta el género, seguramente sea una lectura a tener en cuenta para estos meses. ¡Dentro reseña!


Título: El vuelo de Lena
Título original: -
Trilogía/Saga: No
Autor/a: Sara Ballarín
Editorial: Suma de letras
Páginas: 376
Precio: 16,90€
ISBN: 9788491291138
SINOPSIS: Lena tiene veintiséis años y vive junto a su padre, un afamado novelista que pasa la mayor parte del tiempo fuera, y su abuela en una lujosa casa de Madrid. Su vida vacía y gris se divide entre el trabajo en una tienda de discos, salir con sus amigos y acostarse de manera intermitente con Daniel. Pero todo cambia el día en que su padre le hace un regalo que pondrá del revés todo su mundo y que le dará unas alas que nunca se atrevió a tener: un libro con las memorias de su abuela, que esta grabó en los que fueron, sin saberlo, los últimos días de su vida.



La ida de Lena dio un giro de 360 grados cuando su hermana murió a causa de una enfermedad. Siempre ha estado muy unida a ella, sobretodo después de que, en un accidente, su madre muriera cuando ella era aún pequeña. Con su padre metido por ese entonces en un agujero en el que solo tiene cabida su profesión, la de ser escritor, Lena se ha criado con su abuela hasta ese momento. Para ella, el recuerdo de su hermana sigue estando vivo allá por donde va, huele, ve y oye. Y con su padre estando siempre de gira, con a penas tiempo para dedicárselo a su hija, Lena se apoya en su abuela en todo momento. Pero Lena siempre ha tenido algo en su interior, algo que le ha hecho retroceder y no saber exactamente cómo enfrentarse a esos miedos. Y, cuando otro mazazo sacude su vida, cuando pierde el único pilar que la sostenía, parece que Lena va a volver a caer. Su relación con Daniel, con el que lleva acostándose desde hace un año, es lo único que, por ahora la tiene despierta. Y los sentimientos hacia él se entremezclan con un momento en el que Lena está aún descubriéndose a sí misma. Un regalo inesperado de su padre, las memorias de su abuela, harán que poco a poco Lena empiece a echar a volar, encuentre la ilusión y regrese a aquello que hacía tiempo dejó de hacer: escribir. Pero cuando parece que todo va por buen camino, la vida de Lena vuelve a llenarse de remolinos que lo ponen todo boca abajo. Aunque, ahora, quizás Lena sí esté preparada para enfrentarse a todo eso.

Con su pluma característica, juvenil, fresca y directa, Sara Ballarín regresa al panorama literario con El Vuelo de Lena, un autoconclusivo que nos presenta a Lena, una chica que nos enseñará a no rendirse jamás, a descubrir exactamente quien eres y que quieres en tu vida, y a avanzar hacia adelante con la cabeza bien alta para conseguir, finalmente, todo lo que siempre has querido. Contado a dos voces, y a dos tiempos, Lena será parte de la narración, siempre en primera persona, intercalándose con la vida y memoria de su abuela, que nos trasladará años atrás para conocer un mundo y sociedad diferente, y para darnos a conocer una historia de superación, lucha y libertad. Con el primer capítulo tenemos unos momentos para introducirnos la historia, Lena, su vida y su familia, toque superficiales que irán expandiéndose a partir de un giro argumental que dará el pistoletazo de salida a esta historia que, a partir de ese momento, nos empieza a dar esas dos narraciones, tiempos y visiones. Intercalando dos historias, la de Lena y la de su abuela, el libro se va a leer con bastante agilidad al principio, unos capítulos que se leen sin dificultad alguna, siendo dinámicos y estando en constante viaje, consiguiendo que la historia avance de manera entretenida a lo largo de sus capítulos y páginas. Sin embargo, cuando llegamos a la mitad, parece que esa intensidad y rapidez se ve ralentizada y pausada a causa de la repetición de las escenas. Hay que saber que, al ser una historia de superación y de saber encontrarse a sí misma, no es una historia con acción a raudales, con giros cada dos por tres ni con momentos de infartos. Es una historia que, si bien empieza sin problemas, cómodamente y con agilidad, se estanca poco a poco en la historia de Lena, una que empezó a llegar me a aburrir un poco ya que siempre sucedía lo mismo y parecía que se había estancado ahí y no iba a avanzar. Esos han sido los momentos más cuesta arriba que he encontrado, esa mitad del libro que parece que no lleva a ninguna parte, costando leer más de lo normal debido a que no hay nada que te llame la atención a esas alturas, te entretenga o de un cambio de aires para tener algún giro interesante en la historia. Aún así, la historia se puede seguir leyendo, no son momentos que te desconectan del todo, acabando en unos momentos finales que vuelven a retomar esa agilidad del principio, cerrando la historia con un punto final adecuado, cerrado y con buena sensación.

