martes, 24 de abril de 2018

Reseña 'La Bella Salvaje' de Philip Pullman

¡Hola ciudadanos! ¿Cómo va esa resaca post día del libro? ¿Os hicistéis con muchos libros y firmitas ayer? Yo me quedé en casa, ya que donde vivo no se hace nada interesante, pero gracias a ello os puedo traer hoy una nueva reseña, la de mi última lectura, La Bella Salvaje, el regreso de Philip Pullman después de escribir su trilogía más famosa, La Materia Oscura. Este libro lo leí ya que, en estos días, el autor ha estado en España firmando libros y, desde Boolino, se nos dio la oportunidad de realizar una lectura conjunta a la que me apunté ya que tenía muchísimas ganas de probar algo del autor. Pero, aunque el libro en sí no ha estado mal, creo que es una pluma con la que no acabo de conectar...o un libro que no he leído en el momento adecuado. ¡Os dejo más abajo con mi completa opinión!


35203102Título: La Bella Salvaje
Título original: La Belle Sauvage
Trilogía/Saga: Sí
Autor: Philip Pullman
Editorial: Roca editorial
Páginas: 445
Precio: 19,90€
ISBN: 9788417092559
SINOPSIS: Malcolm Polstead, un joven adolescente de once años, y su daimonion Asta viven con sus padres muy cerca de Oxford. Al otro lado del río Támesis (en el que Malcolm navega habitualmente utilizando su amada canoa, un bote con el nombre de La bella salvaje) está la abadía de Godstow, habitada por las monjas de la región. Malcolm descubrirá que ellas tienen un huésped muy especial, una niña con el nombre de Lyra Belacqua.


Malcolm Polstead es ese tipo de chico que se da cuenta de todo, pero que no se hace notar. Por ello, quizás era inevitable que se convirtiera en un espía. El padre de Malcolm dirige una posada llamada La Trucha, en las orillas del río Támesis, y todo Oxford pasa por sus puertas: universitarios, viajeros, aventureros, eruditos... Malcolm y su daimonion, Asta, escuchan rutinariamente noticias y chismes provenientes de todas partes, saliendo de aquellas bocas incapaces de ser controladas pero, durante un invierno de lluvia incesante que peligra la estancia y las calles de su ciudad, Malcolm se percata de algo nuevo: una intriga que lo mantiene más atento de lo normal y que le llama desde la lejanía. Un día, de casualidad, encuentra un mensaje secreto que habla sobre una sustancia peligrosa y misteriosa llamada Polvo, un mensaje que le llevará pronto hasta la persona para quien iba dirigido. Cuando le pide a Malcolm que mantenga los ojos abiertos y sea su espía, Malcolm empieza a ver situaciones sospechosas en todas partes; Lord Asriel, claramente huyendo; agentes del Tribunal Consistorial de Disciplina; un giptano llamado Coram con advertencias solo para Malcolm; y una mujer hermosa con un mono malvado como daimonion. Todos están preguntando sobre lo mismo: una niña, solo un bebé, llamada Lyra. Y Lyra es el tipo de persona que atrae a las personas como imanes. Malcolm, por ello, enfrentará cualquier peligro y hará sacrificios espantosos para llevarla a salvo a través de la tormenta y evitar a toda costa que manos maliciosas se hagan con la pequeña por la que siente, desde el primer momento en el que la vio, un vínculo de protección irrompible.

La Bella Salvaje es la primera parte de una nueva trilogía escrita por el autor de La Materia Oscura, Philip Pullman, un primer libro que se ambienta años antes del libro protagonizado por Lyra, Luces del Norte, en un momento en el que, parece ser, todo lo que conocemos en esos libros empieza a nacer y a crearse a través de una historia de amor y amistad. El libro está contado en todo momento en tercera apersona, mayormente teniendo a Malcolm como principal narrador, pero también intercalando su visión con otros personajes que tendrán su relevancia e importancia en la vida de éste. Así pues, La Bella Salvaje se encuentra también dividido en dos partes bien diferenciadas, una primera llamada La Trucha y una segunda llamada La inundación. La primera de ellas es, obviamente, la más introductoria. Vamos a tener capítulos lentos, con muchas descripciones, que poco a poco van mostrando aquello en lo que se meterá Malcolm y que será lo que guíe la historia hasta el final. Lo conocemos a él, a otros personajes, tocamos algo de esa ambientación que ha creado el autor y, en sí, es una primera parte que contiene momentos pausados pero interesantes, que no muestran demasiadas escenas de acción, sino que son más bien capítulos para conocer mejor todo lo que se está cociendo, con detalles que, aunque parezca que hace alargar el libro, en realidad son cosas muy necesarias para más adelante, y el autor ha sabido confeccionar cada uno de esos puntos y elementos que se irán conectado más adelante con una primera parte lenta, sí, pero que consigue mantenerte a flote gracias a ese toque misterioso que hay alrededor de algunos personajes y algunos objetos. Por su parte, la segunda parte es la más dinámica del libro, donde realmente se ve esa ambientación que, supongo, es la que caracteriza la primera trilogía que escribió el autor. En estos nuevos capítulos habrá más acción, mas persecuciones, habrá mucho más movimiento con respecto a la primera parte y, en definitiva, son los momentos en los que se empiezan a dinamizar y a explotar aquello que se ha ido desarrollando en los capítulos anteriores, una segunda parte mucho más viva, más ágil, con una lectura más entretenida, fácil y rápida que consigue hacer de este libro uno que empieza con pasos lentos y acaba con unos capítulos finales en los que pasa de todo.

