viernes, 16 de noviembre de 2018

Reseña 'El príncipe de los prodigios' de Victoria Álvarez

¡Hola ciudadanos! ¿Cómo estáis llevando la semana? ¡Ánimo que ya es viernes y, encima, se estrena una película muy esperada por todos nosotros y nosotras! En el día de hoy regreso con una nueva reseña, en esta ocasión la de El príncipe de los prodigios, segunda parte de la trilogía que comenzó con La ciudad de las sombras de Victoria Álvarez. ¿Aún no habéis descubierto la historia de Helena Lennox? ¡Pues aquí os doy más motivos para adentrarte en ella! Pero antes...
Título: El príncipe de los prodigios
Título original: -
Trilogía/Saga: Sí
Autor: Victoria Álvarez
Editorial: Nocturna
Páginas: 544
Precio: 17€
ISBN: 9788416858750

SINOPSIS
Cuando en 1924 Helena Lennox se presenta con sus padres en Nápoles por una colaboración arqueológica con las excavaciones pompeyanas, una desconocida le entrega un amuleto de protección con una advertencia: «La ciudad no es segura, los ángeles ya no velan por nosotros». Durante los siguientes días, los Lennox se codean con una princesa solitaria, un pariente inesperado y un viejo amigo perseguido por la mala suerte mientras el cerco de los crímenes que están atemorizando a la población se estrecha a su alrededor. Las víctimas son chicas jóvenes sin ningún elemento en común; el culpable a ojos de todos, alguien muy conveniente para las autoridades. Y sobre ese misterio se alarga la sombra del Príncipe de los Prodigios, un intrigante alquimista cuyos inventos siguen en boca de todos. Según cuenta la leyenda, ideó una carroza que se desplazaba sobre el agua, un carbón que no se consumía... y un brebaje capaz de despertar a aquellos atrapados en un sueño profundo.

Han pasado seis meses desde que Helena dejó en la India todo un nuevo mundo, un pasado de descubrimientos, de peligro y de casi muerte... y a Arshad, durmiendo profundamente en un coma del que, Helena teme, nunca podría despertar. Sus pensamientos vagan constantemente a esos acontecimientos, al derrumba, a como Arshad la protegió, a como alguien cercano a ellos les traicionaba de la manera más cruel. Pero Nápoles promete un cambio de aires, lejos de las especias, los elefantes, los dioses hindúes y lo exótico, un mundo donde el trabajo de sus padres sigue en marcha. Allí, en Pompeya, entre los restos de aquellos que sucumbieron a la furia del monte Vesubio, Helena evitar pensar en el dolor, y todos los acontecimientos que están a punto de suceder bien podrían sustituir cualquier cosa. Hace tiempo que Lionel, su padre, no visita su lugar de nacimiento, donde vivió hasta que se fue persiguiendo sus sueños. Viejos amigos entrarán en la vida de los tres, así como unos extraños casos de asesinatos que están metiendo miedo poco a poco al pueblo. Un gran descubrimiento hará que la vida de Helena cambie completamente, viendo como sus padres y su relación está más tensa que nunca. Pero mientras las cosas se mueven a su alrededor, Helena descubre algo que le da esperanzas. El príncipe de los prodigios, un antiguo habitante de Nápoles, un alquimista del que se dice podía hacer cosas impensables... incluso despertar a alguien del coma. Lo que Helena no sabe es que el mundo de El príncipe de los prodigios empieza a colisionar poco a poco con su vida, llenándola de nuevos peligros y reencuentros que, quizás, podrían intentar acabar de nuevo con su vida.

El príncipe de los prodigios es la esperada segunda parte de La ciudad de las sombras de Victoria Álvarez, una continuación que cambia parte de su registro al trasladarnos a una nueva ciudad, mucho más próxima a nosotros, pero que sigue con una protagonista fuerte, luchadora e independiente, dentro de una ambientación que es de lo mejorcito que vas a encontrar. Contado en todo momento en primera persona a través de Helena, el libro empieza de la misma manera que el primero, con un viaje al presente, donde Helena es ya mayor, haciendo una breve introducción a esa historia que se abrirá y explorará a partir de ahí. Regresando entonces a los años veinte, pronto vemos como Helena y sus padres se embarcan en una nueva aventura y viaje para seguir con sus oficios, esta vez en Nápoles, con una diferencia de seis meses entre La ciudad de las Sombras y El príncipe de los prodigios, por lo que empezamos en la mente de una Helena dolorida, melancólica, pensando en Arshad y en los miedos que tiene alrededor de él. Sin embargo, pronto Victoria nos mete en ese mundo arqueológico, en nuestra historia, empapándonos de unos hechos históricos para ambientar a la perfección una historia que empieza con pasos lentos, teniendo unos primeros capítulos que se mueven bajo el mismo ritmo y arco para poder situarse plenamente de cara a todo lo que está a punto de suceder. Poco a poco nos vamos a ir metiendo en un Nápoles muy marcado por la época de Mussolini, con sus ideologías y sus costumbres, una lectura que va avanzando con algo más de ritmo gracias a la mezcla que se producirá entre la vida de Helena, los grandes cambios que habrá en su vida y una subtrama, al principio algo escondida, de asesinatos, que a medida que vamos avanzando cobrará más protagonismo, dejándonos con nuevas muertes, un toque de misterio y muchos giros argumentales, de cara al final, que pondrá a Helena de nuevo a prueba. Sin embargo, y a pesar de que este juego de intentar descubrir quién se esconde tras los asesinatos ha conseguido que la lectura se haga más amena, tengo que decir que me ha costado mucho más leer este libro en comparación con el primero.