Mi principal problema con el libro ha sido lo que os he mencionado, esa parte media del libro con la que me he sentido más ida, en la que me he sentido más distraída y no estaba metida tanto en la historia. Es cierto que lo que nos cuenta la abuela de Lena ha sabido mantener esa parte que sí se estaba interesando, es lo que ha conseguido que no me alejase del todo del libro. Pero es que la vida de Lena, en esos momentos, me parecía demasiado monótona y, al final, me acababa aburriendo. A ver, no es que mi vida sea una fiesta multicolor diaria, es muy, pero que muy monótona. Y creo que justamente por eso, leyendo a Lena, esperaba a una chica con más movimiento, que me distrajera más. Sin embargo me he encontrado con momentos que se resumen en fiestas, borracheras, escribir y tener sexo con Daniel. Mucho sexo. porque, madre mía, día sí y día también. Que, oye, ole tú, pero, no sé, dame más. No me muestres siempre lo mismo, todas las noches que si abrazos y sexo y poco más. He sentido en más de una ocasión que había momentos que sobraban porque no aportaban nada esencial a la historia, capítulos que podrían haberse resumido perfectamente para no cansar al lector. Ojo, esto también es algo personal ya que, cuando una historia se estanca en eso, me llega a aburrir demasiado. Ya sea un contemporáneo, una fantasía o cualquier otro género. Me aburro mucho con un romance cuando se alarga así.
Resultado de imagen de writing aestheticPor otro lado, está el tema de los personajes. Lena es la que más o menos se deja ver mejor, pero tampoco he llegado a conocerla del todo y no he sentido ningún tipo de conexión. Hay cierta evolución, pero para mí no ha sido una evolución completa o que se nota muchísimo. Hay avances, Lena consigue ser más ella pero, como ya digo, al estancarse su historia en esos momentos de sexo, escritura y fiesta, me ha faltado más profundidad, más desarrollo. Así con los demás, no he conseguido ver bien a ninguno de los personajes secundarios. Y Daniel me ha sacado de quicio en un momento dado, cuando parece que se convierte en una persona completamente diferente y empieza a culpar a Lena de la situación que están viviendo. no me ha gustado nada, pero nada de nada, ese comportamiento. Él también tiene la culpa pero la que sale perdiendo es Lena, bajo la excusa de que no se abre y que necesita espacio. Pues sí, todo el mundo necesita su espacio, acaba abrumando cuando una persona está encima de ti todo el tiempo. Así que no, ni su comportamiento ni excusas me han gustado ni un pelo.

La pluma de Sara es muy similar a la que conocí en Contigo en el mundo, con la diferencia de que en el libro anterior me gustó más. Sigue siendo una pluma juvenil, fresca y directa, que no tiene pelos en la lengua y que describe y muestra la realidad tal y como es. Me ha gustado eso de ella desde el principio, que no se corte, que lo exprese como quiere y como es, que sea realista y que trate a sus personajes como lo que son, jóvenes alocados pero con sueños y miedos que necesitan encontrar sus hueco en este inmenso mundo. Tengo que destacar, no obstante, que mientras leía se me hacía todo demasiado perfecto. La autora intentaba meter problemas reales en la vida de Lena pero la cantidad de consejos que recibe hace que el libro parezca también uno que te da consejos a ti. No sé exactamente como explicarlo, pero muchas veces me he encontrado con la sensación de estar ante algo que me da lecciones, cosa que no está mal, pero que he visto en exceso.

En resumen, El vuelo de Lena es el nuevo libro de Sara Ballarín, una historia de superación que empieza con fuera, pierde algo de empuje por la mitad y acaba con unos momentos buenos y acertados. A pesar de la falta de desarrollo y profundización en algunos elementos y personajes, es un libro que se puede leer sin problemas gracias a la pluma fresca y directa de la autora.

  
¡Muchas gracias a Suma de Letras por el envío del ejemplar!


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