¡YA ESTOY DE VUELTA POR ESTOS LARES! Ay, ay, ¿cómo estáis? ¿cómo os va la vida? ¿habéis pasado un estupendo verano? Ahora parezco la tía Gilita pidiendo información para cotillear por todos lados 😂😂 Como habréis observado, este mes de agosto he estado prácticamente KO por el blog, he querido darme un respiro y tomarme unas vacaciones ya que, además, normalmente en agosto todo está más pausado. Ahora que es septiembre toca regresar y, como no podía ser de otra manera, lo hago con una nueva reseña bajo el brazo, que las novedades empiezan a llegar una vez más. Justo hoy se publica el libro del que os quiero hablar en esta entrada, Los lobos de oro de Roshani Chokshi, el inicio de una nueva trilogía de fantasía que, si os gustan los secretos y las misiones con doble fondo, tenéis que darle una oportunidad. ¿Qué me ha parecido a mí? ¡Tenéis la respuesta a continuación!
Título: Los lobos de oroTítulo original: The Gilded Wolves
Trilogía/Saga: Sí
Autor/a: Roshani Chokshi
Traductor/a: Xavier BeltránEditorial: Hidra
Páginas: 430
Precio: 17,50€
ISBN: 9788418002199
Nadie confía en ellos, pero muy pronto, nadie los olvidará. La ciudad está en la cúspide de la industria y el poder, y la Exposición Universal ha dado una nueva vida a las calles y ha desvelado antiguos secretos. Nadie está mejor informado que el buscador de tesoros y acaudalado hotelero Séverin Montagnet-Alarie, y cuando la Orden de Babel pide su ayuda en una misión, ofrecen a Séverin el único tesoro que nunca habría imaginado: su auténtica herencia. Para dar con el antiguo artefacto que la Orden busca, Séverin reunirá a una banda de peculiares expertos con los que explorará el oscuro y brillante corazón de París… y lo que encuentren podría cambiar el curso de la historia… si logran sobrevivir.
Para Sèverin, recuperar su honor y el nombre de su casa y su familia es lo más importante. Cuando de pequeño le negaron la herencia de formar parte de la sociedad elitista de París, siendo la cabeza central de la casa Varth, supo que tenía que hacer todo lo posible por recuperar lo perdido. Para ello, hacerse con un tesoro perdido, de otra casa caída, es indispensable. Porque, con ella, es muy probable que la Orden esté dispuesta a darle a Sèverin cualquier cosa que le pida. Junto a Enrique, Laila, Tristan y Zofia, cuatro personas con sus propios problemas y cosas a conseguir, los cinco deciden que ya es momento de pasar a la acción. Sin embargo, lo que encuentran va mucho más allá de lo que imaginaban. Cuando la historia pasada empieza a ponerse en duda, cuando la capacidad de crear objetos propios conocida como forjado podría destruir el mundo tal y como lo conocen, proteger el secreto de manos indeseadas hará que los cinco, con una ayuda inesperada, atraviesen portales, se infiltren en lugares que jamás creían ver de nuevo y hagan enemigos y amistades donde jamás imaginaron. No obstante, proteger algo que también es perseguido por una oscuridad no va a ser tan fácil como Sèverin y compañía creía. Y, teniendo de fondo un París preparado para aceptar la nueva era de tecnología que está por llegar, Sèverin empezará a comprender que, quizás, recuperar su honor no lo es todo... no si con ello debes sacrificar aquello que amas por encima de todo eso.
Los lobos de oro llega como la primera parte de una trilogía que aspira a ser de esas historias que van a conseguir hacerse un hueco en tu estantería, una trama protagonizada por un grupo que, alrededor de sus luces y sombras, sus sueños y pesadillas, se abren paso a través de un mundo donde una interesante y complicada habilidad, y una ciudad que no para de prosperar, pondrán a prueba sus alianzas, su confianza y su amistad. A pesar de todo eso, Los lobos de oro no ha sido una historia que me haya convencido.
Sinceramente, el libro empieza de manera muy potente. Una narración en tercera persona que se va a ir intercalando entre los diferentes personajes del libro que, como digo, desde las primeras páginas nos va a dejar un buen sabor de boca. Unos primeros capítulos ya con bastante acción y tensión, páginas emocionantes, intrigantes y emocionantes donde el ataque inesperado hacia una persona todavía desconocida dará el pistoletazo de salida de una historia que, tras esto, no va a tardar en ponerse a la altura de todo lo que se ha vivido ya. Poco a poco, el estilo narrativo te va atrapando más y más gracias a los cambios de perspectiva y de pensamiento o personalidad, un soplo de aire fresco que no recurre a la monotonía, siguiendo con capítulos que no se olvidan de estas primeras sensaciones que el libro te ha dejado, entrando de lleno en la misión que nuestros protagonistas están llevando a cabo, guiándote directamente hacia la parte más peligrosa que concluirá con más momentos y escenas de misterio, algo que te incita a seguir leyendo para intentar descubrir todo lo que realmente está pasando lejos de los ojos de los diferentes personajes, que irán descubriendo cada dosis de verdad en el mismo momento que tú. A su vez, la autora se sirve de estos capítulos para ir introduciendo la ambientación, un París de 1889 que ve cómo la tecnología despunta cada día más, dando el toque de fantasía que promete la sinopsis presentándonos una habilidad compleja, desconocida, nueva y acertada, que personalmente me ha gustado, dejando una idea original y diferente y que va a dar mucho juego en alguna que otra ocasión.