Al empezar la reseña os he comentado que, quizás, el libro no lo he leído en el momento adecuado. Y os explico el por qué. Según dicen, este nuevo inicio de trilogía lo puedes leer perfectamente sin haber leído la trilogía anterior ya que, como os he contado, se ambienta años antes. Sin embargo, no lo aconsejo. Creo que lo suyo es leer primero la otra trilogía y, luego, lanzarse a por este. ¿El motivo? Hay muchos. El primer de ellos es parte de esa ambientación. Nada más empezar el libro nos topamos con Malcolm y criaturas llamadas daimonion que aparecer desde el primer momento y nunca se nos explica qué son, de donde vienen, por qué existen. La idea que he tenido yo de esta ausencia es que, aunque el libro se "pueda leer" sin haber leído la trilogía anterior, el autor realmente no lo ha planteado de esa manera. Él está acostumbrado con su mundo y, de alguna manera, ha escrito este libro pensando en aquella gente que disfrutó de la trilogía. De ahí que, aunque se ambiente años antes, muchas cosas no tengan explicación alguna ya que, supuestamente, deberías de conocerlo al haber leído la trilogía anterior. Mi mayor problema ha sido este. No ya sólo por los daimonions, si no por toda la historia en sí. En muchas ocasiones me he sentido perdida. No sabía por qué sucedía eso, no sabía qué eran ciertas cosas y, de nuevo, el autor no lo explica detenidamente para que personas como yo que no han leído el libro puedan entender las cosas bien. La otra cosa que no he terminado de disfrutar son esos momentos finales del libro en los que pasan cosas incomprensibles y que, una vez más, no he entendido en absoluto. Aparecen de repente, pasamos de un mundo más realista que otra cosa a algo de fantasía, con seres sobrenaturales y dioses que, de repente, aparecen porque sí y no hay nada que les de coherencia. De nuevo, creo que eso se debe al propio autor y lo que os he comentado arriba. Lo mismo ocurre con varios de los personajes que aparecen. Hay muchos que se quedan muy superficiales porque, pienso, ya salen en la trilogía anterior y Pullman no quiere pararse de nuevo a describirlos cuando ya lo hizo hace años. Por mi parte hubiera agradecido mucho más explicaciones, más detalles y más presentaciones, nunca vienen mal.

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Lo que sí me ha gustado es el trasfondo de la historia y lo inteligente que es el autor a la hora de plantearnos todo este mundo que se basa en la filosofía y en el papel de la materia, muy matemático y físico todo. Es complicado entender algunas cosas y, ahora que lo pienso, otra cosa que me ha descarriado un poco es Malcolm que, para tener tan solo once años, lo entiende todo a la perfección y actúa, muchas veces, como un adulto, algo que se ha quedado bastante surrealista. Volviendo a lo que sí me ha gustado, creo que el autor expone bien un mundo que roza más la dictadura de la religión y la iglesia que la libertad de expresión. Hoy en día es un tema muy vivo, y Pullman cuenta la importancia que tiene el poder ser libres para expresarnos como queramos sin cadenas de por medio que nos meta el miedo en el cuerpo. Parte de algo fundamental, y me ha gustado mucho cómo ha creado esa atmósfera opresora y también de rebeldía, en un intento por luchar contra todo ello y ser libre para poder decidir hacer y decir lo que uno quiere. Así pues, la pluma del autor ha sido, en parte, una con la que he conseguido disfrutar y descubrir un mundo nuevo, un Oxford que roza nuestra vida con ese toque de fantasía que conjunta bastante bien, lleno de un misterio que ha conseguido mantenerme atenta y enganchada desde un principio y, por otra parte, es una pluma complicada de entender del todo y con la que cuesta conectar.

En conclusión, La Bella Salvaje es la primera parte de una nueva trilogía dentro del mundo de La Materia Oscura que peca en algunos aspectos, como son la ambientación y algunos pequeños detalles que hay sobre los personajes y los últimos capítulos del libro. No obstante, es un libro que, aunque sea lentamente, se lee sin problemas, consigue entretener y te deja con un inicio de aventura que mezcla el espionaje con un mundo que, poco a poco, se va mostrando tal cual es.


¡Muchas gracias a Boolino por el envío del ejemplar!


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