Esto es así porque, desgraciadamente, El príncipe de los prodigios pierde algo que me enamoró completamente en La ciudad de las sombras, aquello que lo hizo destacar, darle exclusividad, emoción, originalidad: el tono aventurero y arqueológico. Es cierto que la arqueología y la historia, nuestra historia, tienen su protagonismo ya que Helena se mueve desde siempre en ese ambiente. Pero si en La ciudad de las Sombras teníamos un complejo arqueológico misterioso, de leyenda, donde ese espíritu de películas como Indiana Jones te dejaban con ganas de mucho más, en este segundo libro se vuelve todo menos interesante al estar, en primer lugar, ambientado en una parte del mundo mucho más cercana a nosotros, acabando con lo exótico y, en segundo lugar, dentro de una trama que, para mí, ha perdido ese pilar que fue fundamental en el primer libro que ha hecho que todo se reduzca considerablemente. Esto ha hecho que la lectura se aplane, sea más líneal, algo mas pesada y no ha tenido muchos momentos de estar pasándotelo pipa, al menos, es mi sentimiento. Es cierto que tiene ese algo que te engancha gracias a los asesinatos, el tenerte pendiente de cualquier pista para intentar averiguar quién es el asesino pero me estaba dos cosas: una historia algo más diferente, y una historia más unida a los acontecimientos del primer libro. La lectura ha sido una mezcla entre escenas donde no pasaba casi nada, salvo el desarrollo de los personajes y alguna que otra sorpresa mientras andamos por Nápoles, y escenas con algo más de emoción y peligro, intercalándose cada dos por tres para no abrumar demasiado, teniendo una dosis perfecta de cada momento. Pero he visto más una historia de Lionel y Dora, de sus problemas, sus regañinas y algo más, que otra cosa. Incluso ese misterio que sí, ha venid muy bien, me ha dado la impresión de que se ha resuelto con demasiada precipitación, habiendo momentos dentro del libro en los que, incluso, parecía que esa trama ni siquiera existía.

Lo que sí hay que destacar, una vez más, es la pluma de Victoria. Es una maravilla adentrarte en unos de sus libros gracias a la magia que tiene para crear un ambiente perfecto, notándose su gran búsqueda de información para documentarse. Todo cuadraba en relación a la época: el tipo de coches que se conducían, la ropa, la política, el estilo de vida... absolutamente todo está más que acertado, metiendo buena los personajes en el pasado, creando una historia a raíz de ello. De verdad que me fascina la manera de cuadrarlo todo que tiene la autora, es maravilloso ver como la ambientación se va montando a tu alrededor, capaz de transportarte allí sin problemas, con detalles precisos de todo para ayudar a tu mente a imaginar eso, a verlo bien. Victoria nunca decepciona con su manera de escribir, narrar y describir. Y, por supuesto, Helena ha sido otra de sus victorias. Sigue siendo un personaje que da mucho de qué hablar, que consigue conquistarte, que te da todo lo que pides y mucho más. Ese carácter fuerte que tantísimo me gustó en el primer libro, esa libertad, esa fuerza y lucha, esa rebeldía social para decir soy una mujer independiente, inteligente y no te tienes que poner por encima mía solo por ser hombre porque no te voy a dejar. Qué maravilla. Y, bueno, destacar también la otra gran cantidad de personajes, la mayoría nuevos y otros conocidos de antes, que vuelven a aparecer para aportar su granito de arena, pudiéndoles conocer mejor y de manera mucho más profunda. Eso ha dado a entender que Victoria lo tenía todo muy bien pensado e hilado desde el principio, guiando a cada personajes por el camino que debe de seguir, sin perderse ni un solo segundo.

En resumen, El príncipe de los prodigios puede ser una segunda parte de trilogía que no me ha entusiasmado tanto como la primera a raíz de los cambios bruscos que se producen en torno a la ambientación y el transcurso de la historia, pero la pluma de Victoria y su protagonista, Helena, hacen que este libro se lea de una forma amena, con un punto misterioso que será lo que más te tenga pegado a sus páginas.

¡Muchas gracias a Nocturna por el envío del ejemplar!




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