Sin embargo, creo que la autora comete el error de dar demasiado al dejarnos un comienzo de libro así de fuerte y explosivo, haciendo que, lo que queda de lectura a partir de ahí, empiece a flojear y a decaer de manera irreparable. Si bien es cierto que el movimiento y la adrenalina están aseguradas, siguiendo con la estela de una acción que casi no dejará escenas para respirar, sucediendo una detrás de otra, todo eso lo he notado bastante vacío. Mi principal problema es que, bajo mi punto de vista, ha faltado mucho desarrollo y una estructura del libro mejor realizada, un argumento sólido y bien planteado a lo que agarrarse. Había muchas partes en las que todo iba demasiado deprisa y no daba cabida a explicaciones que permitieran entender bien qué estaba sucediendo. Os confieso que he tenido que releer en más de una ocasión páginas y frases anteriores para saber mejor qué es aquel objeto o a qué se refiere cuando algún personaje habla de algo en concreto, ya que en ningún momento me ha quedado claro en una primera pasada. Luego, teníamos capítulos que no aportaban gran cosa o no tenían una conexión muy marcada o lógica con lo de antes, notando un corte brusco de información metida de repente en ese momento y que tú, como lectora, no sabes dónde colocar dentro de la historia o cómo relacionarlo con lo que conoces en ese momento. Eso ha provocado que me fuera distanciando cada vez más de una historia que hacía aguas por todos lados. Explicaciones muy confusas de momentos supuestamente tensos y peligrosos que no se saborean como se debería, decisiones y acciones sin planteamiento y sin lógica alguna por parte de los personajes, conocimientos adquiridos de la nada que facilitaban y lo resolvían todo con un toque surrealista, falta de profundidad en muchos aspectos, un misterio que comenzó bien y que se iba perdiendo a raíz de una lectura que no me estaba aportando gran cosa. Os mentiría si os dijera que no estaba enganchada. Una de las cosas buenas que creo que tiene el libro es que, aunque fallen cositas, tiene un ritmo muy rápido y directo con el que atrapa sin problemas. Pero también es cierto que, llegado un punto, la lectura se me hacía bastante cuesta arriba.
La ambientación ha sido una de las cosas que más me han chirriado porque, me vuelvo a repetir, está falta de explicaciones más cercanas y certeras, dispuestas a mostrarnos bien y de manera mucho más extensa todos los escenarios, nombres y conceptos que van apareciendo. Se habla, desde el principio, de una Orden que es la que supuestamente guía y manda toda esa parte elitista dividida en cuatro casas tan secretas, los que también mantienen un gran secreto oculto para evitar que la humanidad caiga en la desesperación y en la derrota. En ningún momento se habla de cómo funciona eso, no se ve más allá de simples menciones cuando lo requieren, no se especifica cuándo surgieron, por qué, cómo se organizan y trabajan. De las cuatro casas tampoco se llega a saber gran cosa, una historia común del pasado que puede darle algo de volumen pero que tampoco explora demasiado cada línea sucesoria, cayendo en lo insípido. Junto a esto, se supone que en esta ambientación algunas personas han sido capaces de generar una habilidad mágica llamada forjado que tampoco se logra comprender bien. Sí, me ha parecido un toque distintivo y algo se intuye sobre ello, pero la autora lo deja todo demasiado a la imaginación del lector o la lectora, ahorrándose las explicaciones y dejando una trama que no consigue dar todo su potencial. Las conversaciones que hay, el planteamiento de los personajes ante cada enigma vuelve a ser, de nuevo, bastante confuso. Soluciones matemáticas que yo no he entendido, dando respuestas que no se alejan demasiado de lo incomprensible. Y, por desgracia, los personajes también fallan. Al principio tenía algo de conexión con ellos, conocer sus vidas, aquello que les motiva a estar con Sèverin, lo que buscan al ser parte de su grupo y arriesgarse a conseguir el tan ansiado tesoro, aquello que tienen que ganar y por lo que luchan. Pensaba que eran argumentos personales muy interesantes y que podrían aportar mucho al libro. Por desgracia, tampoco se ha desarrollado demasiado esa parte. Al final me he quedado con un elenco superficial que no me ha conseguido transmitir nada y el cual me ha costado mucho imaginarme físicamente, algunos siendo incluso borrones en mi mente. Las relaciones entre ellos no me han gustado, he acabado con la sensación de que me daban igual, no me he preocupado por ninguno. No he conseguido conocerlos como deberían y me ha dado pena ver que, esos personajes que tienen mucho que decir, han permanecido bastante callados.
En resumen, Los lobos de oro no ha sido el libro que esperaba. Llamativo por la ambientación y la premisa, la falta de explicaciones más entendibles y la profundización en la ambientación y sus personajes ha hecho que me desentendiera de una trama que no conseguía entusiasmarme en ningún momento. Directa y rápida, la trama avanza de manera vertiginosa entre escenas de acción, pero no es suficiente para tapar los fallos que han provocado que no haya disfrutado del libro como quería.
¡Muchas gracias a Hidra por el envío del ejemplar!
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