Mini reseña 'Roseblood' de A. G. Howard

¡Hola ciudadanos! Que pena da cuando se acaba un puente, ¿verdad? Pero bueno, hay que coger esta semana con fuerzas, y pensar que dentro de otra más ya estamos metidos de llenos en las vacaciones de Navidad. ¿No es genial? En el día de hoy vengo con una nueva reseña que, a decir verdad, tendría que haber subido ya hace algunos días, pero entre que no me motivaba escribirla, ni sabía muy bien como plantearla, al final he decidido pasar estos días pensando en cómo voy a expresar mi opinión de un libro que no he disfrutado. ¡Dentro reseña!

Título: Roseblood

Título original: Roseblood

Trilogía/Saga: No

Autor: A.G. Howard

Editorial: Oz Editroial

Páginas: 384

Precio: 17.90€

ISBN: 9788416224753

SINOPSIS: Rune Germain tiene un don increíble para la música. Puede cantar cualquier aria sin haberla oído antes. Pero, cuando lo hace, se marea y enferma. Con la esperanza de que la ayuden, su madre la envía a la academia RoseBlood, un lugar con un pasado muy oscuro. Allí, Rune conocerá a Thorn, un violinista enmascarado que la ayudará a superar poco a poco su enfermedad. Los jóvenes desarrollan una conexión muy especial, pero Rune pronto descubrirá que su peculiar talento para la música puede ser también su perdición…

En este moderno giro de la historia de El fantasma de la Ópera, Rune Germain, de diecisiete años, tiene una misteriosa aflicción vinculada a su talento operístico, y un horrible error que está tratando de ocultar. Su deseo es poder entender qué le está pasando y arreglar su fallo, por lo que su madre la envía a un conservatorio de arte francés para su último año, ubicado en una casa de ópera que se rumorea tiene vínculos con El Fantasma de la Ópera.

En RoseBlood, Rune secretamente se hace amiga del enmascarado Thorn, un elusivo violinista que no solo guía su transformación musical a través de sueños que parecen más reales que la realidad misma, sino que de alguna manera sabe quién es ella detrás de todo el aura sobrenatural e inexplicable que siente es Rune. Mientras los dos descubren una conexión de otro mundo y un romance profundo, los planes oscuros de Thorn sale a la luz y se ve obligado a tomar una decisión mortal: llevar a Rune a su destrucción o enfrentar la ira del fantasma que ha perseguido un sueño por un siglo, y es el único padre que ha conocido.

Hacia tiempo que quería descubrir la pluma y el estilo de esta autora. Aún no he tenido la oportunidad de leer su anterior trilogía, Susurros, de la que no hago más que oír buenas opiniones. Decidí lanzarme a por este por la simple razón de que es autoconclusivo, y me parecía el libro perfecto para, no solo empezar con la autora, sino para tener una lectura que cogería y no solitaria hasta el final. Desgraciadamente, no ha sido ese el caso.

Creo que he tenido un problema gordo con este libro desde el principio. Si ya, los primeros capítulos y primeras cincuenta páginas me han costado leerlas, el resto lo veía con desgana. Aún así, algo en mi tenía la esperanza de encontrarme con algo deslumbrante, emocionante y original, que me dejara con la boca abierta, pero ese pensamiento se ha ido en cuanto me adentraba más y más entre las páginas del libro. En sí, el libro se me ha hecho muy cuesta arriba por su lentitud, y porque no pasa absolutamente nada que te enganche y te deje con ganas de más. En muchas ocasiones me he aburrido, me ha costado conectar con la historia y estaba más allá que aquí. El libro y la historia pasaba entre escenas que se repetían una y otra vez, monótonas, y con muchos clichés que me han chirriado. Parecía que la cosa iba a mejorar con la entrada de Thorn, que también narra algún que otro capítulo, pero ya por mitad del libro empiezan a pasar cosas que no tienen mucho sentido, y me han dejado fría. Así pues, Roseblood no ha sido para nada lo que yo esperaba, un libro que comienza pausadamente desde el principio, que no mejora a medida que pasan las páginas con una historia que no decía mucho, no crecía ni avanzaba demasiado.

Uno de los problemas gordos que he encontrado en Roseblood es la falta de explicación de algunas cosas, y el camino fácil y forzado que ha tomado en algunas ocasiones la autora para darle sentido a lo que había escrito hasta ahora y unir los hilos de todo lo que estaba suelto. Cuando se describe lo que realmente es Rune, a mi no me puedes dejar con es esto y punto. Explícame bien que es, porque ella es así, de donde sale esa parte. Le da un toque sobrenatural sin sentido que no cuadra bien, que no está bien explicado y que se deja mucho atrás. Para mi, todo se ha quedado muy plano y superficial, a excepción de Thorn. Los personajes secundarios que aparecen no entiendo aún para que están, no entiendo porque la autora los ha movido de esa manera, y los deja tirados por el final. No he entendido el personaje del fantasma, protagonizando un final mal averiguado desde mi punto de vista, que echa por tierra todas sus motivaciones y todo lo que había trabajado el personaje hasta ahora. Rune, la protagonista, que hace también cosas sin sentido que me han dejado confundida. Y la historia en sí,  que se queda estancada desde el principio sin dar nada interesante, siendo un batiburrillo de cosas un poco más de la mitad del libro hasta el final, donde todo sucede de forma precipitada y floja, con algunos asuntos que parecían importantes y relevantes a lo largo de la lectura, y que se han quedado sin explicación y abiertos.

Lo que sí me gustaría destacar es el estilo de la autora, que es único. No termina del todo de ser lo mío, pero tiene una capacidad muy buena de dar al ambiente ese toque oscuro y gótico que le da un aspecto diferente a sus historias. Entiendo porqué mucha gente adora a esta autora, tiene un estilo único y característico que va gritando su nombre, pero tampoco ha sido del todo el estilo que quería ver.

En resumen, Roseblood ha sido un batacazo. Una historia que no empieza con buen pie, que se deja muchas cosas por el camino, y con elementos superficiales, que no termina de arrancar y que nos deja con un final precipitado, sin sentido, y con cosas que no llegas a entender del todo. Definitivamente, un primer encuentro con la autora que no la ha favorecido.

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